El área sembrada con soja podría retroceder poco más del 4%

El contexto climático se perfila como un año con condiciones dentro de los rangos normales de precipitación para la ventana de siembra.
(NAP)De acuerdo con los datos relevados los datos relevados hasta el momento, se espera una disminución del área sembrada del 4,3 %, al pasar de 18.400.000 a 17.600.000 hectáreas.
Se proyecta una caída interanual en la superficie destinada a la oleaginosa, aunque, el área se mantendría como la segunda más elevada de los últimos cinco ciclos y superaría el promedio del mismo período (17 MHa), consignó la Bolsa de Cereales en el informe Pre Campaña Nº 54.
La reducción estaría explicada principalmente por una menor intención de siembra de soja de primera frente a cultivos como maíz y girasol. La recuperación del área de maíz, favorecida por la baja en la presión de Dalbulus maidis, junto al incremento del trigo y el buen desempeño del girasol, explican la reducción en los planteos de primera.
Sin embargo, el aumento del área triguera impulsa mayores planteos para soja de segunda, moderando la caída a nivel nacional. En ese sentido la BVolsa de Cereales de Buenos Aires (BCdBA), prevé una mayor proporción de planteos de segunda en comparación a la campaña previa.
Este ajuste, implica una disminución de 800.000 hectárea respecto a la campaña previa, además de estar vinculada a factores como rotaciones, una mayor competencia por superficie por parte del maíz y, en menor medida, del girasol, así como un aumento en la superficie triguera, se debe también a factores económicos.
Estos continúan siendo determinantes, en un contexto donde la relación insumo-producto y los márgenes ajustados condicionan la expansión del área sembrada. La intención de siembra de soja para la campaña 2025/26 refleja una disminución respecto al ciclo previo, interrumpiendo la tendencia alcista de las últimas cuatro campañas.
Situación regional
En el norte del área agrícola se registra la mayor retracción de superficie. El repunte del maíz, tras la disminución del insecto vector, sumado al incipiente avance del girasol en Córdoba, desplazaría parcialmente a la oleaginosa. El aumento en la superficie de cultivos de fina permite compensar parcialmente la caída de los planteos tempranos a través de una mayor participación de los planteos de segunda.
En la región central, que incluye ambos núcleos, el Centro-Este de Entre Ríos y el sur de Córdoba, la menor competitividad de los márgenes brutos de la soja de primera frente a maíz, sumado a una mayor siembra de trigo reduce la intención para los planteos de primera de la oleaginosa.
No obstante, el incremento del área triguera impulsa planteos de segunda, que atenúan en gran medida la baja en el total regional, siendo la región donde los planteos de segunda atenúan mayormente a la perdida en el área de primera.
Cabe destacar la situación particular sobre el oeste y centro de Buenos Aires, donde los excesos hídricos acumulados durante el invierno han cobrado protagonismo y generan un marco de incertidumbre. Parte del área destinada a cultivos de fina no logró implantarse y aún se observan lotes anegados.
En este contexto, la definición final dependerá del ritmo de drenaje de los suelos para habilitar las siembras tempranas de maíz y girasol. De persistir la saturación hídrica y registrarse demoras en estos cultivos, que compiten directamente con la oleaginosa, podría incrementarse la participación de soja de primera en detrimento del maíz temprano y el girasol.
En el sur del área agrícola la reducción de soja es leve y responde a la mayor competitividad de maíz y al atractivo del girasol. En el sudeste bonaerense la sustitución hacia estos cultivos es más marcada, mientras que en el sudoeste los márgenes relativos resultan algo más favorables para la oleaginosa, permitiendo sostener un nivel relativamente estable de superficie(Noticias AgroPecuarias).