Escenarios favorables para el precio de la lechería

Aseguran que es necesario una readecuación de toda la cadena láctea. Además de mejorar la infraestructura industrial , si se considera que los competidores de Argentina multiplicaron la producción de leche en polvo.
(NAP)La última edición de Todo Láctea que se realizó entre el 13 y el 15 de mayo último, en Esperanza, Santa Fe, se constituyó en la vidriera de la lechería nacional y como ocurrió en los últimos tres años, esta fue la cuarta edición, se constituyó en el encuentro ideal para tomar el pulso aa actividad láctea
En ese sentido, el director ejecutivo del Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA), Jorge Giraudo, advirtió que el sector enfrenta límites estructurales para procesar y vender afuera. Mientras tanto, firmas extranjeras analizan ingresar en un entramado industrial atomizado pero con alto potencial.
“Tenemos un primer cuatrimestre, con un 11% y 12% más de producción, con respecto al año pasado, un consumo que había caído en 2024 para este periodo en casi 20% y de eso se ha recuperado la mitad. Por suerte viene mejorando”, sostuvo Giraudo.
En cuanto al mercado externo, el directivo afirmó que se plantea “un escenario muy favorable porque los precios internacionales son muy altos”, pero lamentó: “Si bien está mejorando, el tipo de cambio no ayuda lo suficiente y la preocupación está en que con este 10% más de producción, desde ahora al pico estacional de máxima, que es en octubre, vamos a tener una oferta de leche de 30% o 40% superior que el año pasado y necesitamos la válvula de la exportación, describió.
Si el tipo de cambio iría a la baja, va a ser muy desfavorable. La única manera de compensar eso, y que nosotros planteamos, es con la devolución de impuestos internos. Esto es la implementación de reintegros que, lamentablemente, lejos de subirlos, los han sacado”. Para Giraudo, “devolver los 10 o 12 puntos de impuestos internos podría hacer que el negocio se transforme y haga de la exportación una cuestión muy atractiva en un escenario internacional de menor producción y mayor demanda”.
“Con 6 o 7 puntos de reintegros cambia la ecuación. Una leche en polvo de 4.200 dólares, significarían 300 o 400 dólares de reintegro, que es el resultado del negocio”, consignó. Ese sólo aspecto, dijo, haría que una empresa prefiera aumentar exportaciones antes que “malvender en el mercado doméstico”. Actualmente, Argentina exporta a más de 80 países.
El director del OCLA aseguró que la lechería tiene “un ciclo pendular“, por el cual “crecemos en producción, pero como no la exportamos, rebota acá adentro y no se desarrolla la industria local”
Sin embargo adviritió que no todas las empresas están en condiciones de aprovechar el mercado externo. “Tenemos un grupo de empresas muy acotado que tiene posibilidades de generar un producto exportable. El 50% de la leche se destina a queso y solo se puede exportar un porcentaje muy reducido. Hay que pensar en desarrollar la lechería en todos sus aspectos”, argumentó.
En su análisis, Giraudo planteó la necesidad de una adecuación de toda la cadena láctea para impulsar el comercio exterior. “Si la válvula de escape es la exportación, hay que desarrollar el sector industrial desde el origen, desde el tipo de materia prima que hacemos. Me ha tocado calificar leches infantiles para China y es imposible cumplir con los requerimientos que ya no son sanitarios, son parancelarios: si no tenés un proceso de trazabilidad casi perfecto, es imposible acceder a su mercado”.
“Hay que trabajar en toda la cadena y eso lleva tiempo. Hay mucha quesería que puede hacer esos productos, pero va a tener que aggiornarse para poder cumplirlo. Pasar de vender un queso de cualquier pasta en el mercado doméstico al mercado internacional, es un proceso complejo”, completó Giraudo.
Al respecto, advirtió que en 2024 se exportó el 25 % de la leche producida y que “superar el 35 % sería casi imposible”. Por lo tanto, para cumplir con una proyección de crecimiento del comercio exterior “habría que trabajar mucho, sobre todo en desarrollo de mercados y de industrias que provean esos mercados”.
Para el directivo, tanto en la producción primaria como en la industria argentina es necesaria la incorporación de tecnología. Y comparó: “Nosotros competimos con Nueva Zelanda, que tiene plantas de secado de 5 o 6 millones de litros de leche por día. Las plantas más grandes que se hicieron en los últimos años en Argentina tienen 500.000. Es 10 a 1”. Pero, además, “hoy ya son viejas”.
Sobre la eficiencia y competitividad del sector industrial argentino, Giraudo fue concluyente. Para exportar commodities, como queso en block o leche y suero en polvo, “necesitás más de 5.000 litros de leche por empleado para que la relación sea favorable”.
Sin embargo, en Argentina “esa media llega apenas a 1000, con lo cual es muy difícil poder empardarle, solamente tenés tres o cuatro industrias que pueden cumplir esos requisitos”.
En función del contacto que mantiene con las autoridades nacionales y provinciales del área lechera, consideró que “están haciendo lo posible” con las herramientas que tienen. Sin embargo, remarcó que a nivel nacional “está faltando un desarrollo más de la micro: por ejemplo cómo llega financiamiento, aporte de conocimiento y tecnología a esa industria que todavía no incursionó en el sector exportador”, consideró Giraudo.
El experto explicó que en todo el mundo la lechería está concentrada en “tres o cuatro empresas que manejan el marcado”. Mientras que en Argentina es al revés: está muy atomizada, con más de 700 industrias, “de las cuales el 10% de las empresas manejan solamente el 40% de la leche”.
De todas formas, indicó que “hoy se está dando un fenómeno de concentración“, proceso al que “no le tenemos miedo para nada”. Lo que está ocurriendo, dijo, es que hay una participación cada vez mayor de empresas multinacionales.(Noticias AgdroPecuarias)
(Fuente: Aire digital)