Consejos de la Cancillería para seguir ganando mercados de carne vacuna

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Puntualizó estrategias para llegar a diferentes países según poder adquisitivo o requisitos sanitarios. Y seduciendo a los países del sudeste de Asia.

BUENOS AIRES (NAP). Argentina puede “cerrar la brecha” con los principales exportadores mundiales de carne vacuna, y en ese sentido “la estrategia que conviene seguir es la diferenciación por calidad, que le permitiría seguir vendiendo a segmentos de altos ingresos dispuestos a pagar precios más altos”.

Así lo destacó un estudio difundido por el Centro de Economía Internacional de la Cancillería argentina publicado por la agencia estatal Télam.

El CEI parte de considerar que la industria de la carne vacuna conforma “un sector exportador emblemático de la Argentina”, pese a lo cual, “el papel del país en el mercado internacional se redujo en los últimos 30 años: pasó de representar 7,7% de las exportaciones mundiales de carne refrigerada y congelada (en toneladas) en 1980, a 1,7% en 2016”.

El estudio del CEI evalúa la posibilidad de recuperación de posiciones a partir del análisis de indicadores cuantitativos y cualitativos de los principales exportadores del producto: Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, México, Nueva Zelanda, Paraguay y Uruguay.

Entre las diferencias encontradas en esas comparaciones se mencionan, para la Argentina, “el alto consumo per cápita; la baja proporción de la producción que se exporta; el estatus de libre de aftosa pero con vacunación; no contar con preferencias comerciales en los mercados de Asia Oriental y ser un proveedor marginal de carne halal” (admitida por la población musulmana).

Según el CEI, para crecer en volumen a partir de la estrategia de diferenciación por calidad, “se debe acceder al circuito no aftósico de consumidores de altos ingresos -Corea del Sur, Estados Unidos y Japón- y a los consumidores de altos ingresos de Asia Oriental”.

“Ante la dificultad de lograr el acceso a dichos mercados, -señaló el informe- se podría buscar el acceso y/o aumentar la inserción en los países en desarrollo asiáticos, cuyas importaciones presentan las mayores 20 proyecciones de incremento y que cuentan con segmentos de consumidores dispuestos a pagar precios más elevados por carne de calidad”.

A tales fines, añade el CEI, se precisa “un aumento de la producción, lo cual es factible en el mediano plazo”.

De todos modos, el informe resalta que “un problema es la segmentación del mercado” entre quienes producen para abastecer al mercado externo (segmento de alta eficiencia y cumplimiento de las normas de inocuidad y ambientales) y aquellos que sólo venden al mercado interno (que trabajan con menor eficiencia y un cumplimiento inferior de las normas sanitarias y ambientales). (Noticias AgroPecuarias)

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