La clave está en la generación de energía fotovoltaica y eólica
Energías Renovables y el seminario a distancia más reciente de la Agencia Internacional de Energía Renovable, IRENA.
BUENOS AIRES (NAP) Los tomadores de decisiones de alto nivel en materia de energía y clima de América Latina y el Caribe subrayaron la importancia de la política energética baja en carbono para asegurar una prosperidad estable y a largo plazo en las economías regionales.
Esta fue la principal conclusión del Seminario web coorganizado por la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA) y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), cuyas conclusiones fueron publicadas por PV Magazin.
El encuentro virtual se efectuó con el nombre de: “Accelerating Latin America’s Energy Transformation and Economic Recovery” se basó en el trabajo presentado en el informe Global Renewables Outlook de la Agencia, Power Generation Cost 2019 y el informe Post-Covid Recovery.
La discusión buscó profundizar la comprensión de los tomadores de decisiones regionales sobre el fortalecimiento del caso económico para una acción de transformación energética más decidida, destacando los beneficios socioeconómicos de un sistema energético basado en Energías Renovables.
La reunión virtual también sirvió como una plataforma importante para el intercambio de conocimientos y experiencias entre los gobiernos regionales y los socios para el desarrollo.
Participaron representantes de Panamá, Uruguay y el Consejo Global de Energía Eólica junto con IRENA y OLADE y el Embajador Regional de la COP 26 del Reino Unido para América Latina y el Caribe.
América Latina está gravemente afectada por la pandemia de Covid-19, y la persistente volatilidad del mercado petrolero agravó aún más los desafíos económicos regionales.
Mientras los tomadores de decisiones de la región buscan identificar un camino hacia la recuperación, Fiona Clouder, Embajadora Regional de la COP26 del Reino Unido para América Latina y el Caribe, dijo que la recuperación de la región debe ser verde y sostenible, respaldada por Energías Renovables.
“Con visión, ambición y recursos naturales, los países de América Latina están bien posicionados para hacer la transición a economías bajas en carbono, utilizando energía renovable como parte de esa transformación. La COP26 nos brinda la oportunidad de trabajar juntos para compartir ideas y mejores prácticas para abordar los desafíos del cambio climático y construir un futuro mejor”, consignó la embajadora Cluder.
Desde 2015 a la fecha los países de América Latina invirtieron más de 120 mil millones de dólares en el equipamiento y producción de energías renovables.
Alfonso Blanco, Secretario Ejecutivo de OLADE destacó la importancia de la cooperación y del papel de los organismos internacionales y multilaterales para apoyar el desarrollo de estrategias para la recuperación económica de la región, con el sector energético como principal motor.
“Necesitamos aumentar las inversiones [en Energías Renovables] en toda nuestra región para reactivar la economía. Entre OLADE e IRENA, tenemos que empezar a trabajar en las estrategias necesarias para reactivar las economías regionales y poner al sector energético como principal impulsor de esa recuperación”.
América Latina se encuentra entre los mercados de Energías Renovables más dinámicos del mundo. Se concretaron inversiones por cerca de 120 mil millones de dólares en energías renovables entre 2010 y 2015. Este panorama coloca a varios países de América Latina entre los 10 mayores mercados de Energías Renovables a nivel mundial.
Hoy en día, la región cuenta con alrededor de 200 gigavatios (GW) de capacidad renovable instalada, lo que representa más de la mitad de la capacidad de energía y una cuarta parte de la energía primaria total.
Sin embargo, IRENA estima que más del 90 por ciento del potencial de la región permanece sin explotar y las necesidades de inversión en la región se estiman en 45 mil millones de dólares por año desde ahora hasta mediados de siglo, un aumento de más del 10 por ciento sobre los planes y políticas actuales.
Una iniciativa regional coordinada por OLADE establece el objetivo regional de alcanzar al menos el 70 por ciento de la energía renovable en electricidad para el 2030.
Gauri Singh, Director General Adjunto de IRENA, dijo que atraer el aumento de la inversión ofrecería a la región fuertes rendimientos a corto y a largo plazo: “América Latina está afrontando el costo económico de la pandemia y el Foro Económico Mundial sugiere que la economía de la región está lista para contraerse en 2020. Por lo que la formulación de políticas económicas y de energía con visión de futuro es fundamental”.
“Acelerar la transformación de las Energías Renovables en América Latina y el Caribe crearía más de tres millones de puestos de trabajo en la región para el 2050”, continuó. “El escenario de Energía Transformadora de IRENA ofrece a la región el alcance para desarrollar retornos económicos de entre tres y ocho dólares por cada dólar invertido en la transformación”.
Guadalupe González, Directora de Electricidad de la Secretaría de Energía de Panamá señaló su país desarrollo la Agenda de Transición Energética 2030, construida alrededor de cinco pilares importantes para el despliegue de Energías Renovables que discuten la implementación de tecnologías bajas en carbono y también aspectos sociales para mejorar el acceso a la energía, la creación de empleo, el rol de las mujeres en el sector de la energíarRenovables y empoderamiento de los consumidores de energía.
Fitzgerald Cantero, Director Nacional de Energía de Uruguay, destacó que su país está siguiendo un camino hacia la descarbonización de la economía comenzando por el sector eléctrico, que alcanzó el 98 por ciento de la generación de energía renovable en 2019, por centaje que ha dejado al país con un excedente de energía que puede utilizarse para apoyar el comercio transfronterizo de energía, promover el uso de la movilidad eléctrica y la producción potencial de hidrógeno verde para el transporte, la industria y el comercio internacional(Noticias AgroPecuarisa).