La presencia del factor La Niña complica la siembra de maíz en Córdoba

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El precio del maíz para la cosecha temprana se espera que alcance los USD 159,5 por tonelada en abril de 2021.

CORDOBA (NAP) Pese a las dificultades climáticas esperadas en la provincia de Córdoba y su área de influencia por la falta de precipitaciones adecuadas para arrancar con la siembra de maíz, la Bolsa de Cereales esta provincia estimó que la superficie asignada al maíz se acercará a los 2,6 millones de hectáreas, un 1 por ciento más que en la última campaña y 11 por ciento más que en el último quinqueño.

Sin embargo la variable climática es la que más preocupa a los productores, de la cual dependen las siembras estivales que se desarrollarían en la fase La Niña según los pronósticos de IRI/CPC (International Research Institute for Climate and Society).

De acuerdo con el modelo GFS (Global Forecast System) se esperan precipitaciones débiles entre el 7 y 13 de octubre del 2020, en las zonas ubicadas en el centro y sur de Córdoba, consignó el informe de la Bolsa cordobesa  que se publicó este martes y al que accedió www.noticiasagropecuarias.com.

El precio del maíz para la cosecha temprana se espera que alcance los USD 159,5 por tonelada en abril de 2021, y para la cosecha tardía se prevea USD 148,5 por toneladas durante julio del mismo año, representando un incremento respecto a la campaña previa del 25% y 14% respectivamente.

El mayor valor del cereal, sumado a una mejor relación insumo-producto, permitiría una rentabilidad positiva del maíz en la campaña 2020/21.

Si bien el precio del cereal resulta tentador, es posible que la superficie se mantenga o aumente levemente debido a la fase climática La Niña que se viene desarrollando en todo el hemisferio sur y que representa actualmente la principal variable en la toma de decisión. La superficie estimada para la campaña 2020/21 representa un 32 % más que el promedio histórico (2008- 2020), y se espera que supere en un 11 % al promedio de las últimas 5 campañas.

De acuerdo con red de colaboradores del Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, las variables que mayor peso tienen a la hora de tomar la decisión de sembrar maíz u otro cultivo son, principalmente, la influencia climática (37%), la rentabilidad (33%), además de cumplir con las rotaciones adecuadas (14%), entre otras variables.

En cuanto al contexto climático para la campaña 2020/21, se consultaron los modelos que muestra el IRI/CPC donde se evidencia una fase Niña durante los meses de primavera en el hemisferio sur 2020/21, y a su vez se pronostica que esta condición continúe durante el verano.

Al analizar las temperaturas de la superficie del mar (TSM) en el Pacífico ecuatorial, desde finales de abril, se vienen presentado anomalías negativas con respecto a sus valores normales, y desde inicios de septiembre se observan cambios en los patrones de viento, evidenciándose una respuesta atmosférica.

Como consecuencia de dichas anomalías, se espera que la campaña se desarrolle en condiciones de la fase La Niña, con una probabilidad que supera el 70% durante el verano en el hemisferio sur.

Los mejores precios del cereal y un menor costo directo por el abaratamiento de los insumos y tareas de cosecha podrían resultar en una rentabilidad positiva del 21% en el caso del maíz temprano.

En época de siembra, debe considerarse que la relación insumo producto mejoró un 20% en relación con la campaña previa, tanto por el mejor precio del cereal como por la caída en el costo de insumos como el fosfato y el combustible.

Con respecto al precio del cereal, trepó rápidamente en los meses previos y se espera que su valor alcance los USD 159,5 por tonelada para abril de 2021, 25% más que en la campaña previa. Esto implicaría un precio relativo soja/maíz de 1,6, indicando que con cada tonelada de soja sería posible adquirir 1,6 toneladas de maíz.

Este ratio se ubicó cerca de 1,7 en la campaña 2019/20 y a su vez se encuentra por debajo del promedio histórico, sugiriendo que el precio del cereal se ha estado fortaleciendo a comparación de la oleaginosa.

Los mejores precios del cereal y un menor costo directo por el abaratamiento de los insumos y tareas de cosecha podrían resultar en una rentabilidad positiva del 21% en el caso del maíz temprano, y del 4,4% para el maíz tardío, considerando un rendimiento histórico.

Hay que tener presente que los rendimientos utilizados surgen de promedios históricos, por lo que debe considerarse la posibilidad de que ante adversidades agrometeorológicas los rindes sean menores, y la rentabilidad se vea afectada (Noticias AgroPecuarias).

 

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