En San Juan desarrollan un trigo tolerante a sequía

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Por el clima propio de la región, el Inta San Juan está realizando ensayos de estrés hídrico para evaluar las variedades de trigo que mejor puedan soportar tales condiciones sin perder rendimientos drásticamente.

SAN JUAN (NAP, por Alejandro Acosta*). El Inta San Juan trabaja en la identificación de variedades de trigo tolerantes a sequía y por otro lado generando nuevas variedades a través de cruzamientos, mutaciones y transgénesis.

En la Estación Experimental San Juan se están realizando, hace ya varias temporadas, ensayos de sequía en trigo con el objetivo de identificar genotipos tolerantes. Aunque algunas zonas de la provincia, como el valle de Jáchal, tienen una historia relacionada con el cultivo, en la actualidad no es una actividad productiva de relevancia.

Sin embargo, son las condiciones de extrema aridez de nuestra provincia las que posicionan a la zona como “ideal” para la realización de ensayos a campo relacionados con el estrés hídrico o sequía.

San Juan posee un clima seco, de escasas precipitaciones, que anualmente no superan los 100 mm, además de presentar una importante amplitud térmica, anual y diaria. Estas condiciones resultan esenciales debido a que los elevados niveles de precipitación existentes en las principales regiones productoras dificultan y en algunos casos impiden totalmente el estudio de diferentes genotipos de trigo ante situaciones de estrés.

En un contexto de cambio climático donde se prevén escenarios con incremento de la temperatura, aumento de la evapotranspiración, escasez de agua e irregularidad de las precipitaciones, es de gran importancia contar con variedades capaces de producir en condiciones limitantes. La evaluación, identificación y selección de genotipos de trigo en la EEA San Juan se enmarca en el programa de mejoramiento de trigo de Inta a nivel nacional.

La demanda mundial se incrementa conforme aumenta la población. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se espera que para el año 2050 se necesite un 60% más de alimentos para cubrir la demanda de la población mundial. Frente a la creciente escasez y deterioro de la calidad de agua sumado a los efectos del cambio climático, es de gran importancia mejorar la eficiencia en el uso del agua de los cultivos.

Efectos de la sequía

La cantidad de agua que el trigo necesita para obtener rendimientos que hagan rentable la actividad, está en el orden de los 450 mm anuales, condición que se cumple en la región pampeana. Sin embargo, en las últimas décadas han ocurrido eventos de sequía severos que han impactado en la producción.

Tratando de encontrar opciones para minimizar el impacto a estos eventos de sequía se conducen en la EEA San Juan ensayos de sequía controlada donde se evaluaron genotipos comerciales de trigo, aplicando el estrés en diferentes momentos del ciclo del cultivo y evaluando luego los rendimientos.

Este tipo de ensayos permite detectar genotipos que tienen buenos rendimientos si las condiciones climáticas son óptimas y que bajo una situación de estrés no disminuyen tanto sus rindes.

En los ensayos realizados en San Juan por el equipo de trabajo conformado por Mónica Ruiz, Mariana Balmaceda, Sandra Páez (foto), Alfredo Neci y Eduardo Soria se observó que una sequía severa causa pérdidas de rendimiento cercanas al 50% en las variedades no tolerantes, mientras, que si se utilizan variedades tolerantes las pérdidas se pueden disminuir a sólo el 10%.  (Noticias AgroPecuarias)

*Ingeniero agrónomo. Publicado en Diario de Cuyo.

 

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