(Cuestión de márgenes) Se puso difícil sembrar trigo en la región núcleo
En campo alquilado, hay que lograr 41 qq/ha, cuando el promedio de la región es de 37,8 qq/ha. Para pagar la urea hay que producir 53% más del cereal. Crecen las posibilidades de soja de 1ra y girasol.
ROSARIO (NAP). La fuerte suba de los costos de los insumos generó una extendida incertidumbre entre los productores de la zona agrícola núcleo que pensaban sembrar trigo en esta campaña agrícola 2022/23 que comenzará en mayo.
“Todo es muy coyuntural, todo cambia a cada día: costos, precios, disponibilidad de insumos claves. Lo que es seguro es que la foto del trigo hoy es preocupante y marca un quiebre respecto al crecimiento que tuvieron los cereales en los últimos 7 ciclos: este año se va sembrar menos trigo y menos maíz”, sentenció un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Incluso según la BCR, hasta hay quienes vuelven a hablar del girasol en la región núcleo, lo que hace muchos años no sucedía. “Es que tiene un buen comportamiento en años secos”, dicen algunos técnicos que prometen sacarlo del banco de suplentes y darle una oportunidad.
Relaciones
El área triguera va a bajar pero es imposible hoy saber cuánto siendo que falta poco más de un mes para la siembra.
En Carlos Pellegrini dicen la intención está, “pero las decisiones están frenadas por los costos de los insumos: no paran de subir y la relación pasa a ser desfavorable”.
En Cañada Rosquín lo resumen así: principalmente depende de la humedad del suelo y el costo de los fertilizantes.
“Faltan al menos 100 mm”, dicen en Bigand. “100 a 150 mm”, retrucan en Marcos Juárez, “y que los fertilizantes bajen”.
En Pergamino destacan: “con la foto actual cae tanto la superficie de siembra como el nivel tecnológico.
En General Pinto hablan de que este año hay una segmentación muy marcada: “con estos niveles de costos, sobre todo de fertilizantes, el productor chico y mediano va a bajarse de los cereales.
La relación insumo/producto de urea se ha duplicado y pone a los cereales en jaque. La tendencia es a bajar área de trigo y bajar tecnología aplicada.
Se va hacia una estrategia de “bajarse del caballo”: disminuir el hectareaje de cereales y aumentar significativamente la soja de primera: un 10 a 15% de área de maíz debería pasar a soja. Y en trigo hay productores que van bajar área hasta en un 30%”.
En campo propio el margen es positivo (160 u$s/ha), pero bajo la condición de campo alquilado no. Porque al total de costos, que este año asciende a 875 u$s/ha, hay que sumarle el costo del alquiler. En términos de rindes de indiferencia, el trigo tiene que superar los 31 qq/ha en campo propio para dejar ganancias, y en campo alquilado los 41 qq/ha, cuando el promedio de los últimos 5 años en la zona núcleo es de 37,8 qq/ha.
“Con estos números y una “Niña” de fondo el trigo es un desafío con mayúsculas para los productores que alquilen este año”, advirtió la BCR.
Fertilización
Para esta proyección se toma en cuenta una fertilización de 200 kg/ha de urea a un precio de 1.442 u$s/tn más 80 kg/ha de arrancador a 1.782 u$s/tn y un costo de alquiler base de 16 qq/ha que se prorrateó con la soja de segunda.
El precio de la urea en dólares se incrementó un 40% de promedio en un año. La incidencia de la fertilización con urea sobre los costos totales es del 33% y de la fertilización total (urea + arrancador) es del 49%. El incremento en los valores de las materias primas de los últimos meses no alcanza a compensar el incremento.
La relación insumo/producto (precio de la tonelada de urea /precio de la tonelada de cereal) es contundente: hoy es necesario producir un 60% más de maíz y 53% más de trigo en relación a hace un año para comprar la misma cantidad de fertilizante (5,3 vs. 3,1 para maíz y 5,2 vs. 2,8 para trigo), dijo la Bolsa de Rosario. (Noticias AgroPecuarias)