Brasil suspende el pacto que impedía la exportación de soja procedente de la deforestación

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La moratoria voluntaria del sector empresarial fue sin embargo impugnada por la comisión de agricultura de la Cámara de diputados de Brasil, donde numerosos legisladores representan el poderoso sector de la agroindustria.

(NAP) El organismo que regula la competencia entre las empresas de Brasil, suspendió un acuerdo clave para luchar contra la deforestación causada por los cultivos de soja. En 2006, una treintena de grandes empresas se comprometieron a no exportar soja procedente de tierras deforestadas. Pero el ente regulador dejó este pacto sin efecto por considerarlo violatorio a los principios de libre competencia, consignó el portal informativo RFI.

Brasil es el mayor exportador mundial de soja y, en sus inicios, el auge de este cultivo ha ido devorando los bosques de la Amazonia y del Cerrado. Bajo presión del mercado europeo, en 2008, una treintena de gigantes de la exportación de soja firmaron entonces un acuerdo para suspender la compra de granos que proceden de tierras deforestadas. Según ONG ambientalistas, la deforestación cayó drásticamente en las zonas incluidas en esta moratoria.

Dicha moratoria voluntaria del sector empresarial fue sin embargo impugnada por la comisión de agricultura de la Cámara de diputados de Brasil, donde numerosos legisladores representan el poderoso sector de la agroindustria.

La impugnación se realizó ante el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), el ente regulador de la competitividad que sí consideró que la moratoria anti-deforestación de las empresas vulnera la libre competencia y les dio 10 días para desvincularse del acuerdo, so penas de fuertes multas.

Una decisión “terrible” que podría aumentar la deforestación para la siembra de soja en Brasil, advierte Mariana Gameiro, asesora en temas de deforestación en la ONG ambientalista Mighty Earth, que hace una llamado a las empresas a mantener individualmente la moratoria sobre la soja. La medida “ha sido un pilar fundamental en el esfuerzo global por prevenir la deforestación impulsada por la expansión de la soja”, recuerda la organización en su página web, basándose en estudios científicos.

“Tenemos cifras que indican que, entre 2009 y 2022, la superficie dedicada a la soja aumentó más de 300%, pero tuvo lugar principalmente en tierras como pastizales, y no a costa de la selva. En 2020, una investigación publicada en la revista Nature indicó que la moratoria sobre la soja permitió evitar la deforestación al menos 900.000 hectáreas en la Amazonía entre 2006 y 2016.

“Pero con la eliminación de esta moratoria, estimamos que cerca de 1 millón de hectáreas de la Amazonía podrían ser liberados para la producción de soja. El riesgo es que haya deforestación en nuevas regiones para producir soja”, declaró Mariana Gameiro.

El propio ministerio de ambiente de Brasil también expresó su preocupación sobre la suspensión de un dispositivo que ha dejado “resultados innegables para la protección ambiental”, indicó el ministerio, en un comunicado.

En cambio, la principal asociación de productores de soja de Brasil, Aprosoja, celebró la suspensión de la moratoria. Según el gremio, la medida del ente regulador “restaura la seguridad jurídica” para miles de productores que, pese a cumplir con las leyes medioambientales, no podían exportar.

“La moratoria sobre la soja siempre fue atacada, pero esto se ha intensificado durante los ultimos años. Es un movimiento de agricultores que consideran que es injusto que los exportadores de soja elijan a quienes pueden comprarle. Existen también diputados y senadores que también son productores agrícolas y que forman partes de grupos de intereses opuestos a las leyes ambientales, para vender más productos. Y algunos exportadores ahora se han sumado a la presión contra la moratoria”, observa Mariana Gameiro.

Los ambientalistas mantendrán la presión para que las empresas mantengan su compromiso a favor de una soja libre de deforestación. “La decisión del CADE castiga la existencia de un pacto comercial entre empresas, pero individualmente, cada empresa puede seguir sus propias políticas de protección de la naturaleza. Las empresas europeas pueden exigir comprar soja que no proceda de la deforestación. Pedimos a las empresas que preservan la moratoria”, explica a RFI Mariana Gameiro.(Noticias AgroPecuarias)

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