La avicultura celebra su liderazgo en consumo y pide condiciones para seguir creciendo

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Con más de 73 kg/ha/año, el sector se consolida como el mayor proveedor de proteína animal del país (carne y huevos). Pero eclama alivio fiscal, financiamiento y reglas claras.

(NAP) En el marco del Día de la Avicultura, celebrado este martes 2 de julio, las entidades que representan al sector –el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas y la Cámara Argentina de Productores e Industrializadores Avícolas– destacaron el rol estratégico de una cadena que conecta 18 provincias, da empleo directo e indirecto a más de 130.000 personas y abastece con alimentos accesibles y saludables al mercado interno y externo.

Actualmente, la carne aviar y los huevos suman un consumo de 68 kg por habitante al año (47 kg de pollo y 21 kg de huevos, equivalentes a unas 336 unidades), superando a la carne vacuna (45 kg) y a la de cerdo (20 kg).

Si se incluye el huevo como proteína, el consumo total de origen animal llega a 133 kg per cápita, uno de los más altos del mundo.

El sector produce 900 millones de pollos y más de 17.500 millones de huevos por año, lo que permite abastecer el mercado local y exportar a más de 75 destinos.

En total, las exportaciones avícolas alcanzan los 450 millones de dólares anuales, y Argentina se ubica como 8vo productor y 10mo exportador global de carne aviar, además de ocupar el segundo puesto mundial en consumo de huevos.

Obstáculos estructurales

A pesar de este desempeño, los referentes del sector advirtieron sobre una serie de trabas que frenan su crecimiento:

-Alta presión fiscal, con una carga impositiva que supera el 40% del precio final en algunos productos. En particular, el huevo es la única proteína animal gravada con el 21% de IVA, frente al 10,5% que tienen la carne bovina, porcina y el propio pollo.

-Contrabando en zonas de frontera, que distorsiona precios, afecta a los pequeños productores y pone en riesgo el estatus sanitario.

-Falta de acceso al crédito, esencial para modernizar instalaciones y sostener un crecimiento proyectado del 2% anual.

-Aumento de importaciones sin control sanitario adecuado, que generan incertidumbre.

-Necesidad de protocolos claros para la vacunación contra influenza aviar, sin comprometer mercados internacionales.

Los presidentes de Cepa y Capia, Roberto Domenech y Juan Kutulas, coincidieron en que la única vía para sostener la expansión del sector es a través de las exportaciones, que requieren políticas estables, infraestructura y condiciones para invertir.

Sustentabilidad y futuro
La avicultura argentina también se destaca por su bajo impacto ambiental. El huevo y el pollo nacional tienen la menor huella de carbono e hídrica dentro de las carnes de producción pecuaria, y 4 empresas ya cuentan con certificación internacional EPD (Declaración Ambiental de Producto).

Además, el sector invierte en innovación, bienestar animal y difusión científica a través de los centros Cicap (huevo) y CIN (pollo), que acercan información nutricional avalada a profesionales de la salud y consumidores.

“La avicultura argentina es parte de la solución: genera empleo, alimentos de calidad, valor agregado y divisas. Pero para sostenerlo se necesitan decisiones políticas concretas. Tenemos el potencial, pero también el límite”, concluyeron desde las entidades. (Noticias AgroPecuarias)

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