Las nuevas medidas contienen de hecho un nuevo dólar soja

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Sería el 4to y garantiza un 25% de disponibilidad de divisas para comprar poroto de soja para procesar, lo que representa un dólar a 437,5 pesos.

(NAP) El ministro de Economía anunció una batería de medidas, entre ellas las un nuevo “dólar soja”, en su cuarta edición, que pasó desapercibida pero representa una mejora para los productores sojeros teniendo en cuenta que, tras la devaluación, las liquidaciones venían reticentes.

Según dio a conocer el Ministerio de Economía, la novedad del Programa de Incremento Agroexportador (comúnmente llamado dólar soja) es que garantiza un 25% de disponibilidad de divisas para comprar poroto de soja para procesar. Todo esto en el marco de una fuerte contracción en las reservas que dispone el Banco Central de la República Argentina. La intención del Gobierno es morigerar el impacto de la devaluación del 22% del tipo de cambio oficial.

David Miazzo, Economista de Fada en su cuenta de Twitter indicó que esta medida representa para los agroexportadores un dólar a $437,50, mejor que los $350 del mercado oficial.

Partiendo de un FAS (precio teórico de la soja para la exportación) de u$s340, los agroexportadores van a poder liquidar un 75% al dólar oficial ($350) y un 25% al dólar CCL ($700). Esto da un nuevo “dólar soja” de $437,50, una suba del 25% sobre dólar oficial.

Según Miazzo el impacto en el precio de la soja viene dado porque “el poder de compra de la exportación, subiría de los actuales $120.000 a $150.000 por tn de soja. Aunque el mercado disponible estaba en $130.000-$135.000”.

“Sería una especie de nuevo dólar soja, pero está vez el incremento en lugar de generarlo con el Banco Central pagando más, se genera con el exportador liquidando al dólar libre (contado con liqui). Esto no generaría mayor acumulación de divisas, porque ese 25% se va al mercado privado, no lo compra el Central Si ayudaría a generar oferta de dólares en el mercado libre, lo que podría contruibir a bajar la brecha, no sé en qué medida”, agregó.

El economista explicó que el dólar CCL, al cierre del viernes, si se hacía con AL30 daba $699, si se hacía con GD30 $710: “Con esto quiero aclarar que dependiendo el instrumento con el que se haga el tipo de cambio resultante puede mejorar unos pesos”.

¿Qué pasó tras la devaluación?

La devaluación que se implementó el lunes pasado, provocó que el dólar mayorista pase a cotizar $350. Desde entonces, los exportadores de granos y economías regionales que accedían a ese tipo de cambio diferenciado (a través de la rueda CAM 9 del MAE), empezaran a operar a través del dólar oficial como se hacía tradicionalmente (CAM 1).

Lo que ocurrió finalmente es que comenzó a haber una distorsión entre el precio del dólar agro-dólar maíz a $340 y el precio del dólar oficial ($350). Pero sumado a eso, bajó el incentivo por liquidar. Según expresó un informe de la Universidad Austral la semana pasada, “la ventaja de estar obteniendo “un plus” por el grano, desapareció y la intención de venta mermó”.

La “zanahoria” que ofrecía el Gobierno para que el campo liquidara terminó por no ser un incentivo suficiente, y muchos decidieron retener granos para liquidar a un precio mayor. “La industria convalida un contramargen importante. Pero como no se descartan turbulencias a futuro, y la plataforma de Milei apunta a eliminación de la brecha, baja de derechos de exportación y mayor apertura, no hay muchas razones para vender”, profundizó.

Los números son contundentes. Según los datos proporcionados por el economista Salvador Vitelli, en las 9 ruedas pre-devaluación, el agro liquidó u$s1.254 millones. Tras la devaluación y hasta el viernes (un total también de 9 ruedas), se liquidó sólo u$s365 millones. “En ese lapso, hubo una caída del 71%”, informó el economista.

Por otra parte, los candidatos presidenciales como Javier Milei y Patricia Bullrich hablando de eliminación de retenciones, también actúa como un incentivo para retener. Así lo explicó también el informe de la Universidad Austral: “Si esto es así, se transforma en un fuerte incentivo a retener granos, y tampoco a vender de la campaña nueva, salvo que los valores impliquen muy buena rentabilidad”, analiza. (Noticias AgroPecuarias)

Por Giuliana Iglesias, publicado en Ámbito.com

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