Los mallines son aptos para producir forrajeras

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 En estos espacios se producen forrajeras exóticas que son aptas para alimentar a vacunos u ovinos

 

ESQUEL, Chubut (NAP) Los mallines, son  humedales estratégicos para la actividad pecuaria de la región, se encuentran invadidos por plantas exóticas de buen valor forrajero. Si bien esto eleva la productividad en el corto plazo, científicos advierten sobre potenciales efectos negativos para su sustentabilidad en escalas de tiempo más largas.

En lengua araucana, la palabra mallín significa “tierra pantanosa”. Los mallines están presentes en toda la Patagonia en tierras bajas e inundables. Al disponer de agua en gran parte del año y producir forraje de buena calidad, resultan recursos estratégicos para la ganadería de la región.

En la Patagonia, los campos que poseen mallines (tierras bajas inundables que producen buen forraje) pueden producir ovejas y  vacas de manera más rentable. En mayor o menor medida, estas áreas tan preciadas se encuentran invadidas por especies forrajeras exóticas.

Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), encontraron que en el oeste de Chubut, la producción forrajera de los mallines aumenta con la proporción de estas plantas exóticas, y este resultado concuerda con los hallazgos de la red NutNet en pastizales de todo el mundo. Aunque producir más forraje es deseable, los científicos de esta red advirtieron sobre los riesgos que las invasiones de exóticas implicarían, en el largo plazo, para la estabilidad productiva de los pastizales.

“Para estimar la producción de forraje en los mallines usamos las imágenes que provee gratuitamente el proyecto MODIS, de la NASA. Disponemos de un dato cada 16 días para un mismo lugar, desde el año 2000 hasta el presente. Eso nos da una ventana de casi 16 años para ‘mirar’ la producción de forraje en el tiempo y en el espacio”, comentó Gonzalo Irisarri.

Desde la cátedra de Forrajicultura de la FAUBA, se explicó la visión que se tiene en este sentido: “Encontramos que la producción de forraje de los mallines se relaciona positivamente con la proporción invadida por especies exóticas. Es obvio que el productor siempre va a querer aumentar la cantidad de forraje de una u otra manera. No obstante, creo conveniente encender una luz de alerta: a futuro, el aumento de exóticas podría impactar negativamente sobre la capacidad productiva del sistema tornarse menos diversos”.

Los productores podrían elevar la proporción de forrajeras exóticas en los mallines por diversos caminos. Uno es la siembra, o la intersiembra, de forrajeras exóticas; no es una práctica generalizada. Otra práctica más generalizada es la fertilización de los mallines.

“Fertilizar con nitrógeno es una forma indirecta, y menos estudiada, de aumentar la importancia relativa de las exóticas. Algunos productores que fertilizan logran elevar la producción de forraje hasta un 30% en comparación con mallines no fertilizados. Pero si esta práctica se mantiene en el tiempo, es probable que las forrajeras exóticas pasen a dominar estos humedales. Y esto es, justamente, lo que nos alerta: no sabemos cuánto podrían afectar esas especies exóticas la producción de pasto de un año a otro”, añadió el técnico.

Potencialmente, el 5% de los suelos de la Patagonia extra-andina pueden soportar mallines. El manejo de estas áreas bajas inundables no es sencillo, y el riesgo de deterioro siempre está presente.

Al respecto, el analista que también es Investigador Asistente del CONICET, nos contó: “Para el productor es complejo establecer pautas de manejo. Las distancias en la Patagonia son inmensas y es poco frecuente que haya un movimiento de animales entre momentos del año. Esa es una de las causas por la cuales los mallines se deterioran: soportan animales caminando por ahí en los momentos que sus suelos tienen agua en superficie y son más sensibles al pisoteo. Actualmente, no sabemos cuánta de esta superficie, en toda la Patagonia, se estaría degradando, ni a qué velocidad”.

Creo que nos debemos entre todos los que somos parte del manejo de estos sistemas, una discusión acerca de si podemos generalizar algún tipo de manejo del pastoreo que permita darle descanso a los ambientes de mallines en los momentos en que son más susceptibles al deterioro

Para los ganaderos patagónicos siempre ha sido clave saber cuánto forraje producen los mallines a lo largo del año. La información está disponible gracias a los satélites.

 “Durante mis estudios de maestría investigué la producción de forraje en los mallines usando información satelital. Hoy podemos estimar cuánto forraje producen los mallines del oeste de Chubut, y estamos trabajando para abarcar más áreas de mallines en la Patagonia”, aclaró el investigador (Noticias AgroPecuarias).

EB

Los mallines son fuente de pasturas exóticas (foto gentileza FAUBA)

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