Es complejo el avance de las negociaciones por la deuda

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En el oficialismo está fuera de discusión que el dólar tiene que ser competitivo, que las tasas de interés tienen que promover la inversión productiva.

BUENOS AIRES (NAP, por Carlos Saggiaro*) El economista Carlos Saggiaro analizó en un informe especial las perspectivas de la economía argentina frente a las negociaciones que el gobierno lleva adelante con el FMI y los bonistas, que espera anunciar en marzo próximo.

En tanto, la actividad agropecuaria revirtió la tendencia que se esperaba a principios de año con la caída de los valores de los granos en la Bolsa de Chicago y en la Bolsa de Nueva York, a lo que se debió sumar la caída del precio del barril de petróleo en Londres, a partir del avance del coronavirus que ya comenzó a impactar en el precio de los commodities.

El proceso de negociación con el FMI y los inversores privados es ciertamente complejo y delicado y hasta que no esté definido resulta muy difícil adivinar el probable nivel del gasto público, las tasas de interés y hasta la probable cotización del dólar durante el presente año.

El Gobierno Nacional acaba de anunciar un cronograma ciertamente muy optimista que establece que en la primera semana de marzo estará determinada la estructura final de la oferta argentina, y que en la cuarta semana del mismo mes expirará el período de aceptación.

En el oficialismo está fuera de discusión que el dólar tiene que ser competitivo, que las tasas de interés tienen que promover la inversión productiva, y que el gasto público tiene que apuntar a reactivar la Economía. Pero una cosa es la tendencia de estas variables, que está bastante clara, y otra cosa es la magnitud que las mismas tendrán en la práctica, lo cual está supeditado, como ya se expresó, al proceso de negociación de la deuda, sobre el que aún persiste un alto nivel de incertidumbre.

Mientras tanto, el Gobierno se encuentra con que no todas las variables se acomodan según lo previsto. Todo parece indicar que la inflación de enero se ubicará en torno al 3%, un número elevado, pese a los precios cuidados, el congelamiento de tarifas y la estabilidad del dólar oficial. La expectativa de Alberto Fernández era poder anunciar para este primer trimestre del 2020 una inflación por debajo de la que había mostrado la gestión de Macri en el último trimestre del 2019. Pero ahora está en duda que los números puedan acompañarlo en esa dirección.

Sin embargo, a nuestro juicio, la preocupación central del Gobierno a nivel económico está situada en la resistencia que muestra el actual proceso recesivo, que ya lleva más de 20 meses consecutivos, con una profundidad que no se veía desde comienzos del presente siglo.

La incertidumbre afectó prácticamente a todos los mercados, tanto a nivel de commodities como así también a las bolsas y los mercados financieros de casi todo el Planeta.

Si la Economía Argentina no muestra síntomas de una visible reactivación a lo largo de los próximos meses, cada vez más sectores productivos mostrarán serias dificultades para seguir adelante. La mayor parte de las consultoras estiman que la reactivación se dará recién a partir del segundo semestre del año.

El problema para el Gobierno Argentino es que la negociación de la deuda condiciona, como ya expresamos, el margen de maniobra para aplicar políticas que apunten a reactivar la Economía. En ese contexto, la inflación pasa a ser un problema secundario, frente a la necesidad de reactivar el sistema productivo. Para quienes conducen la política económica en este momento, está claro que la inflación es mala, pero en las actuales circunstancias, peor es la continuidad del proceso recesivo, sobre el que se impone trabajar en lo inmediato.

Mercados Agropecuarios

Las perspectivas optimistas que mostraba el mercado de granos en Chicago a comienzos de año se derrumbaron en tan sólo una semana, a partir del avance del Coronavirus en China y la aparición progresiva de nuevos casos en diversas regiones del planeta.

Al momento de emitir este informe el Gobierno Chino mantiene en cuarentena a unos 40 millones de habitantes, pero en un contexto de alta incertidumbre con respecto al alcance de la epidemia, tanto en China como en otros países, especialmente en el Sudeste de Asia.

La incertidumbre afectó prácticamente a todos los mercados, tanto a nivel de commodities como así también a las bolsas y los mercados financieros de casi todo el planeta. Desde la semana pasada, hubo retrocesos en la cotización de la soja en Chicago, en la Bolsa de Nueva York, y el barril de petróleo volvió a situarse por debajo de los 60 dólares en Londres.

Predecir como continúa esta película en el corto plazo es prácticamente imposible. Si tomamos como experiencia los ejemplos similares anteriores, como fue la influencia aviar, la gripe A, o la más reciente gripe porcina africana, hay que decir que tras un escenario de bajas muy pronunciadas, los mercados luego se estabilizan y recomponen progresivamente la situación, lo cual es especialmente relevante en el caso de los Commodities.

En el plano local, mientras tanto, el mercado de granos también suma una fuerte incertidumbre en relación al futuro de la empresa Vicentín, que acumula deudas que podrían acercarse a los 1.500 millones de dólares, con una amplia gama de actores, entre bancos, proveedores, corredores, acopiadores y productores agropecuarios.

La salida de la actual situación aparece como muy compleja, pero en los próximos días quedarán planteadas novedades, incluso en el plano judicial. A nuestro juicio, la empresa es ciertamente inviable de cara al futuro (Noticias AgroPecuarias).

  • El informe del economista Carlos Saggiaro, fue publicado por el portal de noticias “El tambero de los jueves”, del grupo  Todo Agro

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