Estiman un aumento de más de 10% para el algodón

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Con buenos precios, la CAA espera alcanzar alrededor de 500 mil/ha sembradas. Advierten sobre la ‘limitante’ de tener ‘un material genético muy atrasado’.

RESISTENCIA (NAP). El sector algodonero de Argentina consolidó su proceso de recuperación con buenos rendimientos y precios internacionales elevados, tras la fuerte crisis que vivió la actividad durante la primera mitad de 2020 por la pandemia de coronavirus, por lo que se proyecta un crecimiento superior al 10% en el área sembrada para la próxima campaña, hasta las 500.000 hectáreas.

Así lo estimó el presidente de la Cámara Algodonera Argentina, Carlos Almiroty, a la vez que realizó un repaso de la actividad durante 2020, año en que irrumpió la pandemia de Covid-19 en el país.

La producción de algodón se lleva a cabo casi con exclusividad, en las provincias del norte, especialmente en Chaco, Santiago del Estero y Santa Fe, aunque también hay explotaciones en Formosa, Salta y San Luis.

Según indicó Almiroty, en la campaña que acaba de concluir se sembraron entre 430.000 y 450.000 toneladas, en línea con el anterior ciclo, y se obtuvo una producción de 300.000 toneladas de fibra, las cuales se destinaron casi en parte iguales al mercado interno y el externo.

“Hay una intención y una perspectiva para la campaña que viene que apunta a superar los que se sembró este año. La implantación comienza el mes que viene y podría llegar a las 500.000 hectáreas”, anticipó Almiroty.

Estas buenas perspectivas no se percibían el año pasado, cuando el comienzo de la pandemia golpeó con fuerza al sector al conjugarse una marcada caída de los precios internacionales con el cierre del mercado interno y una menor demanda externa.

“Los precios internacionales se desplomaron, como el conjunto de los commodities. En un primer momento fue un shock donde se paralizó todo y peor que la caída del precio fue que le bajaran la llave térmica (al mercado interno), sin poder vender nada, porque estaba todo cerrado”, relató Almiroty.

“Por suerte, indicó, más allá de los precios destruidos el comercio internacional siguió y se pudo exportar, mientras que el regreso de los trabajadores a las fábricas textiles se produjo en mayo (de 2020), por lo que hubo casi un mes y medio en que nuestra industria estuvo imposibilitada de trabajar”.

Si bien el primer semestre del año pasado fue “muy crítico en cuanto a precios, a partir de la mitad de 2020 se empezaron a recuperar”, agregó el empresario.

En ese sentido, sostuvo Almiroty, “la industria nuestra volvió a operar, recuperamos la otra pata de nuestro negocio y la situación tendió a normalizarse, a estar todos en la producción y en plena demanda”.

“Conforme a eso, los precios empezaron a subir y se han recuperado y en este año ya tuvimos valores muy buenos, históricos”, comentó.

Según recordó el empresario algodonero, en abril del año pasado el precio internacional del producto fue US$ 1,10 por kilo, mientras que ese valor subió a US$ 1,40 en octubre último y ya llega a US$ 1,90.

Es por esto y por los buenos rendimientos en campo, a pesar del clima seco, y por la buena calidad del algodón que se obtuvo, sumado a los precios, que “existen expectativas de creciemiento porque es un sector sano, que invierte y le está yendo bien”.

Almiroty mencionó, sin embargo, como un factor limitante, “la falta de una Ley de Semillas, que hace que no tengamos la última tecnología en simientes. Estamos utilizando material genético muy atrasado respecto a nuestros competidores”, concluyó. (Noticias AgroPecuarias)

Por Juan Manuel Colombo. Publicado en Télam

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