El Consejo Agroindustrial marcó diferencias con el Gobierno por el cambio climático

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Luego de que cerró filas con Agricultura y los ruralistas en torno a una postura argentina conjunta para la reunión que se realiza en Glasgow, el CAA enumeró críticas en torno a biocombustibles y ganadería.

BUENOS AIRES (NAP). En un documento consensuado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el Consejo Federal Agropecuario, la Comisión de Enlace de Entirades Agropecuarias  y Aapresid publicaron un comuncado con  el título “Argentina, líder mundial en producción agroindustrial sostenible”, donde señalan los postulados que deben guiar la estrategia de Argentina en la reunión sobre cambio climático COP26 que se realiza en Glasgow, Escocia.

El documento expresa el cuerdo con “los objetivos anunciados de reducir el aumento de las emisiones de GEI a 2030 y lograr la carbono neutralidad para 2050, así como poner en agenda los pasos necesarios para la adaptación a los cambios que ya suceden y está previsto que se profundizarán”, y que giran en torno a mitigar los gases de efecto invernadero para no superar 1,5°C de aumento de temperatura.

En este orden se resaltó que “el sector agro-bioindustrial es parte de la solución para la adaptación y mitigación del cambio climático”, al referirse en un documento a la estrategia nacional. 

Mientras el CAA, enfatizó la necesidad de una coordinación permanente entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, Gobiernos provinciales y sectores productivos y científicos que permita alinear una estrategia común.

Diferencias

En un comuniado, el Consejo -espacio que reúne a 64 entidades y es coordinado por el presidente de la Bolsa de Cereales, José Martins- remarcó que “la Estrategia de Largo Plazo de cambio climático debe también asegurar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad social, ambiental y económica en Argentina”.

Pero marcó “carencias” dentro de esa Estrategia por la “no inclusión de uso de biocombustibles en el proyecto de movilidad sustentable”, afirmó que la producción de biocombustibles a partir de residuos son formas de valorizar coproductos de actividades del agro y bosques.

Para el CAA la sanción de la Ley 27.640, al reducir los cortes de uso de  biocombustibles, fue contraria a los compromisos asumidos por Argentina tanto en el Acuerdo de París (ratificado por la Ley 27.270) como en las Contribuciones Nacionales que Argentina presentó en el Plan de Acción Nacional sobre energía y Cambio Climático en 2017 y su actualización en 2019.

“La no inclusión de uso de biocombustibles en el proyecto de Movilidad Sustentable profundiza la contradicción y demuestra directamente una exclusión de los biocombustibles en la estrategia del país siendo que los mismos no solo sustituyen combustibles fósiles, sino, además, colaboran manteniendo retenido en el suelo -de forma segura- el carbono emitido por los mismos.

Con respecto a la actividad ganadera, el CAA reiteró la necesidad de “evitar la demonización de la actividad como uno de los principales causantes del cambio climático” y resaltó que “el metano que genera la ganadería no es equivalente al CO2 que emiten los combustibles fósiles”.

“El CAA está convencido que existen condiciones tanto naturales como de su sistema productivo que permiten posicionar a Argentina como líder en productos bajos en huella de carbono en las cadenas de valor de alimentos y fibras del mundo, así como la capacidad de innovación para ser proveedor de biomateriales, bioenergías y química verde que reemplacen productos de orígenes fósiles o carbono intensivo”, aseguraron.

Desde el sector agroindustrial, “la producción de biocombustibles, biogás, energía eléctrica y térmica a partir de residuos, efluentes, chips y pellets de biomasa son formas de valorizar co-productos de actividades del agro y bosques, a través de su aporte de soluciones de carbono neutro sustituyendo el uso de energías fósiles”.

Además de mitigar el impacto ambiental de la disposición de efluentes y residuos, su uso permite el aprovechamiento energético, la obtención de biofertilizantes y de múltiples bioproductos. Su valorización energética aumenta la competitividad y sostenibilidad de la actividad principal, reduce la huella de carbono y genera empleo”.

A pesar de ello, no observamos su inclusión con la importancia que tiene.

“Entendemos que es imposible lograr la carbono neutralidad sin agregar medidas de mitigación a la reducción y sustitución de GEI. Advertimos que la plantación de árboles, la captación de carbono del aire en los suelos vía sistemas conservacionistas altamente difundidos en el país y otros sistemas naturales de absorción de CO2 deben ser parte esencial de la Estrategia de Largo Plazo”, consignaron en el documento.

Mientras que los compromisos de promover las plantaciones de árboles, evitar la desforestación y restaurar los bosques son centrales en las estrategias de mitigación y se mencionan en el documento presentado por el Gabinete Nacional de Cambio Climático, las leyes de promoción de plantaciones forestales (LEY 25080) y la llamada Ley de Bosques (Ley 26331) vigentes y que cumplirían esos objetivos, se encuentran ambas, desfinanciadas, contradiciendo lo enunciado.

Con respecto a la actividad ganadera, reiteramos la necesidad de evitar la demonización de la actividad como uno de los principales causantes del cambio climático. Por un lado, se resalta que el metano que genera la ganadería NO es equivalente al CO2 que emiten los combustibles fósiles. No es comparable el carbono biogénico – que está dentro del ciclo de la naturaleza y es un ciclo de carbono cerrado- con el carbono de los fósiles, que se convierte en un gas de stock, principal responsable de la situación a la que hemos llegado a nivel global.

La mitigación

“Estamos convencidos que el sector de Agricultura Ganadería y Bosques y sus cadenas de valor en Argentina son parte de la solución para la mitigación y adaptación al cambio climático y pueden impulsar la creación de miles de puestos de trabajos en la transformación que requieren los sistemas productivos y cadenas de valor para reducir  la huella de carbono en la transición hacia el logro de la carbono-neutralidad”, destacaron.

“Existen condiciones tanto naturales como de su sistema productivo que permiten posicionar a Argentina como líder en productos bajos en huella de carbono en las cadenas de valor de alimentos y fibras del mundo, así como la capacidad de innovación para ser proveedor de biomateriales, bioenergías y química verde que reemplacen productos de orígenes fósiles o carbono intensivo. (Noticias AgroPecuarias)

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