Impulsa programa de carnes saludables

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Las primeras experiencias se realizaron el el partido bonaerense  de Berisso. La implementación del programa es obligatorio en la ciudad de Buenos Aires

BUENOS AIRES (NAP) Un programa desarrollado por el Conicet, la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata y el IPCVA aportó mejoras en la situación de inocuidad de la carne vacuna en carnicerías de varias ciudades y provincias argentinas.

Desde el concepto de seguridad alimentaria, en su acepción vinculada con la inocuidad de los alimentos y particularmente con el objetivo de prevenir las enfermedades de transmisión por alimentos (ETA), especialmente aquellas que se transmiten a través de la carne vacuna, se VIENE desarrollando desde 2011, en diversas ciudades y provincias argentinas el programa Carnicerías Saludables.

Se trata de una iniciativa del Laboratorio de Microbiología de los Alimentos del Instituto de Genética Veterinaria (IGEVET), que depende del CONICET y la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y el IPCVA.

Sobre los avances en su implementación en diferentes regiones del país, Gerardo Leotta, médico veterinario, investigador y responsable del área de Seguridad Alimentaria y Microbiología aplicada a la Inocuidad de los Alimentos del IGEVET, disertó en el último seminario regional que el IPCVA organizó en San Miguel de Tucumán.

Leotta señaló que, si bien no hay datos oficiales, según estimaciones privadas, en 2005, en la Argentina las ETA produjeron 36.000 hospitalizaciones y 1.200 muertes, con un costo para el país que a valores de 2.015 sería de 5.000 millones de pesos anuales, contó la publicación especializada Americarne.

La tendencia de esta situación es migrar hacia una medicina preventiva, que debe tener un enfoque transdisciplinario sobre la base del conocimiento de las ETA que afectan a la población. Porque no queremos que la gente se enferme por consumir alimentos”, señaló Leotta.

Carnicerías Saludables es un progra¬ma destinado a mejorar la calidad de la carne bovina molida destinada a consumo minorista, como ins¬trumento para mejorar su calidad microbiológica y reducir los proble¬mas de importancia para la salud pública, y con el objetivo de lograr un cambio cualitativo de la manipu¬lación de carne desde las carnicerías.

El programa comenzó a implementarse en el 2011, en el par¬tido bonaerense de Berisso. Luego se sumaron los dis¬tritos de Tandil y Luján. Los tres lo hicieron a través de sus municipios y hospitales que son las fuentes de información para saber de qué se enferma la gente, junto al Hospital de Niños de La Plata.

También se sumaron la Universidad de Buenos Aires, las municipalidades de Trenque Lauquen y Bahía Blanca, y las dos ONG que luchan en la Argentina contra el síndrome uré-mico-hemolítico (SUH) -como una de las enfermedades emblemáticas que se transmiten por consumo de carne- y el IPCVA.

Leotta recordó que “si se corta un trozo de carne y luego se pica, a mayor superficie aumenta la posibi¬lidad de contaminación por bacte¬rias, más aún si no se la cocina bien, quedando cocida en la superficie y crudo el centro de la carne picada. Por eso se la considera como el pro¬ducto de mayor riesgo”, precisó.

Para cuantificar ese riesgo se rele¬varon las condiciones del local, los equipos y herramientas, el personal, las materias primas y productos a la venta, y el flujo de la carne -desde que ingresa la carne a la carnicería hasta que se lo lleva el consumidor-. Así las carnicerías se calificaron por su riesgo alto, bajo o moderado.

En Berisso se capacitaron 213 carniceros en 12 capacitaciones colec¬tivas -con personal de 65 carnicerías- y otras 110 individuales, en cada carni¬cería. “Nosotros aprendimos muchí¬simo compartiéndoles las soluciones posibles y las carnicerías aprendieron qué tenían mal en su local”, puntualizó Lotta.

A partir de la aplicación del Programa, en Berisso, en 2011 hubo 150 casos de diarreas agudas, en 2012, bajó a 62 y en 2013, a 51 casos. Estos datos marcarían una mejora a partir de una posible contribución del programa, pero no lo podemos afirmar ni evaluar por falta de datos, porque en el Hospital de Berisso no se diagnostican todas las bacterias”.

Entre 2013 y 2014 también se trans¬firió el programa Carnes Saludables a varias provincias y ciudades. Tal los casos como Viedma, (Río Negro), Entre Ríos, Santiago del Estero, Córdoba, Resistencia (Chaco) y Tucumán, donde también se incluyó a los frigoríficos de tránsito provincial, agregando un esla¬bón clave de la cadena.

Además fue adoptado en forma obligatoria por más de 4.500 carnicerías, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con el programa, des¬cubrieron que entre un 10 a 15% de la carne que se vendía en las carnicerías porteñas tenía escherichia colli, el principal agente etiológico del SUH. 


Desde el IPCVA, junto a la  nación y las provinciales, a partir de 2015, se busca hacer extensivo este programa a todo el ámbito nacional con autoridades bromatológicas para que se comprometan a trabajar con sus carnicerías, abordando la problemática de la seguridad agroalimentaria en carnes.
(Noticias AgroPecuarias).

 EB

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