El Inta desarrolló un maíz para el noreste

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Es un maíz amarillo que se puede emplear en harinas destianadas platos regionales de origen guaraní. También se destaca por su rendimiento.

FORMOSA (NAP). Un equipo de investigación del Inta El Colorado, en la provincia de Formosa, desarrolló un cultivar de maíz amarillo adaptado a la región, de alta calidad nutritiva y con alto rendimiento para la producción de harinas aptas para celíacos.

El cultivar fue bautizado Avatí Sa’yju -nombre guaraní-  y se “se trata de un germoplasma mejorado, pero adaptado a la zona agrícola de Formosa que se destina sobre todo a la alimentación humana y, en este caso, muy ligado a la cultura culinaria de la región ya que es ideal para la preparación de comidas típicas ligadas a las raíces de los pequeños productores formoseños”, dijo Diana Piedra, directora del Centro Regional Chaco-Formosa del Inta.

Platos tradicionales como la sopa paraguaya, el vorí vorí, el chipá guazú, el mbeju mestizo, la chipa so’o rellena con carne y otros panificados tienen a la harina de maíz amarillo como protagonista.

“Es una gran posibilidad que tenemos hoy de desarrollar este cultivo como una alternativa para los productores de la región, que pueda expandirse y nosotros desde lo institucional estamos acompañando este proceso”, dijo Pajuelo al resaltar la importancia del desarrollo.

Tras varios años de trabajo en mejoramiento genético se logró una variedad adaptada a la zona que atiende a aspectos vinculados con el tipo de suelo, clima subtropical, malezas, presencia de insectos plagas existentes en la región, entre otros.

Si bien el potencial de rendimiento de esta variedad es de entre 3.000 a 3.500 kilogramos por hectárea, menor a los maíces híbridos forrajeros, su rendimiento en producción de harina supera el 90% y cotizan entre dos y tres veces más en el mercado.

La harina de maíz amarillo reúne condiciones óptimas con elevada calidad nutritiva para la alimentación humana en general y para celíacos en particular; y un producto demandado en la región durante todo el año y comercializado a pequeña y gran escala, desde ferias y dietéticas hasta supermercados e hipermercados de la región.

Asimismo es un cultivar con capacidades para adaptarse tanto a los modelos productivos agroecológicos como a los intensivos; y los productores pueden obtener sus propias semillas.

Desde el Inta reconocieron que, si bien esta variedad permite cubrir la demanda regional, existe una demanda concreta para su expansión mediante transferencia técnica a Paraguay y Bolivia. (Noticias AgroPecuarias)

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