Trigo: proyectan un área récord para la campaña 2025/26

Impulsada por mejores condiciones climáticas y mayor disponibilidad hídrica, la superficie de trigo alcanzaría las 6,7 millones de hectáreas a nivel nacional.
(NAP) La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que el área destinada al trigo en la campaña 2025/26 se expandirá hasta 6.700.000 hectáreas, cifra que representa un incremento interanual de 6,3 % e iguala el máximo histórico registrado desde que 2002.
Esta recuperación se apoya en un escenario agroclimático más favorable que el de campañas previas y una incipiente recomposición de los perfiles hídricos, particularmente en las regiones que más habían retrocedido en superficie sembrada.
A diferencia del ciclo anterior, marcado por los efectos negativos del fenómeno “La Niña”, las proyecciones para el otoño-invierno 2025 apuntan a un evento climático “Neutral-Cálido”, que podría garantizar lluvias suficientes durante la ventana de siembra y abastecer al cultivo durante sus fases críticas. Esta mejora en las condiciones climáticas es uno de los factores clave detrás del renovado interés por el cereal.
En ese contexto, zonas como el oeste de Buenos Aires, Córdoba y el norte del país muestran las mayores intenciones de expansión.
En el norte, además, las malas campañas estivales recientes y la necesidad de generar ingresos en un contexto de márgenes ajustados revalorizan al trigo como cultivo de invierno.
Aunque los márgenes proyectados aún son reducidos o incluso negativos en varias zonas, la mejor relación insumo-producto frente a campañas anteriores también favorece la toma de decisiones a favor del trigo.
En términos productivos, se proyecta una cosecha de 20.500.00 toneladas, lo que implicaría un crecimiento del 10,2 % respecto al ciclo previo y del 20,2 % en comparación con el promedio de las últimas cinco campañas.
A nivel regional, el centro-oeste del área agrícola nacional podría experimentar una recuperación del 10 % del área, mientras que en el norte agrícola se estima una suba del 9 %, después de dos campañas muy afectadas por el estrés hídrico y térmico. En ambas zonas, las lluvias otoñales y las buenas perspectivas para el invierno respaldan la posibilidad de un repunte significativo. (Noticias AgroPecuarias)