La fruticultura argentina precisa políticas que la salven de la asfixia y la hagan reflorecer

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Para cambiar toda esta situación consideran necesario que los Gobiernos generen políticas públicas.

SALTA (NAP) La falta de rentabilidad, la fuerte presión impositiva, los problemas de acceso a los mercados  son algunos de los problemas que padece la fruticultura argentina, que resultan necesario solucionar, para que mejore esta cadena productiva, sostuvieron Adolfo Storni y Ernesto Saade, de Extraberries SA, en un interesante informe.

La actividad se encuentra afectada por la vigencia de impuestos distorsivos, como lo aranceles a la exportación, sumado a la falta de acuerdos de libre comercio, además de la existencia de aranceles de importación en destino, que quitan competitividad frente a otros orígenes, estos son algunos de los factores que actúan con sesgo antiexportador y antiempleo

A toda esta enumeración se le sumaron otros inconvenientes, que hacen que la situación sea bastante complicada: la falta de acceso al crédito, la mano de obra por competencia con la informalidad, los planes sociales y la caída de la producción y exportación, indicó la Gaceta de Salta.

“Todo esto originó la desaparición de productores, de empacadores y de exportadores, lo que dio una concentración de toda la cadena y una disminución de superficie cultivada. Desaparecieron actividades frutícolas, como la producción de uvas de mesa, de pomelo y de carozos, por supuesto originando la pérdida empleo”, dijeron.

Estos factores que afectan esas economías generaron una baja productividad de campos y empaques con descartes para industria de bajo valor económico. “La baja incorporación de tecnología y el envejecimiento de plantaciones y atraso varietal, con la disminución de la calidad para exportación y la existencia de un mercado interno chico y de bajo poder adquisitivo, produjo también una total falta de inversión en toda la cadena productiva”, dijeron.

Fomentar inversiones

Para cambiar toda esta situación consideran necesario que los Gobiernos generen políticas públicas. “Se debe recuperar la competitividad en forma inmediata y fomentar la inversión y la producción por reconversión varietal e investigación aplicada a productos saludables. Se deben buscar herramientas que aumenten las exportaciones, incentivando el empleo formal, mejorando el acceso al crédito”, sugirieron. Y subrayaron que la recaudación impositiva sólo podrá crecer y la pobreza sólo se reducirá a consecuencia de aumentos de producción, de inversión, de exportaciones y de empleo.

“La aplicación de políticas que tengan en cuenta estas propuestas mejorará la rentabilidad de la fruticultura, que favorecerá la producción, la inversión, las exportaciones y el empleo formal, lo que reducirá la pobreza para lograr desarrollos locales y arraigo de la población”, enfatizaron.

Insistieron con que el Gobierno debe tomar acciones inmediatas para que se dé una mejora sensible en la situación de las actividades frutícolas y se recupere la competitividad en forma inmediata, con la eliminación de retenciones a la exportación: “es el único país del mundo que las aplica en fruticultura; debemos volver al nivel de reembolsos por exportaciones anterior a agosto de 2018”. También consideraron que se debe unificar el nivel de reembolsos para todas las frutas y envases en un 5%, y generar una cuenta única tributaria para usar los saldos inmovilizados por recuperos de IVA para el pago de otros tributos.

Revisar impuestos

“Las economías regionales requieren un esquema tributario basado en impuestos a la renta, dejando de lado herramientas distorsivas como los impuestos de Ingresos Brutos, a los Débitos y Créditos Bancarios, de Sellos, a la Masa Salarial, las tasas de estadísticas en los insumos importados. Y se debe prohibir que se cobren impuestos por adelantado, bajo prerrogativa de pagos a cuenta”, indicaron.

Deben aplicarse políticas para incentivar las exportaciones, con un tipo de cambio competitivo y único, evitando la apreciación y la existencia de tipos de cambio múltiples.

También aconsejaron que, como toda economía regional -muchas veces alejadas de los grandes centros urbanos- se debe considerar la construcción de obras de infraestructura relacionadas con la producción, en especial vías de comunicación, energía y acceso al agua de riego. “Se deben implementar políticas públicas del uso de agua para riego y antiheladas, premiando el uso eficiente del recurso hídrico. Ni hablar del costo energético. En cuanto a la logística se debe seguir mejorando la infraestructura en aeropuertos y en puertos, la red ferroviaria, y las instalaciones de frío en los aeropuertos de Ezeiza, Tucumán y Neuquén”, precisaron.

Único tipo de cambio

Añadieron que también deben tomarse políticas para incentivar las exportaciones, con un tipo de cambio competitivo y único, evitando la apreciación y la existencia de tipos de cambio múltiples. “Hay que trabajar en la ampliación y en la mejora en el acceso a los mercados, reforzando el camino de apertura, negociando nuevos tratados de comercio y priorizando las negociaciones estratégicas. Se debe trabajar en los acuerdos comerciales actuales y en nuevos que permitan el libre comercio”, manifestaron Storni y Saade.

Finalmente, admitieron que es mucho que hay que hacer. “Pero sin dudas que si se trabaja en estas cosas lograremos generar más empleos, algo que tanto necesita el país. Para ello debemos mejorar la actual situación, que tanto nos perjudica”, cerraron.

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