Jornada laboral de hasta 12 horas y otros puntos de la reforma laboral de Milei
La iniciativa reemplaza a la versión original que se había agregado en la Ley de Bases. Los principales objetivos son la flexibilización y la reducción de la informalidad.
(NAP) El presidente Javier Milei anunció que pondrá en marcha una nueva etapa de reformas estructurales, encabezada por la modernización de la legislación laboral, con el objetivo es transformar el sistema impositivo y de trabajo para estimular la inversión y reducir la informalidad.
Milei ya anticipó las medidas: “Para la reforma tributaria tenemos un plan para bajar 20 impuestos ahora, expandir la base imponible, de modo tal que, al bajar las alícuotas, no tenga sentido la evasión”.
“O sea, que la gente no quiera estar en lo informal. Pero antes, debe haber una modernización laboral, que no implica una pérdida de derechos”, explicó el Presidente el día posterior a la victoria en los comicios legislativos por América TV.
Acto seguido, lanzó una advertencia dirigida a los gremios: “Los sindicatos saben que esto no funciona, que si lo piensan como negocio están liquidados”. Según Milei, el nuevo esquema económico se apoya en el equilibrio fiscal, la reducción del gasto público y la flexibilización de las condiciones laborales.
El Gobierno retomó la propuesta presentada a fines de 2024 por la diputada libertaria Romina Diez (foto), una dirigente cercana a Karina Milei, bajo el título “Ley de promoción de inversiones y empleo”.
La iniciativa reemplazó a la versión original del oficialismo incluida en la Ley Bases, de la cual se habían eliminado 42 de los 58 artículos durante las negociaciones parlamentarias.
Según Ambito.com, el texto no incluye modificaciones sobre la recaudación sindical ni sobre la democracia interna de los gremios, temas que habían sido impulsados por legisladores del PRO y la UCR pero que quedaron fuera tras la tregua entre el Gobierno y la CGT en 2024.
El proyecto de Diez propone incentivos fiscales para pequeñas y medianas empresas, con el propósito de fomentar la contratación formal de trabajadores.
Además, introduce la posibilidad de fragmentar las vacaciones, aplicar bancos de horas y establecer mecanismos de flexibilidad laboral mediante convenios colectivos. También define nuevas pautas para licencias por enfermedad o accidente.
Puntos que continúan con la idea del DNU 70/23: en su letra chica, la iniciativa reproduce fragmentos del capítulo IV del DNU suspendido por la Justicia laboral y pendiente de resolución en la Corte Suprema.
Entre los aspectos más controvertidos, figura la extensión de la jornada laboral de 8 a 12 horas, la posibilidad de abonar parte del salario mediante vales o tickets, y la opción de pagar indemnizaciones o multas judiciales en hasta 12 cuotas.
Jornada laboral
En rigor, la cuestión del horario laboral es el siguiente: se propone un sistema –optativo– de jornadas distintas a las actuales. Se plantea que la duración máxima semanal podría distribuirse de formas distintas: con jornadas diarias más largas o menos días trabajados, siempre dentro de un límite semanal.
Por ejemplo, el proyecto reemplaza el artículo 168 de la Ley de Contrato de Trabajo para establecer que los trabajadores bajo ese régimen alternativo podrían cumplir el máximo semanal de 48 horas distribuidas de manera no tradicional.
En el proyecto de reforma de Diez aparece una cláusula que conserva “mínimos indisponibles de 12 horas de descanso entre jornada y jornada” como uno de los requisitos que los convenios colectivos deberán respetar.
En medios especializados se menciona que el proyecto que impulsa el gobierno busca habilitar jornadas de hasta 12 horas diarias, con “banco de horas” para compensar o distribuir horas extras, y establecer un tope semanal que podría llegar a 60 horas.
En paralelo, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, adelantó que el Ejecutivo planea revisar los convenios colectivos de trabajo, en especial los aportes obligatorios y la ultraactividad, principio que mantiene vigentes los acuerdos vencidos mientras no se firmen nuevos. También pretende que las negociaciones salariales se realicen por empresa y productividad, como ocurrió en la década del 90.
Con 35 años de trayectoria en el Grupo Techint, Cordero es uno de los principales responsables del rediseño laboral. Participó en la redacción del DNU 70/23 antes de incorporarse al Gobierno y responde directamente a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Durante su exposición ante el coloquio de Idea y en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, defendió su visión de “negociaciones dinámicas”, expresión que remite al enfoque de Domingo Cavallo durante el gobierno de Carlos Menem, cuando se vincularon los aumentos salariales a la productividad.
El proyecto completo publicado en la web de la Cámara de Diputados se puede leer en este link
La perspectiva de los sindicatos
Según Ambito.com, el presidente planea utilizar la iniciativa de Diez como base y complementarla con los aportes surgidos del Consejo de Mayo, donde participan representantes del sector empresarial y sindical, entre ellos Gerardo Martínez (UOCRA) y Martín Rappallini (UIA).
Sin embargo, la CGT ya manifestó un rechazo tajante. “La pretendida reforma laboral que impulsa el Gobierno como solución a todos los males que acumula nuestro país en materia económica no es más que la ratificación del Decreto 70/23 en su capítulo laboral, decisión inconsulta y que fuera oportunamente rechazada por la CGT y judicializada con éxito por nuestra central sindical”, advirtió Martínez en una carta pública.
Además, reiteró que “la CGT expresó un contundente y categórico rechazo a cualquier intento de reforma laboral, mucho menos aquellos inspirados en el decreto 70/23”.
Objetivos económicos
Para Milei, la reforma es un paso previo indispensable antes de avanzar con la reforma tributaria. Su meta, según remarcó en reiteradas oportunidades, es integrar a la economía formal a más de 8 millones de trabajadores informales, reduciendo los costos laborales y promoviendo la inversión privada.
Con el impulso político de las elecciones y el respaldo de su bloque, el mandatario busca consolidar una transformación profunda del mercado de trabajo argentino, que marque, según sus palabras, “el fin de un modelo que destruyó la cultura del esfuerzo y del mérito”. (Noticias AgroPecuarias)
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