Análisis de las 10 medidas: ‘un plan recaudador’ al cual aún le faltan ‘resoluciones y circulares’

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Opinan economistas de todos los ámbitos. Para la sociedad en general el corto plazo es de ‘pulverización’ del salario y ‘aumento de la pobreza’ . En el mercado granario se espera mayor liquidación.

(NAP) El nuevo ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un paquete de 10 medidas de urgencia económica que incluye una suba del tipo de cambio oficial del 118% y que lo eleva la cotización a $800, además de otras decisiones clave como: reducir al mínimo las transferencias discrecionales del Estado Nacional a las provincias, la paralización de las licitaciones de las obras públicas, se recortarán los subsidios a la Energía y al Transporte, y la eliminación de las SIRAs y el reemplazo por un sistema que no requerirá aprobación.

El analista agropecuario Salvador Distéfano explicó que “el gobierno busca en el ancla fiscal poder encontrar la estabilidad de la economía a futuro. La idea es bajar el gasto público y subir ingresos para lograr superávit fiscal, con el mix de medidas que se apoyan en la baja de subsidios y suba de retenciones”.

“El gobierno apuesta a bajar el 5% el déficit fiscal, gracias a una baja del 3% el gasto, y una suba del 2% de los ingresos públicos. No es un plan solo motosierra, también es recaudador”.

Para Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, con la imposición de un dólar a 800 pesos “en lo inmediato es de esperar una devaluación más fuerte del tipo de cambio, y mayor libertad para el mercado de cambios: esto quitaría uno de los grandes argumentos para retener granos, es decir, la expectativa de que la brecha fiscal se reduzca para hacerlo”.

El economista y politólogo Pablo Tigani alertó en Ámbito.com que la medidas “provocarán la destrucción de gran parte de la industria que será sustituída por sectores populares y medios a la agricultura la ganadería y los bancos”.

Tigani advirtió que “van a pulverizar el salario en pesos, generar un aumento del desempleo, la caída del consumo, la caída de la inversión, un aumento de la pobreza y un aumento de la indigencia”, detalló.

“Impulsarán una fuerte inflación inicial para licuar la deuda en pesos y van a impulsar una recesión para detener la inflación”, añadió.

“Para hacer todo lo que anunciaron van a tener que reprimir la protesta social, que puede ser de magnitudes desconocidas”, cerró.

Finanzas

En la visión de los economistas ‘financieros’, Alfredo Romano, presidente de Romano Group, en diálogo con Ámbito dijo que los anuncios “van en línea correcta pero faltan muchísimas circulares y resoluciones para entender bien el detalle de las medidas”. “La decisión de devaluar el oficial y llevarlo a $800 en vez de $650 es una decisión que parece indicar que el BCRA va a vender caros los dólares. Porque a los 800 habrá que sumarles impuestos y percepciones que todavía no sabemos de que importe serán”.

A su turno, Claudio Caprarulo, economista y director de la Analytica, opinó que el discurso de Caputo “tuvo algunos tintes más o menos exagerados, por ejemplo, plantea que la inflación se encuentra ahora en estacionada acerca del 300% anual. Eso es una inflación de 12,5% y en línea con lo que estamos viendo para para el mes de noviembre”.

“Hay algunas cuestiones que ya las venía señalando el Gobierno, como por ejemplo, la reducción de los ministerios. Lo más lo más relevante es el salto cambiario llevando el dólar oficial $800 y manteniendo el impuesto PAIS para las importaciones. Resta saber si van a tener un aumento o va a seguir la misma tasa que tienen hoy en día las importaciones” añadió Caprarulo. “Vamos a tener un fogonazo inflacionario en diciembre y en los meses subsiguientes y por eso me parece correcta, pero insuficiente, la medida de duplicar la AUH y aumentar en un 50% la tarjeta alimentaria”, cerró.

Al respecto, el economista Amilcar Collante, del Centro de Estudios Económicos del Sur, analizó “El eje está puesto en lo fiscal. Es fuerte el tema la obra pública y transferencia a provincias si es una reducción con mucho costo político. La reducción de tarifas hay que ver en qué magnitud. Para ver la reducción de subsidios económicos que es una partida de 2,3% del PBI. La cuestión cambiaria también tiene sesgo fiscal”.

“Se mantiene el impuesto PAIS, aunque no se mencióno el importe esperable que es 30%”, añadió. Respecto al nivel del dólar, Collante dijo que es un dólar alto pero hay una dinámica de precios muy disparada. “También la suba en retenciones no agropecuarias fue en línea a lo fiscal. Es probable que con impuestos PAIS más el recorte y licuación de gasto puede mostrar en primer bimestre del año números con ahorro fiscal (porque le juega a favor la estacionalidad)”.

Gabriel Caamano, economista en la consultora Ledesma, dijo que el anuncio del plan “tiene un corazón fiscal importante porque tiene un bloque de ajuste político que es más una legitimación del proceso de ajuste que los significativos que aportan ajuste”. Al respecto, el economista se refirió a los anuncios de Caputo sobre que no se renovarán los contratos laborales del Estado que tengan menos de 1 año de vigencia y que se decreta la suspensión de la pauta del Gobierno Nacional por un año. “Después está la parte más gruesa del ajuste por el lado del gasto, que tarda un tiempo en impactar y hay que ver a qué velocidad se hace que es el tema de la reducción de las transferencias discrecionales a las Provincias, y el tema de la reducción de la obra pública vía las licitaciones que todavía no salieron”.

Con respecto a los planes sociales, para Caamaño, “dejarlos como en el Presupuesto 2023 es una licuación de esas subvenciones”.

“Hay un bloque que es un impuestazo, una suba fuerte de la presión tributaria que promete ser transitoria” y especificó: “También tenés suba de retenciones con aumento el tipo de cambio”. (Noticias AgroPecuarias)

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