Los controles cambiarios complican la marcha de la economía

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El sector agropecuario, entre otros rubros llega a un fin de año complicado por la falta de dólares. En el segmento de la maquinaria agrícola la .La restricción a las importaciones dificulta el acceso a los insumos.

El BCRA, restringe el acceso al dólar para las importaciones. 

BUENOS AIRES (NAP)Mientras el gobierno se esfuerza por mantener el equilibrio de la balanza comercial (más exportaciones, menos importaciones), para evitar una disparada del dólar oficial, muchos rubros de la producción local, inclusive el de maquinarias agrícolas llegan a un fin de año complicado.

La economía argentina se encuentra aislada de los flujos internacionales de capitales, como consecuencia de los controles cambiarios vigentes, sumado a las elevadas tasas que pagan los bonos soberanos, consigna un informe sobre macroeconomía desarrollado por los equipos asesores de CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agraria).

En este marco, el País,  al no poder financiarse, depende de las divisas que ingresen por el canal comercial para poder atender los pagos de deuda pública y privada, nominada en moneda extranjera, como así también la demanda del sector privado para ahorro y la cuenta de servicios deficitaria.

Frente a este panorama, el Gobierno debe mantener positivo el saldo de la balanza comercial para evitar un deslizamiento del tipo de cambio oficial, ya sea mediante el fomento de las exportaciones o restringiendo las importaciones.

En este marco, las reservas internacionales locales se encuentran a fin de año en un nivel bajo luego de una gran performance de las exportaciones agroindustriales, por lo que, en octubre, el oficialismo buscó gestionar las importaciones para detener la salida de reservas.

EL IMPACTO EN EL AGRO

El sector agropecuario es una parte integral de la economía argentina y no está aislado de la macroeconomía y de las reglas de juego vigentes en país.

En este marco, llevar adelante una producción agropecuaria moderna requiere de insumos de alta complejidad, como maquinarias, piezas y agroquímicos.

Así, si bien existen fabricantes locales con tradición en varios de estos rubros, esos bienes no siempre se producen de manera local.

En ese sentido, la situación no es muy distinta a la de otros sectores que, incluso, con menores niveles de integración local, requieren de insumos importados para producir.

Al analizar la composición de las importaciones, en los primeros 10 meses de  2021, el 15,7% se forma con bienes de capital, el 41,2% de bienes intermedios y el 18,9% de piezas.

Las fábricas de maquinarias agrícolas tiene limitaciones para la importación de componentes.

En este marco, la disponibilidad de insumos se ve afectada, por el doble control debido a las licencias no automáticas y los controles al giro de los pagos por parte del BCRA, al implementar este tipo de prácticas.

El 41% de las importaciones corresponden a bienes intermedios

En efecto, las licencias no automáticas se determinan a partir de partidas de la nomenclatura común del Mercosur que no son lo suficientemente específicas, generando las llamadas “partidas bolsa”.

Así, puede ocurrir que los fitosanitarios, por tener fabricación dentro del país, estén contemplados dentro de los insumos con licencias no automáticas.

Sin embargo, puede haber fitosanitarios específicos que no se fabriquen en el país, pero, de todas formas, quedan comprendidos dentro de las licencias no automáticas con el objeto de cuantificar el impacto de las restricciones sobre el sector, en la encuesta SEA. CREA de noviembre 2 se relevó una serie de preguntas para abordar la temática.

De este modo, se pudo verificar que en los últimos cuatro meses existieron dificultades para conseguir insumos importados en el 60% de los encuestados.

Si bien la zona sur está relativamente menos afectada que el resto, se observa la distribución geográfica de las respuestas, se aprecia que se trata de un fenómeno extendido a lo largo del país.

Si se desagregan los datos, las firmas del sector registraron mayores inconvenientes al momento de adquirir bienes importados en los rubros neumáticos, repuestos, fitosanitarios, y en menor cuantía en maquinarias y fertilizantes. La dificultad de obtener maquinarias en particular parece ser consistente con las estadísticas de ventas de maquinaria agrícola del INDEC.

En su informe estadístico dedicado a su actividad, registra que la participación de la venta de maquinarias importadas cae del 22% en III trimestre 2019 al 7% III 2021.

En conclusión, el sector agro no se encuentra aislado del impacto de disposiciones adoptadas por el BCRA  con miras a preservar la estabilidad en el corto plazo.

Sin embargo, esas  medidas van deteriorando en forma sostenida el normal funcionamiento de la economía.

En efecto, la dificultad para acceder a insumos importados, según registra la SEA CREA, se encuentra extendida entre las distintas producciones agropecuarias a lo largo del país, generando faltantes o aumentos de costos.

Así, al restringirse las importaciones, se termina también complicando y encareciendo la producción de bienes exportables.

En ese sentido, es positivo que a partir de noviembre el Gobierno haya flexibilizado parte de las restricciones. Sin embargo, todo lleva a pensar que la situación en materia de divisas continuará siendo ajustada en los próximos años, mucho más si la próxima cosecha tiene problemas respecto a sus precios o a las cantidades producidas.

Por este motivo, es esperable que el control a las importaciones continúe en tanto las autoridades sigan privilegiando la administración del sector externo vía regulaciones en lugar de una corrección del tipo de cambio(Noticias AgroPecuarias) .

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