Los precios agrícolas alcanzan niveles históricos

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Algunos productos esenciales de la producción agrícola regional fueron claves en el alza generalizada. los fertilizantes, insumo clave para gran parte de la agricultura regional y un componente importante de los costos de producción.

BUENOS AIRES (NAP) Los precios de los commodities (productos básicos) agrícolas subieron casi 30% entre julio 2020 y el mismo mes del 2021 debido a que la demanda de alimentos va por delante de la recuperación por el lado de la oferta, consignó el informe de mayo de la CEPAL

En un contexto de precios históricamente altos, a principios del 2022, el conflicto entre Ucrania y la Federación de Rusia dio otro golpe por el lado de la oferta  de energía, de granos y fertilizantes,  en febrero 2022  con los precios de los alimentos que se ubicaron los niveles más altos en una década.

Los precios altos son para los países, empresas y hogares productores de esos bienes  un alivio después de cinco años, entre 2015 y 2020, de precios bajos pero estables.

Sin embargo, tal situación será atenuada por el aumento en los costos, debido al incremento del precio de los fertilizantes y la energía, consignó el último informe de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), publicado en mayo.

Por otro lado, los precios altos también tienen un impacto por el lado del consumidor vía inflación en los precios de los alimentos.

La combinación de precios más altos y la disminución de ingresos, sobre todo en los hogares más pobres, puede forzar una incómoda elección entre calidad y cantidad de calorías en los quintiles de la población que ya sufren de subnutrición o malnutrición.

El impacto específicos de este nuevo incremento de precios varían en función del nivel del análisis (subregión, país, territorio, hogar) y de la perspectiva (productor o consumidor).

Productos agrícolas y fertilizantes

Al principio de la pandemia el índice de precios agrícolas registró una caída máxima de -2,1% en 12 meses (abril 2019 – abril 2020).

Pero la gran incertidumbre sobre la demanda agregada mundial generó una bajada dramática en todos los grupos de commodities (por ejemplo, la energía cayó 65,1% en 12 meses en abril).

La menor caída en los precios de los productos agrícolas evidenció la resiliencia de la demanda de productos agrícolas durante la pandemia.

Desde la mitad del 2020 y hasta la mitad del 2021, los precios de los productos agrícolas experimentaron una alza fuerte y persistente, con un crecimiento anual de 30% (véase el gráfico 4).

En diciembre del 2021, los precios agrícolas fueron 31% más altos que su promedio prepandemia (2017-2019).

El informe de la CEPAL destacan el crecimientos de los precios de los granos (37% más alto) y aceites y harinas (55%). Algunos productos esenciales de la producción agrícola regional fueron claves en el alza generalizada.

El café arábigo alcanzó el máximo de los últimos 10 años a finales del 2021, 94% más alto que su promedio entre 2017-2019. La soja y sus subproductos alcanzaron subidas de 44% (poroto) y 76% (aceite).

El maíz subió a un máximo de 87% por encima de su promedio entre 2017-2019, para quedar con un alza de 62% a finales de 2021.

Los precios de los productos perecederos experimentaron menor volatilidad durante la pandemia: las frutas y verduras cayeron levemente al inicio, pero se estabilizaron durante 2021 por encima de sus niveles entre 2017-2019. Las carnes mostraron alzas importantes en 2021: la carne de vacuno subió 34% y el pollo 29%.

El precio de los fertilizantes

Por su parte, los fertilizantes, insumo clave para gran parte de la agricultura regional y un componente importante de los costos de producción, con precios históricamente volátiles, experimentaron un aumento histórico al final de 2021

El índice de precios de los fertilizantes alcanzó su nivel más alto en 13 años, un alza de 162% versus el promedio prepandemia (2017-2019) (Banco Mundial, 2021b).

La oferta de fertilizantes sigue baja presionada por el conflicto en Ucrania, y algunos países (como la Federación de Rusia) que restringieron las exportaciones de fertilizantes frente a la incertidumbre geopolítica.

En febrero 2022, la Federación de Rusia anunció la prohibición de exportaciones de nitrato amónico – un fuerte golpe a la productividad agrícola regional, y a Brasil, su socio más importante en este rubro.

La urea, proveedor de nitrógeno, estuvo detrás de gran parte del alza en 2021, llegando a un precio de 900 dólares por tonelada métrica en noviembre de ese año, un incremento de 381,2% versus su promedio prepandemia (2017-2019) (véase el gráfico 5).

Los fosfatos, como el fosfato diamónico (DAP) y el superfosfato triple (TSP), mostraron subidas por encima de 200% en el mismo periodo.

La urea es uno de los fertilizantes más importantes para la agricultura regional: el uso agrícola de la urea en la región superó los 2,7 millones de toneladas en 2019, y las importaciones regionales de urea llegaron a casi 3.000 millones de dólares en el mismo año (FAO, 2021).

Los precios altos de los fertilizantes tienen un impacto negativo en los márgenes de ganancia de los productores agrícolas regionales, pero a la vez generan incentivos para una gradual transición hacia una agricultura más ecológica y sostenible, con un mayor uso de insumos de base biológica (Noticias AgroPecuarias).

 

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