Reconocidos médicos destacaron la importancia del consumo de carne vacuna

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Cormillot y Tartagione alertaron sobre las dietas veganas en mujeres embarazadas y se refirieron a la “mala prensa” que a veces se instala en los medios sobre el consumo de carne.

BUENOS AIRES (NAP). Durante la segunda jornada del seminario internacional “El desafío de la carne vacuna en el mundo poscovid-19” un seminario internacional virtual que realizó el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, se llevó a cabo un panel sobre la importancia del consumo de carne para la salud de las personas en el que disertaron los médicos Alberto Cormillot (Director General de la Clínica de Nutrición y Salud Dr. Cormillot) y Jorge Tartaglione (Presidente de la Fundación Cardiológica Argentina).

Cormillot remarcó que “La carne es una pertenencia, la tradición gastronómica y la identidad colectiva” del hombre a lo largo de la historia y resaltó con su carisma y buen humor que “el asado no es argentino: el asado es la primera comida que comió el hombre hace un millón de años”.

“Yo tomé el tema de la salud, pero fíjense todo lo que interviene cuando hablamos de carne, están los factores nutricionales, las energías y las proteínas que da carne, vitaminas y minerales” –continuó para retomar el análisis antropológico de la evolución de los seres humanos-.

Según el médico mediático, gracias al consumo de carne “el hombre no necesitaba un aparato digestivo tan largo, que era muy efectivo, muy eficiente, porque tenía que sacar calorías de raíces. Ya no necesita tanto intestino y puede tener más cerebro”.

El especialista destacó los valores nutricionales de la carne: “las proteínas, las vitaminas, los minerales, todo esto ayuda al mantenimiento de la masa muscular, producción de enzimas, de hormonas, energía, sistema nervioso central, las defensas; bueno, el hierro, el zinc, las vitaminas del grupo B, las proteínas, son importantes para las defensas. Ayudan a proteger la piel, previenen la anemia y el desarrollo de cerebral”.

“Un bife de 100 gramos cubre el 30% de las proteínas, el 4% de las grasas, vitaminas del grupo B en cantidad variable que puede ir del 20% al 60%, la B12 cubre el 85%, el 14% de hierro, y el 45% de zinc. Tiene selenio también”.

Según Cormillot, la carne y la clara de huevo “son las proteínas más completas” porque “tienen todos los aminoácidos necesarios para una alimentación saludable”. “Con respecto al hierro, se la destaca porque la anemia, a nivel mundial es un problema crítico y las personas que comen un poco de carne están haciendo prevención de la anemia”.

El consumo de carne “tiene sus aspectos importantes en el niño, en el embarazo y en el adulto mayor. En la niñez, es indispensable, un chico que no tenga hierro es un chico que se distrae, un chico que rinde menos en el colegio”, aseguró.

Madres veganas

Los problemas que puede acarrear el veganismo, especialmente en madres embarazadas, fue otro de los aspectos destacados por Cormillot: “La embarazada tiene que consumir 300 calorías más, más o menos, hay que poner un tope de engorde, pero cuidado con el hierro y ‘cuidado’ con el calcio porque son los dos minerales especialmente necesarios, y las proteínas también”.

Cormillot citó que en 2019, un estudio del Hospital Garrahan demostró que los lactantes hijos de madres veganas o vegetarianas tienen mayor riesgo de deficiencia grave y compromiso neurológico, siendo la falta de vitamina B12 uno de los riesgos más graves en dietas que no incluyen la proteína animal.

Por último, Cormillot se refirió a los ataques que sufre la carne cuando se la asocia al desarrollo de ciertas enfermedades y fue concluyente: “Lo que se vio en los estudios mejor diseñados, o sea, que siguen todo un reglamento y hay más exigencias para analizarlos, muestra que la relación con los factores de riesgo con la enfermedad cardiovascular y cáncer también, son débiles e inconsistentes”.

“La relación con el cáncer de colon no es conclusiva, y a mejor diseño del estudio, menor probabilidad de asociación”.

Además, el médico aseguró que en los países con menor consumo de carne (como India, Gamba, Afganistán, Siria, Lanka y Mozambique), la expectativa de vida es mucho menor.

Los desafíos a la hora de comunicar

Por su parte, Tartaglione comenzó su disertación preguntándose por qué bajó el consumo de carne vacuna en la Argentina.

Según el especialista, existen varios factores: el poder adquisitivo, una alta cantidad de mensajes para aumentar el consumo de frutas y verduras, una gran campaña de reemplazo de la carne vacuna por pollo o cerdo, el avance de la moda vegana y, por último, una mala prensa con mala información que la Organización Mundial de la Salud divulgó en 2015 diciendo que las carnes rojas y las procesadas eran cancerígenas.

“Las personas están sobre informadas, mi desafío es revertir esa sobreinformación -y, en el caso puntual de la carne, que puede hacer mal- como médico y como comunicador. Transformar esa información en una conducta saludable”, dijo.

Tartaglione planteó que “es saludable hacer actividad física, alimentarse correctamente, no fumar, tener el colesterol normal, controlar el estrés y no tener sobrepeso. Pero a la persona común le es saludable comerse un asado con amigos, disfrutar al aire libre, ir a una fiesta, alimentarse con vínculos. Entonces, como médico, tengo que combinar la comunicación de una alimentación saludable pero que también se incorpore dentro de lo que es un vínculo”.

Durante su exposición recalcó que “los medios de comunicación hoy son la principal fuente de información en salud, ahora se incorporan las redes sociales” y aseguró que “deben comunicar profesionales de la salud, personas serias, periodistas serios, gente que tenga atrás un background”.

Sobre el final de su ponencia, recordó una investigación de 2007 que llevó a cabo junto al IPCVA sobre carne y colesterol, y contó que cuando se le pregunta a las personas las razones por las que no realizan una dieta equilibrada, la mayoría contesta que por falta de recursos o falta de tiempo.

Para Tartaglione, es necesario comunicar entonces que la carne “tiene buen precio, es rápida de cocinar y aparte es saludable”. Es necesario comunicar “todos estos componentes tiene la carne vacuna argentina: proteínas, vitaminas, minerales, ácidos grasos”, agregó.

”Hay que que hacer investigaciones y mostrar la investigación desde el punto de vista cardiológico más grande que se hizo a nivel mundial”, aseguró, refiriéndose al trabajo realizado conjuntamente con el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina y que está disponible en la web www.ipcva.com.ar

En dicho estudio quedó claro, de acuerdo al cardiólogo, que el consumo de carne “no produce alteraciones metabólicas significativas, en el contexto de un plan de alimentación balanceado es posible comer una vez por día carne bovina, no es un dato menor”.

“Lo que yo creo es que hay que revertir la información errónea, debemos revertir la información errónea, cambiarla”, concluyó. (Noticias AgroPecuarias)

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