El mejoramiento genético a la hora de la selección
Limangus es la primera raza sintética desarrollada en la Argentina por y para productores, en sus propios establecimientos, en condiciones naturales y extensivas.
BUENOS AIRES (NAP) Los programas de mejoramiento genético constituyen una herramienta fundamental para la proyección de la empresa ganadera. Estos recursos permiten a los productores impulsar acciones para mejorar el potencial de los animales de sus rodeos a través de las distintas generaciones.
En ese sentido la selección de toros es una de las tareas que año a año se debe hacer para poder lograr una mejora de los rodeos, desde la Estación Experimental Cuenca del Salado del INTA se aportan servicios técnicos en un proyecto de testaje de indicadores para la valoración de aspectos productivos y reproductivos en toros de la raza Limangus.
El proyecto tiene por objetivo seleccionar aquellos animales que presentan un mayor potencial genético de crecimiento muscular, una mejor conformación cárnica y una mayor eficiencia en la transformación de alimentos en carne.
La prueba que se lleva a cabo en la Chacra Experimental de Belloq, ubicada en el Partido bonaerense de Carlos Casares, “consiste en una comparación entre animales contemporáneos, en idénticas condiciones de alimentación y manejo,” explican los Técnicos del INTA que trabajan en conjunto con Cabañas pertenecientes a la Asociación de Limangus, primera Raza sintética desarrollada en Argentina, por y para productores, en sus propios establecimientos, en condiciones naturales y extensivas.
En los Inicios de la década de los años setenta “se comenzaron a realizar cruzamientos entre Angus tradicional y Limousin de tamaño moderado, con la finalidad de obtener un biotipo intermedio, rústico y fértil, de buen potencial de crecimiento y desarrollo de importantes masas musculares”. Luego de evaluar diferentes proporciones raciales se concluyó que el biotipo “3/8 LIMOUSIN + 5/8 ANGUS” era superior y se adaptaba a las condiciones de cría, engorde y diferentes mercados, expresando y manteniendo parte del vigor híbrido del cruzamiento inicial”.
El testaje que se realiza por segunda vez consecutiva “se enfoca en la observación de los aspectos productivos como peso vivo a los 12 meses, ganancia media diaria e índice de conversión; morfológicos y de conformación y reproductivos. Para el seguimiento cada cabaña envía tres toros de su propiedad, los cuales son recriados hasta el momento de su venta.
“Participan un total de 10 Cabañas que desarrollan su actividad en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y San Luis” señalan desde la Asociación de Productores de Limangus. Los toros aportados son “recriados apasto y sometidos a mediciones que definen un puntaje”.
El testaje que se realiza por segunda vez consecutiva “se enfoca en la observación de los aspectos productivos como peso vivo a los 12 meses, ganancia media diaria e índice de conversión.
Al cabo del año el puntaje final computa la sumatoria de las diferentes instancias de evaluación, es decir que se conforma en un 40% por el fenotipo del animal (surgidas de juras en los meses de abril y septiembre), otro 25% por las mediciones ecográficas de carcaza (realizadas en agosto y septiembre), un 25% por la aptitud reproductiva (Circunferencia escrotal y semen), y un 10% por la ganancia de peso diaria de peso vivo.
Los profesionales de la Estación Experimental Cuenca del Salado participan periódicamente en la toma de mediciones de área de ojo de bife y espesor de grasa dorsal mediante ecografía, evaluando además la evolución de peso vivo y la ganancia diaria de peso.
Los animales de la Raza Limangus se caracterizan por ser moderados, rústicos y de bajos requerimientos de mantenimiento y según describen los productores que integran la Asociación de la Raza “tienen el equilibrio justo entre engrasamiento y desarrollo de masas musculares, con excelentes rindes de faena y desposte, además de fertilidad y facilidad de parto, dada por la conformación pélvica y bajo peso al nacer (Noticias AgroPecurias).