Futaleufu, la cuna de las vacas madres en la Patagonia sur

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Los inviernos son muy largo y se extiende desde mayo hasta octubre o principios de noviembre en Futaleufú, comarca andina de la Patagonia .

Ganadería en la zona de Futaleufú (Imagenes: IPCVA)

ESQUEL, Chubut (NAP, por _Eduardo Bustos)  Si hoy cuesta producir carne en la pampa húmeda, imaginemos lo difícil que es hacer ganadería en la Patagonia, donde los costos resultan hasta tres y cuatro veces mayores por los fletes, sin embargo, Trevelin y toda la región de Futaleufú es considerada hoy la cuna de las vacas madre.

Juan Pablo Martínez Stanziola, es médico veterinario, trabaja en la estación experimental INTA Esquel, en el campo nexo de Trevelin y es quien tuvo a su cargo describir los mecanismos de suplementación que se realizan en la región, durante la cuarta jornada virtual a campo del IPCVA.

La jornada virtual, se realizó bajo la consigna  “Producción sustentable en el bosque cordillerano”, para presentar las prácticas ganaderas que realizan en el establecimiento Los Ñires, una explotación de 5.000 ha, ubicada en Esquel.

LA REGIÓN

“Nuestra región es la que más vacas madres tiene en toda la Patagonia, somos la cuenca   más importante. Gran parte del ecosistema es de bosque, con ñires y con lengaS en altura”, explica Martínez Stanziola, antes de describir los sistemas de suplementación que se utilizan en la región.

La raza predominante en la región es la Hereford, que representa el 85% del rodeo y el 15% restante pertenece a la raza Agus, aunque también hay un porcentaje mínimo de “caretas” (cruza entre Hereford y Angus)

En la zona, antiguamente todo el destete se iba para el valle inferior del Río Chubut, pero desde hace unos 15 años el 50% de los terneros comenzaron a quedarse en esta comarca y de esa forma, los productores comenzaron a hacer engorde y terminación.

Esta práctica se ve favorecida por la presencia de la lenga, que en el Valle 16 de Octubre crece  a unos 800 metros sobre el nivel del mar y existe una gran producción de materia seca, donde se realizan, además, algunos cultivos como los verdeos de invierno.

“Nosotros siempre tuvimos un diferencial del 30%, respecto del novillo de Linier, pero cuando  se corrió la barrera sanitaria hacia el sur de de Buenos Aires y un poco más de Río Negro, perdimos ese diferencial, los costos fueron mucho más altos. Ese diferencial nos pagaba las ineficiencias que teníamos en los sistemas de producción”, detalla el profesional.

En la zona de Futaleufú, 15 años atrás el destete se hacía en el Valle Inferior, cerca de Trelew

Juan Pablo Martínez Stanziola, INTA Esquél (Imágenes: IPCVA)

En ese sentido, Martínez Stanziola explica que los insumos externos (grano o alimentos balanceados) son traídos desde Río Negro con fletes muy caros, entonces, los únicos cereales que se pueden hacer en la zona son avena y cebada.

“Los destetes, acá, se hacen aproximadamente entre entre abril y mayo, momento en que empezamos a recibir los terneros, por eso muchos productores de la zona hacen recría y  como en el caso de Los Ñires, también el ciclo completo”, explica el técnico.

SIN PASTO

Los inviernos en esa zona de la Patagonia son muy largo y se extiende desde mayo hasta octubre o principios de noviembre, prácticamente: “No hay pasto, solo tenemos los diferidos que quedan en los potreros o, a los animales les damos rollo o fardo”, amplía

Según el INTA Esquel, en casi 40 años de estudios de climas, las precipitaciones medias coinciden con la recría que arranca en abril/mayo y se extienden hasta octubre, por lo que  se necesita tener reservas para darles a los terneros y alcanzar los kilos mínimos que se necesitan.

Las temperaturas entre mayo y agosto son bajas y coinciden con la mayor cantidad de precipitaciones. La zona de Trevelin tiene un promedio de 750 mm y: “Sí nos vamos hacia el campo Los Ñires, alcanzan a unos 1000 mm anuales. En ocho km de distancia la diferencia puede alcanzar a 300 mm por año, pero el 100% de las precipitaciones son invernales”, detalla el médico veterinario

En esa época del año en la región hace mucho frío  y se suman abundantes precipitaciones, entonces el gasto energético que tiene un ternero/a en ese momento es tremendo, y el pasto, la materia seca disponible en los diferidos, son de muy baja calidad.

“Un animal que come en un potrero diferido, por más que la materia seca por hectárea sea abundante, no le aporta lo que necesita. En ese momento  tenemos que darle una suplementación de por lo menos, el 1% del peso esperado”, explica el profesional del INTA.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS

Hacer recría en la Patagonia tiene ventajas y desventajas. Cuando el flete no era tan caro y el maíz Un poco más barato que en la actualidad, el productor podía hacer un destete a los seis meses. Le daba de comer a un ternero durante 100 días y ganaba aproximadamente 1 kg por día, con unas conversiones promedio de 7kg. Pero si el maíz y el balanceado son caros, la  ecuación no es económicamente rentable.

El animal que entra al sistema de recría con 200 kilos, deberá salir con 240 kilos

“La alternativa, es hacer recría de 4 a 5 meses, para que esos animales ganen en promedio 200 a 500 gr/día, para que el productor pueda llegar a un novillo pastoril. Es la única forma de llegar con un producto viable”, detalla el médico veterinario.

En una ración de maíz y núcleo, para una tanda de terneros de 200 kilos, el 1% deberá comer  suplemento para lograr que en esa ración, (ya sea girasol, soja, maíz – núcleo, más alimento balanceado), aporte un 15% de proteína bruta, de otra forma el animal no llegará ganar entre 200 a 500 gr diarios que se necesitan en una recría.

El objetivo es lograr que un animal que entra con 200 kg al sistema de recría, salga, por lo menos, con 230/240 kg.

Un ternero en el sistema que gana 30/40 kg en estas recrías, es un animal que engorda con una ganancia diaria de 1,5 a 1,8 kg por en noviembre, después irá bajando un poco en  diciembre y enero, pero en ese verano va a meter unos 150/170 kg a pasto, lo que llaman “kilos baratos, pero “aplicando un sistema de pastoreo planificado”

Pero si ese ternero en recría no llega al mes de octubre con 240 kg es un animal que no va a salir gordo a faena en febrero y marzo.

En la Patagonia una suplementación dura entre 90 y 120 días, pero varía según el año, porque a fines de septiembre o en  octubre, la temperatura comienza a  levantar un poco  y las pasturas se elevan, pero si persisten las bajas temperaturas no hay pasturas.

Un ternero en el sistema que gana 30/40 kg en estas recrías, es un animal que engorda con una ganancia diaria de 1,5 a 1,8 kg

En materia de costos una suplementación, un maíz con núcleo puesta hoy en Trevelin, vale 27 pesos el kg de ración. Sí un ternero tiene que comer 2 kg por día, estaríamos hablando de unos 54 pesos aproximadamente por día de ración.

Sí se le suma un forraje diferido que se le entrega al ternero en el potrero ,o fardo, logrará una ganancia diaria 200 a 500 gr: “Lo más importante, es que el ternero va a entrar con fuerza a ese pasto de noviembre que no tengo que desperdiciar”, explica Martínez.

El animal tiene que ganar entre 30 y  40 kg. Si el ternero entra a mayo con 150 kg y gana de 30/40 kg alcanzará a los 190 y, es muy probable que solo comiendo pasto llegue octubre y tenga su peso de terminación. En ese caso se logra un animal encarnado pero no terminado, por eso es muy importante llegar a ese peso para ir a faena y no darle un golpe de comida extra en el otoño.

“Un animal que ingresa a la suplementación en mayo, para terminarlo entre septiembre y octubre, entra en el mallín (pradera) o en al bosque y es pastoreado con una buena planificación forrajera, entre febrero – marzo – abril,  ese novillo sale con 360/380 kg. Las hembras con 360 kg , terminar muy bien engrasadas y los machos van a crecer un poco más hasta 420 kg”. concluyó el profesional (Noticias AgroPecuarias).

 

 

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