El INTA Cuenca capacita a reclusos en las prácticas de horticulutura
Los objetivos se centran en los aspectos didácticos demostrativos o de actividades terapéuticas.
AZUL (NAP) Los técnicos del INTA Cuenca del Salado que trabajan en la Agencia de Extensión Rural de Azul pusieron en marcha, en el marco del programa Pro Huerta, la capacitación de reclusos alojados en la unidad penal bonaerense de Azul, donde en un predio de cuatro mil metros cuadrados se dedican a las prácticas de la horticultura y la fruticultura.
En ese sentido desde la Estación Experimental se impulsan acciones tendientes al logro de sus objetivos mediante diversas actividades, articulando con diferentes actores e instituciones como, escuelas, unidades penitenciarias y organismos públicos que operan en áreas socialmente críticas.
Desde el programa Pro-Huerta los técnicos de la Agencia de Extensión Rural (AER) INTA de Azul asisten a la Unidad Penitenciaria Nº 7 del Servicio Penitenciario Bonaerense, en la que en una extensión de 4.000 metros cuadrados los internos realizan actividades en cuatro grupos.
Según comentan los referentes de la AER Azul, “la huerta es un lugar donde se producen especies hortícolas, aromáticas y frutales”, sin embargo “los objetivos se centran en los aspectos didácticos demostrativos o de actividades terapéuticas”.
La experiencia de los técnicos de terreno ha demostrado que estos espacios productivos en el ámbito penitenciario, posibilitan la reinserción y resocialización de las personas privadas de libertad, una vez que han culminado su condena.
“La práctica de actividades de la huerta fomenta la cultura del trabajo, generando la producción de alimentos sanos y seguros, aportando a los participantes conocimientos sobre la producción de hortalizas y semillas y su aprovechamiento”, aseguran los técnicos.
Con las tareas de huerta se conjuga la capacitación progresiva, la participación solidaria y el acompañamiento sistémico de las acciones en terreno, resultando estratégicos en su operatoria la intervención activa de promotores, y el acompañamiento de la institución penitenciaria.
El programa Pro-Huerta / MSyDS (Ministerio de Salud y Desarrollo social), INTA tiene como objetivo “mejorar la seguridad alimentaria de la población urbana y rural en situación de vulnerabilidad social, incrementando la disponibilidad, accesibilidad y variedad de alimentos mediante su auto producción y aprovechamiento en huertas y granjas”.
Las actividades se complementan con acciones de capacitación técnica que se impulsan mediante el dictado de un curso teórico práctico de huerta agroecológica. “La formación tiene como eje la evolución del calendario productivo con los cultivos de otoño invierno y los de primavera verano”. Contemplando sus perfiles “los internos cursan en grupos divididos entre los se encuentran bajo un régimen abierto y por lo tanto pueden realizar tareas en espacios exteriores, y los que están con de regímenes semiabiertos o cerrados que hacen las prácticas dentro de la unidad”.
El desarrollo del Programa en la Unidad de Azul aporta a la construcción de un ámbito de socialización y cooperación que contribuye a generar relaciones de solidaridad y ayuda mutua, tanto entre internos como con el personal penitenciario. Asimismo genera capacidades y otorga herramientas para mejorar la calidad alimentaria del interno, a través de una dieta diversificada, posibilitando el desarrollo de una actividad que permite la mejora de la calificación interna de la persona privada de libertad.
Para los Técnicos de la Experimental Cuenca del Salado “esta experiencia es el puntapié inicial en la generación de iniciativas, actividades, proyectos y gestiones que permiten mejorar la calidad de vida y dignidad de las personas” (Noticias AgroPecuarias).