Autorizan una vacuna que aún no se terminó de probar para prevenir una difícil enfermedad de los pollos

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El Senasa circunscribió la autorización al departamento entrerriano de Uruguay, donde se registraron algunos casos de la peligrosa hepatitis HCI. 

BUENOS AIRES (NAP). El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria publicó la Resolución 546/2021 que libera un stock de vacunas para prevenir un tipo de hepatitis de los pollos, que pone en riesgo la sanidad de las granjas y establecimientos de Entre Ríos.

El Senasa dispuso “con carácter de excepción, la liberación semanal de 1.000.000 de dosis de la vacuna HCI ÓLEO 100 INMUNER”, que es específica para la enfermedad y en uno de los capítulos de la noma “exime” a dichas vacunas “de la obligación de realizar las pruebas de esterilidad e inocuidad por parte de la Dirección General de Laboratorios y Control Técnico del referido Servicio Nacional”. Define que las mismas solo podrán ser “aplicadas exclusivamente en establecimientos de pollos de engorde del Departamento Uruguay (cuya ciudad cabecera es Concepción del Uruguay)”.

La hepatitis a cuerpo de inclusión (HCI) es una enfermedad que se da mayormente en pollos parrilleros y produce el decaimiento de los animales, por lesiones cardíacas y en el hígado, y que tiene un índice de morbilidad de entre 6 y 8%.

El Senasa detalló que se trata de “una enfermedad infecciosa que afecta a las aves domésticas en prácticamente todo el mundo y que cuando se presenta en forma de brotes epidémicos causa graves perjuicios económicos”.

Las tasas de aparición de la enfermedad han crecido de modo preocupante en la principal zona avícola de la Argentina y alertó a productores y veterinarios tras las prueba realizadas a través de necropsias, diagnóstico histopatológico, reacción en cadena de la polimerasa (PCR) y posterior secuenciación de los casos positivos, los serotipos encontrados fueron los 8a, 8b y 11.

“El Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA) ha recaudado información de diferentes empresas que representa, debido a los casos aparecidos de HCI en la producción avícola” informó el Senasa.

Según datos del gobierno entrerriano publicados por Bicho de Campo, en la Argentina la población avícola es de unos 139 millones de aves, de las cuales 71% de los cuales son pollos de engorde, 27% gallinas de postura, 1,6% reproductores padres y abuelos de ambas líneas genéticas y el resto corresponde a producciones no industriales.

El 54% de las granjas avícolas se ubican en Entre Ríos y la mayoría de ellas, que suman unos 6.500 galpones en total, se encuentran en el Departamento Uruguay, donde hay empresas de la talla de Granja Tres Arroyos y Cedal (ex Fepasa). Pero la región avícola de carne incluye también a los departamentos Colón, Gualeguaychú y Villaguay. De ella dependen 22 mil empleos.

Antecedentes

El agente causal de la HCI es un virus de la familia de los adenovirus aviares del Grupo I y del cual se conocen 12 serotipos con diferencias patogénicas entre ellos. La enfermedad afecta principalmente a pollos entre 2 y 7 semanas de vida, aunque hay registrados casos desde los 4 días de vida hasta las 20 semanas. “La morbilidad es baja pero la letalidad es alta”, advirtió Senasa.

Precisó que el período de incubación de la HCI “es corto, de entre uno y dos días, y los brotes presentan un pico de mortandad a los 4 o 5 días de inicio del proceso, con una mortalidad global de alrededor del 5 a 10 %, aunque hay numerosos casos detallados con mortalidades superiores de hasta 30%”.

Además el organismo dio cuenta de que la trasmisión de la HCI puede ser horizontal o vertical. Es decir entre pares en una grana o cuando las gallinas reproductoras se infectan y lo transmiten a su progenie a través del huevo. En esos casos la enfermedad puede observarse usualmente al principio de la vida del pollito.

En cambio, cuando la presencia de la enfermedad se debe a la transmisión horizontal entre animales, aparece generalmente a partir de las tres semanas de edad y el contagio es a través de las heces, pudiendo las aves afectadas eliminar virus hasta tres meses después de sufrir la infección, lo que las convierte en un reservorio de gran riesgo”.

En este escenario se habilitó el uso  de una vacuna desarrollada por el laboratorio Inmuner, con apoyo del Inta, que permitiría “prevenir y controlar” la enfermedad avícola, aunque el producto “se encuentra en proceso de registro ante la Dirección de Productos Veterinarios de la Dirección Nacional de Sanidad Animal de este Servicio Nacional”,

A pesar de esto, se  informó que ya hubo pruebas que “han arrojado resultados satisfactorios dando protección inmunitaria a los pollos inoculados”. “La prueba de campo se llevó a cabo sobre un total de 42.000 aves, las que no presentaron manifestaciones adversas a la inoculación como tampoco durante todo el proceso de engorde”, aclara Senasa, por lo que decidió que resulta “conducente liberar dosis de la vacuna con la mayor brevedad, en la zona más afectada”.

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