Buen desempeño de la soja en la campaña 2018/2019

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Sin embargo los excesos hídricos en el NEA  complicaron el desarrollo del cultivo. Se mantiene estable el uso de nutrientes. Los especialistas proponen elevar el uso de tecnología para achicar la brecha en los rindes. 

La soja mostró un buen desempeño en la campaña actual.

BUENOS AIRES (NAP) Pese al buen desarrollo de la campaña de soja 2018/2019 en términos generales, los excesos hídricos, sin embargo, provocaron complicaciones en el ciclo del cultivo en el NEA, y por otro lado, demoras en la siembra de lotes destinados a soja de segunda, en el sur de la provincia de Buenos Aires y en La Pampa.

La tecnología aplicada en soja en la campaña 2018/2019 presentó niveles medios, sin grandes variaciones en términos generales, con respecto a campañas anteriores, consignó un informe elaborado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, publicado días atrás..

Algunos datos mostraron valores destacados de crecimiento, como la adopción de Soja STS  (tolerante a sulfonilureas) y el porcentaje de productores que realizan muestreo de suelos previo a la fertilización, entre otros.

Sin embargo, es necesario incrementar el nivel tecnológico aplicado en el cultivo, a fin de elevar los rendimientos alcanzables y disminuir la brecha productiva en soja. El nivel tecnológico utilizado incluye la aplicación de insumos y, también tecnologías de procesos y conocimiento, que permiten hacer un uso sustentable de los recursos disponibles para la producción.

En la campaña 2018/19, la producción de soja se concentró en Norte Medio y se mantuvo prácticamente constante respecto de la campaña anterior. En el  Norte Alto, en soja es un 6% menor en comparación con el promedio nacional de los principales cultivos de grano del país. En maíz, por ejemplo, el Norte Alto alcanza un 46% de adopción.

Esto significa que la utilización de insumos y las prácticas de manejo aplicadas en soja, en el Norte, aún presentan un importante potencial por explorar. Sí se toma en cuenta esta realidad será un desafío importante en vías de reducir la brecha productiva en el cultivo.

El cultivo de soja presenta el mayor porcentaje de adopción de siembra directa de los principales cultivos de grano del país. Si bien en la campaña 2018/19 disminuyó un 1% respecto de la 2017/18, su adopción sigue siendo elevada.

Uno de los principales motivos de disminución de la adopción de la siembra directa, radica en el uso de la labranza convencional para el manejo de malezas de difícil control.

El 94% nacional de adopción de siembra directa se compone con un 93% en soja de primera y un 96% en soja de segunda.

Observando la variabilidad entre las distintas regiones del país, el NOA y las provincias de Córdoba y San Luis presentan los mayores porcentajes de adopción de siembra directa, mientras que Entre Ríos presenta el menor.

FERTILIZACION

El promedio nacional de fertilización fosfatada en soja es de 9 Kg P/Ha. Sin embargo, la dosis es considerablemente variable entre las distintas regiones del país. En el caso de la fertilización azufrada en soja, el promedio nacional es de 5 Kg S/Ha

Si bien el muestreo de suelos previo a la fertilización es relativamente bajo en el cultivo de soja, el porcentaje de productores que realiza esta práctica muestra un crecimiento sostenido en los últimos años.

En la última campaña, el 15% de los productores realizó muestreo de suelos en soja. En maíz, por ejemplo, este valor fue del 27% para el mismo ciclo.

La adopción de soja con tecnología Bt, que otorga resistencia a insectos lepidópteros, creció en forma sostenida hasta 2017/18.

En 2018/19 se mantuvo en un promedio de 20% de adopción a nivel nacional. El mayor porcentaje se presenta en el norte del país, en donde la tecnología Bt brinda eficacia ante la mayor incidencia de lepidópteros, propios de la región.

Hacia el sur del país su adopción disminuye significativamente.  Si bien en campañas anteriores el uso de soja Bt mostró diferencias entre soja de primera y soja de segunda, en la última campaña no hubo diferencias significativas.

La adopción de soja STS, tolerante a herbicidas sulfonilureas para el control de malezas gramíneas y latifoliadas, crece sostenidamente. En la última campaña su adopción creció un 43% respecto de la anterior y se espera que su adopción continúe creciendo. El uso de esta tecnología no muestra diferencias significativas entre soja de primera y soja de segunda (Noticias AgroPecuarias).

EB

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