Alerta por una oruga del maíz que desarrolló resistencia a la tecnología vip

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La oruga de la espiga ‘compromete la eficacia de la tecnología Bt en maíces’ advirtió Aapresid, que reportó que entre sus socios 24% reportaron ataques de la plaga. 

(NAP) La Red de Manejo de Plagas de Aapresid registró un aumento en los daños provocados por la plaga del maíz conocida como oruga de la espina, que se alimenta de los granos del tercio superior de la espiga y favorece el ingreso de patógenos.

La REM de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa apuntó que a casi una década del lanzamiento de maíces biotecnológicos con tecnología Viptera “crecen los reportes de presencia y daños causados por la Helicoverpa zea (oruga de la espiga), especialmente en el maíz tardío.

“Este incremento en los reportes apunta a una menor susceptibilidad de la plaga a esta toxina, generando preocupación en el sector agropecuario”.

Originalmente, la tecnología Bt, que produce proteínas insecticidas derivadas de la bacteria Bacillus thuringiensis, se presentó como una herramienta clave para el control de este lepidóptero, contribuyendo a la expansión del cultivo de maíz y a la reducción del uso de insecticidas tradicionales.

“Sin embargo, la alta presión de selección ejercida por esta tecnología ha llevado a la pérdida de efectividad de las proteínas Cry, dejando a Vip3Aa20 como la única proteína eficaz contra H. zea hasta ahora”, señaló Aapresid.

En este escenario, “revelaciones recientes sugieren que esta última línea de defensa también podría estar en peligro. En la campaña pasada, el 24% de los productores asociados a Aapresid reportaron la presencia y el daño de orugas, con Helicoverpa zea siendo la más registrada, tanto en maíces tempranos como en tardíos”.

Aapresid informó que la Estación Experimental Agropecuaria Obispo Colombres (EEOAC) elevó cambios en la susceptibilidad de H. zea a maíces Vip en el NOA, con al menos un 50% de supervivencia de la plaga en ensayos de laboratorio. Esta temporada, la incidencia del daño ha alcanzado un 90% en algunas zonas, lo que indica un posible desarrollo de resistencia.

Este escenario presenta un desafío significativo para el manejo del cultivo de maíz en Argentina y requiere una respuesta proactiva por parte de los productores y especialistas.

La importancia de seguir las recomendaciones para prolongar la efectividad de estas tecnologías es crucial, incluyendo la siembra de refugios y el monitoreo constante de las prácticas agronómicas.

La aparición de resistencias no solo en Argentina sino también en otros países como Brasil, Canadá y Estados Unidos, subraya la necesidad de estrategias colaborativas y medidas decisivas para garantizar la sostenibilidad de los cultivos y enfrentar este reto emergente en el agro. (Noticias AgroPecuarias)

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