Comienza la recuperaciión de la producción de leche a partir de junio

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Las condiciones climáticas de los primeros meses de 2019 jugaron en contra, por eso cayó la producción láctea. Se esperan buenas reservas forrajeras

Se esperan buenas reservas forrajeras. En el seguendo semestre habrá más leche

BUENOS AIRES (NAP, por Eduardo Bustos) La producción láctea argentina mostró un crecimiento del 4,2 por ciento a lo largo de 2018, con un total de 10.527 millones de litros, mientras que en el primer mes de 2019 alcanzó a casi 820 millones de litros, una merma de 7,3 puntos porcentuales, comparado con igual período del año anterior, de acuerdo a los datos relevados por el Observatorio de la Cadena de Leche Argentina (OCLA), publicado en marzo último.

La producción láctea argentina, cada año tiene su pico de mínima en abril, por lo que el descenso continuará y, de mantenerse las condiciones meteorológicas producidas a principios de año, es posible que la disponibilidad de materia prima leche sea inferior al año anterior entre un 6 a 8 por ciento en el 1° cuatrimestre.

De producirse una mejora en el plano internacional en el tipo de cambio y los precios, se podría generar una fuerte puja por la demanda de la materia prima leche.

Por otra parte, el 60 por ciento de las empresas lácteas de todo el país esperan que se mantenga la caída de la producción de materia prima, con una caída para el primer período del año del 4 por ciento, respecto del año pasado, situación que comenzará a revertirse con el arranque del segundo semestre que se mantendrán hasta fines de año, con lo que se espera un aumento estimado en el 1%, respecto de 2018.

Las condiciones climáticas que en general fueron buenas posibilitaron el desarrollo de las pasturas y reservas que facilitó la confección de reservas, con lo que fue posible la confección de rollos de heno. Otro tanto ocurrió con los cultivos asignados al silaje (maíz, sorgo) y los cultivos de segunda también presentan una muy buena condición.

Pero las altas temperaturas que se dieron en la primera parte del año, junto a los elevados porcentajes de humedad, condicionaron el bienestar animal, por lo que se redujo el número de vacas en ordeño.

Los niveles de suplementación individual se mantuvieron, con tendencia a reducirse. Los productores, por el elevado DEL (días en lactancia) del rodeo y la poca respuesta esperable ante el uso de concentrados, optaron por valorar y aprovechar la mayor disponibilidad de forrajes y se espera una intensificación de la competencia. De todos modos los niveles de producción individual tendieron a bajar, especialmente por efecto del estrés calórico e hídrico.

En cuanto a la perspectiva, el estudio de la OCLA, en base a las consultas hechas entre los productores y las empresas lácteas, en el período marzo-mayo se espera un incremento de la producción de leche, porque habrá más vacas en ordeño, con mayor cantidad de vacas con menos días en lactancia (DEL) y más disponibilidad de reservas forrajeras y menos días con estrés calórico. Sin embargo se espera un impacto de excesos hídricos y un aumento en el costo de los balanceados y una reducción en la capacidad de menos litros de leche (Noticias AgroPecuarias)

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