Primavera y verano muy lluviosos en las regiones anegadas; en otoño podría aparecer La Niña

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La BCBA informó que se está enfriando el océano Pacífico, pero se mantiene alta la temperatura del Atlántico, lo cual mantiene las precipitaciones.

BUENOS AIRES (NAP). La Bolsa de Cereales de Buenos Aires publicó este miércoles su Perspectiva Agroclimática 2017/2018 en el área del Cono Sur y que presenta un escenario que abandona el fenómeno El Niño que imperó en los últimos dos años, y evoluciona hacia un estado frío que podría convertirse en una posible La Niña (período más seco).

El informe fue elaborado por el ingeniero agrónomo experto en climatología Eduardo Sierra, quien puso sus reparo al recordar que “a igual fecha del año pasado se anunció una tendencia similar, pero la misma no se concretó y la temporada 2016/2017 observó precipitaciones casi tan intensas como las observadas en el episodio de El Niño de 2015/2016”.

“Por lo tanto, será prudente continuar vigilando la evolución del clima hasta tanto pueda arribarse a un diagnóstico certero”, agregó.

Lo concreto es que durante el otoño y el invierno 2016, el Océano Pacífico se enfrió considerablemente. La mayoría de los centros de pronóstico coinciden en la posibilidad de que este proceso continúe a lo largo de los próximos meses, dando un escenario ‘Neutral Frío’ que, de continuar el proceso, podría convertirse en una ‘La Niña’, que alcanzaría su pleno desarrollo hacia el otoño de 2018.

“En cualquier caso, el progresivo enfriamiento del Océano Pacífico apunta a una gradual moderación de las precipitaciones, permitiendo la reducción de los anegamientos que afectan a extensas zonas. No obstante, el notable calentamiento que aún exhibe el Océano Atlántico indica que, al menos la primavera continuará recibiendo precipitaciones significativas”, explicó Sierra.

La perspectiva hasta el invierno 2018 es la siguiente:

Primavera 2017

En el sur del Brasil, la Región Oriental del Paraguay, el este de la Región del Chaco, la Mesopotamia, la mayor parte de la Región Pampeana y el Uruguay esta evolución provocará precipitaciones inferiores a lo normal, pero el calentamiento que exhibe el Océano Atlántico compensará en parte este efecto negativo, dando un escenario, algo perturbado, pero cercano a la media.

Las áreas afectadas por anegamientos (círculo blanco) experimentarán precipitaciones locales superiores a las que indica la perspectiva regional.

Por su parte, según es normal en el escenario de “La Niña, el área agrícola boliviana, el centro y el norte del Brasil, el Chaco Paraguayo, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, Cuyo y el extremo occidental de la Región Pampeana experimentarán precipitaciones superiores a lo normal.

Adicionalmente, la circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada.

Por un lado, se producirán largos períodos cálidos, con riesgo de tormentas severas con granizo, vientos y aguaceros torrenciales.

Por otro lado, tendrán lugar cortos pero muy intensos descensos térmicos, con riesgo de heladas primaverales en gran parte de La Argentina y el Uruguay, aunque sin llegar a Bolivia y el Paraguay.

Verano 2018


Durante el verano, se acentuarán los rasgos señalados para la primavera.

En el sur del Brasil, la Región Oriental del Paraguay, el este de la Región del Chaco, la Mesopotamia, la mayor parte de la Región Pampeana y el Uruguay esta evolución provocará precipitaciones inferiores a lo normal. Aunque, pero el calentamiento que exhibe el Océano Atlántico compensará en parte este efecto negativo, es probable que las precipitaciones se mantengan en valores algo inferiores al promedio.

Las áreas afectadas por anegamientos (círculo blanco) experimentarán precipitaciones locales superiores a las que indica la perspectiva regional.

Por su parte, según es normal en el escenario de “La Niña, el área agrícola boliviana, el centro y el norte del Brasil, el Chaco Paraguayo, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, Cuyo y el extremo occidental de la Región Pampeana experimentarán precipitaciones superiores a lo normal.

Adicionalmente, la circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada, alternándose largos períodos cálidos con cortos pero muy intensos descensos térmicos, con riesgo de heladas primaverales en gran parte de La Argentina y el Uruguay, aunque sin llegar a Bolivia y el Paraguay.

Por su parte, según es normal en el escenario de “La Niña, el área agrícola boliviana, el centro y el norte del Brasil, el Chaco Paraguayo, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, Cuyo y el extremo occidental de la Región Pampeana experimentarán precipitaciones superiores a lo normal.

La circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada, alternándose largos períodos cálidos con cortos pero marcados descensos térmicos, que darán oportunas pausas en la ola de calor.

Otoño 2018


Durante el otoño 2018, los rasgos impuestos por el enfriamiento del Océano Pacífico alcanzarán su plena expresión, aunque por el momento no es posible evaluar con precisión si se alcanzará un estado de “La Niña”, o el escenario se mantendrá en un “Neutral Frío”.

Aunque los indicadores disponibles señalan un posible enfriamiento del Océano Atlántico, tampoco es posible qué grado alcanzará.

No obstante, puede señalarse que la tendencia general del proceso apunta a un escenario tipo “La Niña” que, en mayor o menor medida, presentará los siguientes rasgos:

En el sur del Brasil, la Región Oriental del Paraguay, el este de la Región del Chaco, la Mesopotamia, la mayor parte de la Región Pampeana y el Uruguay esta evolución provocará precipitaciones inferiores a lo normal. Sólo las zonas (círculo blanco) afectadas por anegamientos experimentarán valores superiores a los que indica la perspectiva regional.

Este proceso, reduciría los anegamientos de campos bajos, disminuyendo las pérdidas de superficie cultivada por anegamiento, moderando la presión de malezas, enfermedades y plagas, y favoreciendo considerablemente las tareas de cosecha.

Bolivia, el centro y el norte del Brasil, el Chaco Paraguayo, el NOA, el oeste de la Región del Chaco, Cuyo y el extremo occidental de la Región Pampeana experimentarán precipitaciones superiores a lo normal.

Como consecuencia, esas áreas productivas sufrirían problemas por excesos hídricos, que favorecerán las malezas, plagas y enfermedades, pero comenzarían la campaña 2018/2019 con buenas reservas de humedad.

Adicionalmente, la circulación entre el Ecuador y el Polo Sur continuará muy activada, alternándose largos períodos cálidos con cortos pero muy intensos descensos térmicos, con riesgo de heladas otoñales en gran parte de La Argentina, el sur del Brasil y el Uruguay, llegando a Bolivia y el Paraguay.

Conclusiones

El sistema climático muestra signos de estar evolucionando hacia un estado de La Niña pero aún no es posible evaluar si se completará en su totalidad o si quedará en un estado intermedio, tipo un Neutral Frío.

No obstante, debe tenerse en cuenta que el último episodio de La Niña tuvo lugar en la temporada 2011/2012, por lo que el fenómeno se encuentra sobre su período de retorno promedio, que es de siete años, lo cual incrementa significativamente su probabilidad de que su desarrollo alcance plenitud.

El desarrollo de un episodio intenso de La Niña, que cause una significativa reducción de las precipitaciones durante los próximos meses favorecería considerablemente la reducción de los anegamientos que afectan a vastas extensiones pero, al mismo tiempo, podría limitar el desarrollo de los cultivos en las zonas subhúmedas del sudoeste del área agrícola argentina, y determinaría que el inicio de la campaña 2018/2019 tuviera lugar con reservas hídricas escasas.

Por lo tanto, habrá que continuar una rigurosa vigilancia climática a fin de anticipar los posibles riesgos que irán emergiendo a lo largo de la temporada a fin de tomar las medidas que correspondan. (Noticias AgroPecuarias)

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