Y se armó la polémica ‘ambientalista’ por las negociaciones entre Argentina y China por carne porcina

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Investigadores y activistas advierten acerca de los peligros del posible acuerdo. Cancillería respondió que sería bajo ‘las normas de protección ambiental’.

LA PLATA (NAP). Bajo la premisa “No queremos transformarnos en una factoría de cerdos para China ni en una fábrica de nuevas pandemias”, investigadores, activistas, ambientalistas y figuras públicas adhirieron una campaña que busca frenar un potencial acuerdo para que Argentina produzca y exporte al país asiático 9 millones de toneladas de carne porcina “de alta calidad”.

Desde Cancillería, en tanto, resaltaron que “no hay acuerdo aún” y adelantaron que, de concretarse, será “con las normas de protección ambiental” que rigen en el país.

“Estamos muy entusiasmados con la oportunidad económica que significaría para la Argentina”, agregaron a Infocielo los voceros del Gobierno, y manifestaron preocupación por “la información falsa” que circula en la web, aunque sin detallar cuáles de los puntos que advierten los firmantes son erróneos.

La polémica surgió la primera semana de julio, cuando el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto anunció la “asociación estratégica” con el área de Comercio de la República Popular China para brindarle una “absoluta seguridad de abastecimiento durante muchos años”. ¿El objetivo de China? Recuperar el stock que tenía antes de que la Peste Porcina Africana golpeara al país dos años atrás.

“No podemos aceptar que, en nombre de la reactivación económica o en el altar de las exportaciones, la Argentina se convierta en una factoría de cerdos para China (o para quien sea). Los criaderos industriales de animales ilustran un modelo agroindustrial cruel e insustentable que no solo genera focos de contaminación en el plano local y regional, sino que también se convierten en incubadoras de nuevos virus altamente contagiosos y, por ende, en fábricas de nuevas pandemias”, manifiesta el documento de la campaña, firmado por investigadores, nutricionistas, abogados, médicos, ambientalistas y más profesionales.

Además, compara la medida con la introducción de soja transgénica en 1996. “Esas semillas que solo crecen en combinación con un paquete de venenos”, describe. Y agrega: “Esa soja que hoy ocupa el 60 por ciento de la tierra cultivada del país, que empuja el desmonte en las provincias del norte volviéndonos uno de los 10 países con más deforestación del mundo”.

En este marco, asegura que el posible convenio alejaría aún más al país de la soberanía alimentaria, ya que las tierras quedarían ocupadas “no solo por los granos transgénicos que se exportan para alimentar animales, sino también por los galpones que encierran a esos animales, que luego terminan exportándose, mientras la producción alimentaria local, de economías regionales y producción de alimentos sanos, sigue marginalizándose”.

Entre los firmantes de la campaña también se encuentra la periodista Soledad Barruti, quien difundió un video en el que además de resumir la problemática ambiental y sanitaria, detalla el trato “infernal” que reciben los animales en la industria. “Nacen, se les extraen los colmillos sin anestesia y se les corta la cola porque es tal el estrés que les va a provocar la vida que les espera en estos corrales de engorde que van a empezar a comerse unos a otros”, cuenta.

“Una cerda da unos 12 ó 14 cerditos cada 6 meses. Para hacerlo, las sostienen en jaulas de gestación: pasa toda su vida en una jaula del tamaño de su propio cuerpo, parada mientras está gestando y acostada mientras está pariendo y amamantando a sus cerdos”, agrega, y advierte que “estamos a tiempo de hacer correr la voz y poner un límite”. (Noticias AgroPecuarias)

Publicado en Infocielo.

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