España: La industria de la Alimentación y bebidas de la ruralidad aportan más del 10% del PBI

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El estudio, realizado por la consultora KREAB durante 2021, toma como referencia la definición del Parlamento Europeo de zonas escasamente pobladas, que representan las localidades con 50 habitantes/km2

El gráfico muestra la importancia de la industria alimentaria en las comunas rurales de España (Imagen: Euricarne)

BUENOS AIRES (NAP) La industria de alimentación y bebidas está presente en los municipios que acogen el 70,7% de la población de la España Vaciada (ruaral)  lo que confirma al sector como un agente imprescindible para impulsar el desarrollo económico y social de estas zonas, además de contribuir a luchar contra la despoblación y promover permanencia territorial en el interior.

Así se recoge en el informe “La contribución de la industria de alimentación y bebidas a la España Vaciada”, impulsado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y Cajamar Caja Rural.

El trabajo expone la importancia de la presencia de la industria de alimentación y bebidas en el medio rural y cómo contribuye directamente a dinamizar estas zonas mediante la creación de empleo, la contribución a la fijación de población y al mantenimiento de infraestructuras y servicios básicos,  entre otras aportaciones.

En el estudio, publicado por el portal Eurocarne de noticias,  realizado por la consultora KREAB durante 2021, se toma como referencia la definición del Parlamento Europeo de zonas escasamente pobladas, que representan las localidades con 50 habitantes/km2.  Así, la España Vaciada representa el 77% de la superficie y apenas concentra el 10,4% (4.910.638 personas) de la población total española.

Según los datos del Informe, la industria de alimentación y bebidas permite fijar una población de 834.737 personas. Es decir, el 17% de la población de la España Vaciada se asocia con la actividad de la industria.

EMPLEO DIRECTO

Además, de los más de 2 millones de empleos directos e indirectos que genera el sector a nivel nacional, el 15% se localiza en la España Vaciada, un total de 305.424 puestos de trabajo.

De esta manera, el sector confirma su trascendencia para el desarrollo laboral en estas zonas menos pobladas, puesto que el 17,2% del total del empleo en estos municipios se asocia a la industria de alimentación y bebidas, mientras que para el conjunto de España este porcentaje representa el 10%.

Destaca la aportación en el empleo femenino, ya que, con una tasa del 31%, la industria es la rama en la que menos se acusa la brecha de género respecto al conjunto nacional, y suma más de 17.400 puestos de trabajo desempeñados por mujeres de la España Vaciada.

El aporte femenino representa más de 17.400 puestos de trabajo en las comunas rurales

A través de su impacto directo e indirecto, la aportación al PIB de la industria de alimentación y bebidas en toda España es del 10,6%, un porcentaje que se eleva al 16,2% en las zonas de la España Vaciada, destacando el peso de la actividad del sector.

El tejido empresarial de los alimentos y bebidas está en gran medida ligado al medio rural. El 74% de las industrias de alimentos y bebidas están ubicadas en localidades de menos de 50.000 habitantes.

Concretamente, de las más de 30.000 empresas que componen la industria, el 15,6% se asienta en la España Vaciada. Mientras que para el conjunto de la economía este porcentaje supone el 8,8%, lo cual revela la capacidad dinamizadora del sector en estos territorios.

En cuanto a la aportación a los ingresos públicos, de los más de 35.000 m€ que la industria aporta a nivel nacional, un total de 5.876 m€ proceden de estas zonas despobladas la España Vaciada, lo cual arroja una media de 516.423€ por municipio de las regiones rurales.

La actividad industrial propició el impulso de nuevas infraestructuras y servicios necesarios para su actividad, pero también para la dinamización de otros servicios e industrias conexas que redundan en el empleo, el desarrollo y el bienestar social de sus habitantes.

Además permitió mejorar el alcance de infraestructuras en telecomunicaciones que resulta imprescindible para impulsar la digitalización y reducir la brecha que limita la capacidad de desarrollo en estas zonas.

Así, la industria de alimentación y bebidas genera un impulso en el sector de las telecomunicaciones de 273 millones de euros en la España Vaciada. Del total de la actividad en telecomunicaciones que genera la industria, el 13,6% se localiza en estos municipios.

El estudio también revela cómo la industria puede ser fuente de riqueza y de creación de oportunidades económicas para las localidades, siendo especialmente relevante la actividad turística ligada a la gastronomía. Más de 100 millones del gasto turístico, así como el 9% de las pernoctaciones en el medio rural se relaciona directamente con el sector de alimentación y bebidas.

El gasto turístico en las zonas rurales representan más de 100m€

Pero, además, el consumo y la actividad asociada al sector de los alimentos y bebidas se relaciona directamente con el mantenimiento de prestaciones y servicios básicos, claves para contribuir a la fijación de población, como hospitales y centros de salud, colegios, oficinas bancarias, tiendas y otros establecimientos, así como instalaciones para el ocio. De esta manera, según el Informe, gracias a los empleos dinamizados por el sector, se generan 1.943 millones de euros de consumo inducido.

Así, el impacto social que la industria genera en el conjunto de España es equivalente a 85.106 millones de euros. Es decir, por cada euro de valor añadido bruto directo de la industria de alimentación y bebidas se generan 3,22 euros de valor social asociado a la nutrición. Trasladado a la España Vaciada, el impacto de la industria en el bienestar de su población es de 8.887 millones de euros.

Dada la trascendencia de las empresas de alimentación y bebidas en las zonas menos pobladas, la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas lanza una serie de propuestas para el impulso y la estabilidad de su labor en la España Vaciada.

Así, el sector considera necesario los incentivos fiscales para promover la actividad económica, así como el equilibrio que evite penalización con impuestos sobre actividades claves en la dinamización de estas zonas, tales como la hostelería o la restauración, entre otras. En este sentido, es necesario la protección de la cadena alimentaria como un sector de gran valor en general para nuestro país, pero aún más en estas zonas, y evitar la demonización de sus productos y de toda su actividad.

Asimismo, es esencial apoyar el emprendimiento, dar facilidades a la reindustrialización de zonas rurales y estimular el relevo generacional. Para ello, es necesario aligerar el acceso a las gestiones administrativas y ofrecer servicios de asesoría y formación que permita el progreso de los negocios.

Finalmente, hay que promover la incorporación del medio rural en una economía conectada, eficiente y sostenible. Para ello, estos municipios deben contar con nuevas infraestructuras, una red de comunicaciones y transporte mejorada y medidas que faciliten la integración sostenible. Igualmente, profundizar en nuevas oportunidades de negocio, como la promoción turística gastronómica, contribuyendo a proteger y valorizar actividades tradicionales como identidad cultural(Noticias AgroPecuarias).

FUENTE: Eurocarne

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