Blousson: “No necesito que el Estado me dé una mano, sí que no me ponga la mano encima”.

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El gerente de Compra de Materia Prima de Mastellone anticipó durante un el sector lechero se prepara para volver a ser competitivo y ganar nuevos mercados mundiales.

 

BUENOS AIRES (NAP, por Gustavo Hierro) “Los nuevos jugadores en lechería seguramente van a ser los centros de inversión o jugadores muy grandes que van a entrar en módulos de producción de 500 mil vacas para arriba. Lo que nosotros necesitamos es que todos los productores medianos y chicos vayan creciendo. Yo digo que en el modelo mundial de hoy, el que no crece, decrece.” De esta manera Roberto Blousson, gerente de compra de Materia Prima de Mastellone, definió el modelo de negocios que seguirá el sector lechero en los años por venir..

El ejecutivo de la empresa líder en la industria láctea argentina, conversó con NoticiasAgropecuarias.com en el contexto del Simposio de Cría y Recría de Bovinos de Leche que la firma organizó en la Universidad Católica Argentina la semana pasada como parte de su plan “Más Leche”.  El objetivo del encuentro fue promover la mejora de las crianzas de terneras de los productores tamberos, de los índices de reposición, aumentar la cantidad de vacas en ordeñe y por ende, la producción de leche.

Según Blousson, “a nadie le sirve estar hoy igual que ayer, porque la competitividad del mundo lo saca de la cancha. Hoy hay que crecer, pero crecer en productividad no significa que crezca como un cáncer y me mate”.

 Para el responsable de compras de Mastellone, cada productor “debe mejorar sus números, y a partir de allí va a ganar plata. Este es un negocio redondo: Cuando haya buenos precios, el productor tomará mucha más rentabilidad de la que hubiese tomado con la productividad que tiene hoy.”

El referente reclamó políticas de apertura económica para el sector, y una mayor oferta de créditos para apuntalar la actividad. “Si no solucionamos el tema crediticio y monetario, va a ser difícil. Nosotros somos un sector cuyas inversiones se deberían amortizar en diez, quince o veinte años, como lo hace un americano, un neoceolandés o un australiano.”

Blousson negó que Mastellone favorezca la concentración del negocio y opere con grandes tambos: “El 60 por ciento de nuestros tamberos tiene menos de 3 mil litros diarios de entrega. La gente cree que nosotros tenemos todos los tambos más grandes. Sí tenemos tambos grandes, pero también tenemos tambos muy chicos”, se atajó.

 Aclaró que “nosotros definimos como compañía, hace más de una década, que íbamos a crecer con nuestros propios remitentes. No íbamos a salir a buscar nuevos tamberos de otras compañías, porque finalmente no teníamos ninguna seguridad de crecer en proyectos con leche segura. De ahí, hoy tenemos tamberos de 300 litros hasta 100 mil

“Muchos acusan a empresas Mastellone y a otras empresas de haberlos dejado afuera del mercado por pagar por la leche precios no competitivos para el productor primario.”

litros diarios. Hemos sido exigentes nada más que en la calidad. El que consigue la calidad, está más allá de su tamaño.”

Respecto de la vuelta a la producción de leche después de la debacle que destruyó el sector en la última década, el gerente opinó que “Nadie quiere tener los huevos en una sola canasta. O sea que hoy, jugarse sólo a la soja o al maíz con la amplitud climática que está teniendo la Argentina en los últimos años, es de altísimo riesgo. Entonces, como hacían los abuelos que tenían la vaca negra allá en el bajo y que en el año que no cosechaban vendían los terneros y pasaban el año, la gente está mirando hoy la lechería. El 90 por ciento de nuestros productores son mixtos, o sea, son agricultores y lecheros. Hoy, lo que uno ve es que muchos de esos agricultores que nunca tuvieron actividad ganadera, o la tuvieron y quizás la vendieron, están volviendo a la ganadería de carne. ¿Por qué? Porque es mucho más fácil hacer ganadería de carne que ganadería de leche. Ahora, cuando los precios relativos tomen su lugar, la ganadería de carne volverá a ser la ganadería de carne, que siempre fue menos rentable que la de leche.”

En el Simposio realizado en la UCA disertaron especialistas nacionales e internacionales en la materia que brindaron pautas de manejo de crianza para mejorar los índices de mortandad y colaborar con el crecimiento de los rodeos lecheros. Asimismo,  se trató a fondo la temática de capacitación del personal, recursos y generación de protocolos de trabajo.

Según el ejecutivo de Mastellone, “nuestra idea desde hace años es competir en el mundo, y ése es el problema.  Si nosotros no aumentamos nuestra productividad, no podemos competir con nadie. Hoy estamos en un camino en el que estamos estancados, en el que tenemos que corregir muchas ineficiencias, tanto en el sector productor como en el sector industrial. Y si no, no vamos a poder competir.”

 “La diferencia que podemos tener hoy con el Uruguay, es que Uruguay exporta el 70 por ciento de lo que produce, lo puede hacer y sigue creciendo. Nosotros tenemos que dar nuestro examen de que cada vez que viene una crisis de éstas, la podemos superar y podemos seguir exportando. Argentina es un exportador neto”, argumentó.

A continuación, el diálogo completo:

–          En la última década, miles de pequeños tambos quedaron fuera de carrera. Muchos acusan a empresas Mastellone y a otras empresas de haberlos dejado afuera del mercado por pagar por la leche precios no competitivos para el productor primario. ¿El modelo de Mastellone es compatible con la existencia de tambos chicos?

–          Nuestra preocupación comenzó hace muchos años. Nosotros definimos como compañía, hace más de una década, que íbamos a crecer con nuestros propios remitentes. O sea, que no íbamos a salir a buscar nuevos tamberos de otras compañías, porque finalmente no teníamos ninguna seguridad de crecer en proyectos con leche segura. De ahí, nosotros empezamos el trabajo y hoy tenemos tamberos de 300 litros hasta 100 mil litros diarios. Hemos sido exigentes nada más que en la calidad. El que consigue la calidad, está más allá de su tamaño. El 60 por ciento de nuestros tamberos tiene menos de 3 mil litros diarios de entrega. La gente cree que nosotros tenemos todos los tambos más grandes. Sí tenemos tambos grandes, pero también tenemos tambos muy chicos.

–          Mastellone, y la industria lechera en general, están pasando años muy difíciles. Ahora vienen cambios profundos en las políticas macro. ¿Cómo se imagina el modelo de negocios lechero hacia adelante? ¿Más mercado interno o más exportación?

–          Nuestra idea desde hace años es competir en el mundo, y ése es el problema.  Si nosotros no aumentamos nuestra productividad, no podemos competir con nadie. Hoy estamos en un camino estancado, en el que tenemos que corregir muchas ineficiencias, tanto en el sector productor y en el industrial. Y si no, no vamos a poder competir. O sea, la diferencia que podemos tener hoy con el Uruguay, es que Uruguay exporta el 70 por ciento de lo que produce, lo puede hacer y sigue creciendo. Cada vez que viene una crisis de éstas, la podemos superar y podemos seguir exportando. Argentina ya es un exportador neto, no tiene una exportación, de saldos y retazos, dos meses al año, sino que exporta todo el año. Con una estacionalidad marcada, sobre todo en primavera.

–          Pero hubo cambios hasta en el manejo ganadero en los tambos.

–          El modelo de hoy no es el modelo pastoril como antes, que decíamos “hago pasto, no me cuesta plata, lo exporto, me paguen lo que me paguen, sirve”. Hoy tiene que ser un negocio integral en el que las productividades tienen que cambiar, y tenemos la capacidad granaría, climática, como para poder competir con cualquiera, no deberíamos tener problemas de competencia. Yo no tengo por qué “arrugar” la competencia con un uruguayo, con un brasilero con un europeo, o  con un americano. Yo tengo que poder competir con cualquiera si estoy haciendo las cosas medianamente bien.

–          Parece que se vienen condiciones favorables…

–          Cuando era asesor en lechería en la gestión (en el Ministerio de Agricultura), de Felipe Solá. Yo le decía: “No necesito que el Estado me dé una mano, sí necesito que no me ponga la mano encima.” Este es un sector muy dinámico que compite por la tierra todos los días con la agricultura y con el resto de la ganadería. Este sector se adapta a todos los cambios, mientras lo dejen,. ¿La soja duplicó el precio? Sigue compitiendo con la soja de doble precio. ¿Se cayó el precio? Sigue compitiendo. Entonces, este es un sector que lo que necesita es que no lo interfieran, que no le cambien los precios relativos de las cosas, y que lo dejen trabajar tranquilo.

–          Para usted, no es tan dramático que el productor pase de una ganadería de carne a otra de leche…

–          No, porque nuestra idea de hoy no es quizás que entren nuevos productores… Los nuevos jugadores en lechería seguramente van a ser los centros de inversión o jugadores muy grandes que van a entrar en módulos de producción de 500, mil vacas para arriba. Lo que nosotros necesitamos es que todos los productores medianos y chicos vayan creciendo. Yo digo que en el modelo mundial de hoy, el que no crece, decrece. Hoy hay que crecer en productividad lo que no significa que crezca como un cáncer y me mate; yo digo que tengo que mejorar mis números, y ahí voy a ganar plata. Y cuando haya buenos precios, voy a tomar mucha más rentabilidad de la que hubiese tomado con la productividad que tengo hoy.

–          Suponga que soy un productor agropecuario, y tengo un planteo mixto, con un poco de agricultura y otro poco de ganadería de carne. ¿Cómo me convence de que vuelque parte de mi esfuerzo al tambo?

–          Todo el mundo volcado hoy a las ganaderías de leche o de carne, parte de su modelo agropecuario. Porque nadie quiere tener los huevos en una sola canasta, jugarse sólo a la soja o al maíz con la amplitud climática que está teniendo la Argentina en los últimos años, son cultivos de altísimo riesgo. Entonces, como hacían los abuelos que tenían la vaca negra allá en el bajo y que en el año que no cosechaban vendían los terneros y pasaban el año, el resto de la gente está mirando hoy la lechería. El 90 por ciento de nuestros productores son mixtos, son agricultores y lecheros. Hoy, muchos de esos agricultores que nunca tuvieron actividad ganadera, o la tuvieron y quizás la vendieron, están volviendo a la ganadería de carne. ¿Por qué? Porque es mucho más fácil hacer ganadería de carne que ganadería de leche.

–          Bueno, precisamente, la ganadería de leche tiene una estructura de costos diferente, mucho más cara, con lo cual la inversión es importante. ¿Cómo convencer a un productor de que se vuelque a producir más leche en un contexto de costos tan altos, muchos de ellos en dólares?

–          Si no solucionamos el tema crediticio y monetario, va a ser difícil. Nosotros somos un sector cuyas inversiones se deberían amortizar en diez, quince o veinte años, como lo hace un americano, un neoceolandés o un australiano. Hoy un productor argentino se pone nervioso porque debe un mes de facturación y un productor de esos países debe el 50 por ciento de todo lo que tiene, y duerme de lo más tranquilo. ¿Pero por qué? Porque tiene una estructura crediticia que le permite vivir tranquilo. Acá, cuando usted saca un crédito y hace un tambo hoy, todo moderno, hace toda una inversión, y su crédito es a cinco años como máximo, es muy difícil el repago de eso. El competidor nuestro lo repaga en veinte, treinta años, y lo repaga cuando quiere. Entonces, si nosotros no tenemos una política crediticia más o menos acorde a lo que tiene un productor tambero del resto del mundo, difícilmente vamos a poder competir con él.

–          Mastellone, como todas las grandes empresas, analiza la realidad, descubre tendencias, ve venir los cambios y toma decisiones para adecuarse a ellos. ¿Consideran que viene un período de reexpansión del sector lechero después de tantos años de achiques y pérdidas?

–          La respuesta la tiene en toda la gente que está acá. Es impensable creer que hoy tiene 600 personas del campo en una universidad en Puerto Madero, ilustrándose sobre cómo aumentar su productividad de ganado de ordeñe. Esta gente está mirando el mañana, si estuviese mirando el hoy, estaría en su casa llorando. Este sector es tan dinámico, que si uno se distrae, lo pasa por arriba. Nosotros hemos incorporado cambios tecnológicos a veces tan rápido, que no estábamos preparados para manejarlos, no teníamos la gente, los profesionales, y nos fue mal. Pero de vuelta caemos, nos levantamos y seguimos de vuelta.

–          Para ser internacionalmente competitivo van a tener que ofrecer al mundo una fuerte inversión en las tecnologías que agregan valor a sus productos.

–          Nosotros, en la década del ’90, exportábamos a cien países en bolsitas de 600/800 gramos, después vino la debacle del 2000-2001-2003, el sector cayó, y yo creo que estamos preparados para salir al mundo  con cualquier cantidad de productos, igual que muchas empresas de Argentina. Lo único que tenemos que tener, son las condiciones. Mire, es lo mismo si uno mira nuestro sector y el sector de la carne. Yo escribí en el ’94 un librito en el que decía que, si teníamos suerte, íbamos a poder exportar en lechería lo mismo que en el sector cárnico. Porque en ese momento nosotros exportábamos 200 millones de dólares, y la carne, 800. Bueno, hoy la carne exporta 200, y nosotros, 800(Noticias AgroPecuarias)

–          GH-EB

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