Aumento de rindes y baja de costos con fosfito de manganeso
Su uso es amplio: como fertilizante, fungicida, bactericida y biopesticida. “Es una excelente herramienta para aumentar la rentabilidad”.
BUENOS AIRES (NAP, Pablo María Baeck*). El fosfito de manganeso es un fertilizante foliar que en el cultivo de la soja, y en el resto también, permite lograr dos objetivos fundamentales: por un lado el aumento de los rindes y por otro la rebaja de los costos; y puede ser utilizado en tratamiento de semilla y en estado vegetativo.
Ensayos recientes llevados a cabo por los ingenieros agrónomos Norma Formento y Marcelo Carmona, indican que la aplicación de fosfito de manganeso en tratamientos de semilla y en aplicaciones de glifosato permiten aumentos de rendimiento de hasta 915 y 300 kg/ha respectivamente.
Ventajas
El fosfito de manganeso tiene varias ventajas para la soja que son las siguientes:
*Es fertilizante:
El fosfito de manganeso produce aumentos de rinde del orden de los 300 kilos por hectárea cuando se utiliza en las aplicaciones de glifosato en estado vegetativo del cultivo (Ing. Norma Formento, Inta Paraná).
El uso del glifosato produce la indisponibilidad del manganeso en el suelo por lo que no puede ser absorbido por las raíces, y debe ser aplicado foliarmente. El manganeso es un micronutriente que interviene en varios procesos: en la fotosíntesis, en la síntesis de auxinas (responsables del alargamiento de la planta), y en la producción de lignina, ácidos fenólicos y fenoles que brindan a la planta resistencia a la infección de patógenos. Esto último mejora la sanidad del cultivo
*Tiene acción fungicida y se utiliza para control de:
1. Enfermedades de fin de ciclo (EFC): si bien los fosfitos no son fungicidas específicos para los hongos patógenos de estas enfermedades, estimulan la producción de fitoalexinas en la planta actuando como una vacuna, es decir en forma preventiva. Agregados a los fungicidas, permiten reducir las dosis de estos a la mitad. El manganeso además, como vimos anteriormente, interviene en la formación de sustancias que aumentan su resistencia a enfermedades.
2. Muerte súbita: Se aplica en semilla. En ensayos hechos para el control de esta enfermedad se encontraron diferencias de rinde de hasta 915 kilos por hectárea con el testigo (Efecto del tratamiento de la semilla con fosfitos sobre el síndrome de la muerte súbita de la soja. Carmona, Formento y otros. 2012)
3. Macrophomina phaseolina: En aplicaciones foliares con glifosato en V4 presentó una reducción significativa de la enfermedad, 30% de control del patógeno frente al testigo inoculado y 47% control frente a Glifosato (Efectos del glifosato y el fosfito de manganeso sobre la biología de Macrophomina phaseolina. Alternativas de control químico. Elesgaray, A. y otros)
4. Podredumbres de raíz y tallo (Prt): causada por un complejo de hongos del suelo. Entre sus causas figuran (Carmona, 2014): 1. escasa resistencia genética 2. amplio rango de hospedantes 3. formación de estructuras de resistencia como esclerocios (Rhizoctonia), microesclerocios (M. phaseolina) y clamidosporas (Fusarium spp.) 4. Fracaso de la rotación de cultivos 5. Imposibilidad de control químico tradicional vía fungicidas ya que las moléculas de sus principios activos solo se mueven por xilema en forma ascendente (acrópeta), es decir no pueden ir a las raíces 6. El uso de glifosato podría estar entre sus causas debido a que indispone el manganeso para las plantas.
Los fosfitos son los únicos que pueden tener acción contra estas podredumbres por su doble circulación en la planta, ascendente y descendente. Además, sinergizan con los fungicidas, aumentando la acción de ambos, ya que las moléculas de los fungicidas se “montan” en la de los fosfitos, permitiendo además disminuir la dosis de los fungicidas
*Ventajas adicionales:
-Aumenta el margen bruto: como se dijo anteriormente, la aplicación de fosfitos con los fungicidas causa una sinergia que permite reducir la dosis de estos últimos a la mitad. O sea, con medio litro de fosfito de manganeso obtenemos un ahorro de algunos dólares por hectárea. El costo de ese medio litro está alrededor de 5,50 u$s por hectárea.
-Es bactericida: tiene acción directa sobre varios géneros de bacterias, entre ellas Xanthomonas y Pseudomonas, que tienen cada vez más incidencia en los cultivos de soja
-Es biopesticida: los fosfitos son considerados biopesticidas en los EE.UU. Esto implica que no son tóxicos para el hombre o el ambiente
En síntesis, la evidencia científica nos está mostrando que estamos frente a una excelente herramienta para aumentar la rentabilidad de la empresa agropecuaria, generando una mayor riqueza que hace posible un mayor bienestar y un crecimiento económico, a la par que una producción sustentable basada en el cuidado del medio ambiente. (Noticias AgroPecuarias)
*Ingeniero agrónomo. Responsable de Proyectos en Nutrifoliar (www.nutrifoliar.com.ar).