El feminismo rural ‘en construcción’, la meta del MRA

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La agrupación Mujeres Rurales Argentinas apunta a visibilizar el rol de la mujer en la ruralidad y trabaja en protocolos para atender los casos de violencia de género en el ámbito rural.

BUENOS AIRES (NAP, por Lola López*). Patricia Gorza es productora agropecuaria de 4ta generación en 9 de julio, provincia de Buenos Aires, donde administra su campo de 300 hectáreas, dedicando 100 ha a producir maíz, trigo y soja, y las otras 200 hectáreas al ciclo completo con un rodeo Angus.

Patricia Gorza, sentada a la izquierda.

Es una de las impulsoras del grupo Mujeres Rurales Argentinas, que nació en 2019 como un grupo de wasap durante un encuentro provincial realizado en Saladillo. “Fuimos varias mujeres y entre mate y mate empezamos a charlar y pensamos que queríamos armar algo nosotras, un lugar donde nos sintiéramos representadas. Fue creciendo con el boca en boca y hoy somos mujeres de todo el país”.

Gorza apuntó que el objetivo de MRA “es la visibilización de la mujer rural real, la que vive en territorio, la que está en la ‘diaria’ de la ruralidad. No se trata sólo de dueñas del campo, sino de todas: la ingeniera agrónoma, la veterinaria, la docente, la huertera o la compañera de un peón rural, cuyo trabajo no está reconocido por nadie”. La mayoría del público urbano cree que la mujer rural es una mujer con capelina rodeada de vacas, pero somos todo un universo de mujeres.

Otro objetivo es luchar por los derechos y la equidad dentro del mundo rural, como el acceso al crédito, blanquear a las trabajadoras rurales y toda la economía de las mujeres, porque en MRA concebimos el empoderamiento a través de la libertad económica, que cada mujer genere su propio ingreso”.

Gorza acepta Cuando se le pregunta si se trata de un movimiento de “feminismo rural” pero aclara que “Está en construcción. Vamos aprendiendo escuchándonos entre nosotras para saber cómo lo vive cada una”.

“En esto no hay ‘grieta’ con lo urbano, porque todas hablamos de lo mismo: libertad económica, derechos, igualdad de sueldos, compartir tareas del hogar… Lo que difiere es la forma de plantearlo”.

La dirigente define que “la mujer urbana parte de una lucha que ya tiene un montón de conquistas. Por ejemplo, no le tiene miedo a la palabra feminismo, mientras que la mujer rural todavía la pronuncia con cierto resquemor, porque parece que ser feminista es ponerse a revolear el corpiño o ser ‘antihombre’, tal como se ha construido el estereotipo. Por eso es que estamos trabajando para cambiar ese prejuicio y reivindicar el feminismo como bandera de derecho a la igualdad”.

Sobre la reacción de los hombres frente al MRA, comentó que “hay un avance en los varones pero sigue siendo difícil y lento. Nosotras no somos muy bien vistas en el mundo masculino del agro; nos han acusado de hacer política partidaria por ser feministas pero justamente nuestra riqueza es la diversidad, ya que hay desde militantes del Pro hasta de la Cámpora, desde la agricultura convencional a la agroecología, de grandes productoras a trabajadoras rurales o pequeñas emprendedoras, porque lo que nos une no es la política partidaria ni el tipo de producción, nos une el ser mujeres y transitar situaciones comunes.

El problema de la violencia de género

Gorza describió que las realidades de las mujeres rurales son “muy diferentes, no es lo mismo la mujer de la región pampeana que la del norte del país o de la Patagonia profunda. Pero sí hay algo que atraviesa a todas las mujeres rurales todos los sectores sociales: la violencia de género”.

“En eso estamos trabajando mucho, por ejemplo en los protocolos, porque los que hay son urbanos: se le dice a la mujer agredida que vaya a la comisaría a hacer la denuncia, pero en el campo la mujer suele estar lejos y tendría que pedirle a su propio agresor que la lleve a hacer la denuncia…”

“Otro tema es que la policía rural no tiene protocolos acerca de cómo actuar en estos casos, entonces logramos avanzar con el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, en un protocolo para estos casos y para formar a los agentes de seguridad rural acerca de cómo proceder. Esto es muy importante, porque creemos que este protocolo nos va a dar la posibilidad de pedirlo en todas las provincias”. (Noticias AgroPecuarias)

*Periodista, licenciada en Comunicación. Publicado en www.sophiaonline.com.ar

 

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