El 2022 tuvo la primavera más seca de las últimas tres décadas

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Los rindes potenciales de la soja de primera tuvieron caídas que alcanzarían al 50%. En números representan caídas de U$S 700/ha.

ROSARIO (NAP) Con  el cierre del 2022 quedó demostrado que este año tuvo la primavera más seca de los últimos 35 años con niveles de precipitación que se ubicaron por debajo del 50% en el 85% de la región núcleo.

El impacto negativo alcanza hasta 50% de caída  en las expectativas de rinde para la soja de 1ra y pérdidas que podrían trepar a los 700 u$s/ha

Las lluvias de esta primavera quedaron muy por debajo de los promedios históricos (300 a 350 mm) acumulados por debajo de los 150 mm, menos de la mitad de lo que suele llover en esa estación.

El este bonaerense y un sector del sur santafesino fueron las zonas que recibieron los menores milimetrajes: en los tres meses que dura la primavera no se superaron los 100 mm. Esta fue la cuarta primavera menos lluviosa en 110 años.

Para encontrar una primavera menos lluviosa hay que remontarse hasta el año 1975, donde se registraron 130 mm. En Marcos Juárez, la primavera del 2022 es la tercera menos lluviosa en 112 años, con 132 mm.

Sin embargo, el noroeste bonaerense fue la zona más beneficiada con las lluvias de fines de noviembre, pero las precipitaciones siguen estando debajo de la media histórica.

Los acumulados de la primavera en la región núcleo quedaron muy lejos de los acumulados estadísticos mensuales, también por debajo de los totales que alcanzó la primavera 2021.

En 2021, la mayor parte de la región también había quedado por debajo de los promedios históricos. En este 2022 el panorama es aún más crítico, ya que se adiciona el tercer año consecutivo con el fenómeno de La Niña: son 3 años con escasa acumulación de reservas de agua en el perfil del suelo.

“Es pobrísimo el estado de la soja de primera en Colón, Wheelwright y alrededores. Se ha perdido la mitad del rendimiento potencial, con riesgos de perder todo. Hacia Pergamino mejora bastante”, explican los asesores y agregan que desde Pergamino al este llovió en promedio 20 mm, pero hacia el oeste la lluvia fue cero.

“En San Pedro y Baradero, donde venían muy atrasados con la siembra, están a contra reloj tratando de cubrir el 50% de soja de primera que le restaba implantar y todo lo de segunda aprovechando los milimetrajes que recibieron el último fin de semana (entre 20 y 80 mm)”, aseguran los asesores consultados por los técnicos de la BCR.

Sin embargo, advierten que ya parten con una merma de rinde de al menos 20% respecto al potencial zonal, solo por atraso en la fecha de siembra. Desde Marcos Juárez, tras los escasos 8 a 12 mm que recibieron el último fin de semana, el cultivo se encuentra resistiendo la falta de agua y está de regular a bueno, pero con una merma irreversible en el potencial de rinde.

En Carlos Pellegrini los primeros lotes sembrados están bien pero los más tardíos bajo condiciones de siembra deficitarias no pueden despegar: “están sufriendo demasiado, con pérdidas diarias de plantas”.

En tanto que a unos pocos kilómetros, en los alrededores de Cañada Rosquín, estiman que el rendimiento alcanzable de la oleaginosa será un 30% menor que en un año normal. En Cañada de Gómez claman por agua para que no muera la soja: “si lloviese en estos días podríamos soñar con 20 o 25 qq/ha.

Con 60% de la soja de primera en condiciones de regulares a malas, una sequía que sigue afectando a casi al 100% del área y lotes que están siendo sembrados sobre el final de año, muy por fuera de su ventana de siembra, la pregunta que surge es a qué rinde se puede aspirar esta campaña.

El horizonte productivo que traza el productor de zona núcleo para soja de primera suele estar entre los 40 a 50 qq/ha.

Los números de la seca

Sin embargo, hoy los asesores y productores reportan caídas en las expectativas de rinde de entre un 20% a un 50% y advierten que podrían caer más en función de cómo se den las lluvias

Considerando este desplome en las expectativas de rinde, se trazaron tres posibles escenarios productivos de 35 qq/ha, 25 qq/ha y 15 qq/ha.

Los cálculos arrojan márgenes negativos para las tres productividades bajo la condición de campo alquilado (situación en la que se produce el 70% de la soja la región).

Bajo alquiler se requiere cosechar al menos 38 qq/ha de soja para comenzar a ganar. Las pérdidas ascienden a 97 u$s/ha si el rendimiento logrado es de 35 qq/ha; pero si éste se desploma a 25 qq/ha o a 15 qq/ha hay que esperar caídas en los márgenes netos de 422 u$s/ha y de 747 u$s/ha, respectivamente.

En campo propio, los resultados son positivos para las productividades de 35 y 25 qq/ha, pero no así para la de 15 qq/ha, ya que el rendimiento de indiferencia ronda los 16 qq/ha (Noticias AgroPecuarias).

 

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