La industria molinera mayoritaria rechazó la extensión del FETA
Se trata del fideicomiso que el gobierno creo con el objetivo de subsidiar el precio dela harina de trigo para evitar aumentos en el precio del pan.
(NAP) La industria molinera rechazó en las últimas horas la extensión del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), una herramienta que el gobierno nacional creó con el objeto de estabilizare el precio del pan.
Al respecto la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), emitió, en las últimas horas, un documento en el que puso de manifiesto la desconformidad del “conjunto mayoritario de molinos que la componen, acerca de la decisión del Gobierno Nacional de continuar financiando un mecanismo de compensación ineficaz y parcial para la harina”.
La Entidad que preside Diego Cifarelli, explicó en el documento que: “La justificación para la intervención del mercado de trigo se basó en el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, pero -avanzado el conflicto- esa situación ya no tiene vigencia”.
La administración de Alberto Fernández extendió la vigencia del FETA por medio del Decreto de Necesidad y Urgencia 288/23, considerado por la FAIM una medida “innecesaria e inconveniente, por lo que solicita su derogación”.
“La industria considera que las medidas para asegurar el acceso al pan deben concentrarse en la demanda y no en la oferta. Carece de sentido mantener un sistema que no ha logrado su objetivo de estabilizar el precio del mismo, e inclusive de los otros productos farináceos”.
De acuerdo con la Entidad la herramienta (dispuesta por el gobierno) dilapida recursos del Estado, perjudica seriamente la libre competencia en la industria molinera y fomenta inequidades comerciales en la cadena de valor del trigo y “tampoco ataca las raíces del problema, ya que la incidencia de la harina en el costo total del producto terminado es insignificante y para comprobarlo existen infinidad de informes técnicos de distintas entidades”.
En este contexto, el conjunto mayoritario de socios de la FAIM solicitó desactivar con urgencia este sistema de subsidios que perjudica seriamente a la enorme mayoría de los molinos, todos ellos de capital nacional; y además expresa su ánimo de participar en la definición de la transición hacia un sistema que deje atrás la emergencia y que sea eficaz para resolver el problema de la seguridad alimentaria.
En el decreto 288/2023, se indicó que “el FETA ha resultado una herramienta adecuada durante 2022 para mitigar el impacto de la situación en el mercado interno -producto de la invasión rusa en Ucrania.
La semana pasada, el Gobierno nacional decidió destinar al FETA un importe equivalente en hasta 1,3 puntos porcentuales de la alícuota del derecho de exportación de la soja y sus derivados, renovando los fondos para la herramienta y prolongando así su vigencia(Noticias AgroPecurias)
