Una prestigiosa marca de guitarras certifica que sus modelos son de madera sustentable

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La argentina Beaudoux obtuvo la certificación de cadena de custodia PEFC, que garantiza el origen legal, controlado y sostenible de las maderas que utiliza.

(NAP) Desde hace más de cinco décadas, las guitarras Beaudoux nacen en un taller argentino para llegar a escenarios de todo el mundo. Hoy, ese sonido se enriquece con una nueva dimensión: la sustentabilidad forestal.

La empresa acaba de certificar su cadena de custodia PEFC, lo que garantiza que cada pieza de madera utilizada en sus instrumentos proviene de bosques gestionados de forma responsable, legal y trazable.

La certificación PEFC (Programa para la Homologación de Sistemas de Certificación Forestal) permite seguir el rastro de la madera desde el árbol en el bosque hasta el producto final, en este caso, una guitarra de alta gama.

Así, materiales como la lenga fueguina o el itín formoseño—elegidos por sus cualidades acústicas y estéticas—llegan a manos del luthier bajo estrictos criterios ambientales, sociales y económicos.

Para PEFC Argentina, este paso de Beaudoux representa mucho más que una certificación técnica. “Demuestra que es posible unir excelencia artesanal con un compromiso profundo con los bosques. Cada guitarra certificada cuenta una historia de origen verificado, y eso es un mensaje poderoso para el presente y el futuro que queremos construir”, destacaron desde la organización.

La iniciativa pone en valor la relación entre la producción forestal nacional y la industria cultural. Detrás de cada instrumento hay una trama de decisiones: productores forestales que manejan el monte de manera sustentable, trabajadores locales, trazabilidad, respeto por la biodiversidad y un consumidor final que puede elegir con conciencia.

La lenga (Nothofagus pumilio), una especie emblemática de los bosques australes, se destaca por su tonalidad clara y liviana, ideal para guitarras de sonido fino y profundo. El itín (Prosopis kuntzei), denso, oscuro y resistente, es considerado el “ébano argentino” y aporta identidad chaqueña a los instrumentos. Ambas maderas, manejadas de forma sostenible, dan cuerpo a una música que lleva también el pulso del territorio.

Eduardo “Fanta” Beaudoux, fundador de la marca, sintetiza en sus guitarras el oficio, la sensibilidad y, ahora, una conciencia ambiental que busca resonar más allá del escenario. Con esta certificación, la empresa se suma a una red global de más de 19.800 industrias que han adoptado la cadena de custodia PEFC como estándar de sostenibilidad.

La historia de Beaudoux confirma que también desde el agro argentino se puede construir valor cultural, ambiental y económico. Una guitarra puede ser mucho más que un instrumento: puede ser un puente entre el bosque y la emoción. (Noticias AgroPecuarias)

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