En la Región Núcleo hay 1M/ha pendientes de siembra para soja

Soja .Pergamino. Productor. Gustavo Farroni
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La siembra está 18 p.p. abajo del promedio de las últimas cinco campañas. Llueve cada 3 a 4 días, el “planchado” y la pesadilla de resembrar cuando la fecha óptima de siembra ya se cierra y amenazan nuevas lluvias. 

(NAP) La siembra de soja de primera en la región núcleo avanza al 70%, pero se mantiene muy por debajo de los ritmos históricos: 25 p.p. menos que el año pasado y 18% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.

De acuerdo con  los datos difundidos por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en tanto, falta implantar cerca de 1 M ha y las lluvias del fin de semana pasado volvieron a frenar las labores justo cuando la ventana óptima de siembra empieza a estrecharse, ya que  se extiende hasta el 20 de noviembre.

En Aldao, en el centro-sur santafesino, advierten: “Vos sembras y el cultivo necesita al menos una semana para emerger. Pero en el medio te caen 40 mm. Cada 3 o 4 días y tenemos que interrumpir las labores por las lluvias. Y te agarra sí o sí con algún lote sembrado de soja sin emerger que no sabes si lo tenés que volver a sembrar”, aseguran los productores de la región.

En San Pedro, noreste de Buenos Aires, el avance no supera el 15% y hacia el sur de Junín advierten que están muy demorados. El nuevo frente previsto para este jueves amenaza con dejar unas 600.000 ha al borde de salir de la ventana donde se obtienen los máximos rendimientos.

En contraste, en el noroeste bonaerense —como en General Pinto— destacan que el suelo se orea rápidamente gracias al viento y las altas temperaturas, permitiendo retomar pronto la siembra.

En el sur y centro-sur de Santa Fe, en Carlos Pellegrini y Bigand, tienen entre un 80 a 90% del área ya implantada y la mayoría de los productores están en condiciones de finalizar dentro del período óptimo. En Marcos Juárez, restan pocos lotes y se espera completarlos durante esta semana.

La tormenta del fin de semana generó inconvenientes en las zonas que acumularon más de 40 mm o que ya venían afectadas por excesos hídricos. En Junín, el exceso de agua en sectores bajos afectó lotes recién nacidos dejando rodeos sin plantas.

En San Pedro, la última lluvia “planchó” numerosos lotes, dejando a los productores en duda sobre cómo seguir ante un nuevo pronóstico de precipitaciones. En Corral de Bustos y zonas cercanas, el viento y el agua causó daños significativos en las emergencias y los técnicos anticipan que varios lotes deberán resembrarse.

Lamentablemente, “Hubo una zona muy golpeada por granizo hacia el este de General Pinto, una manga que dejó lotes de maíz, trigo y girasol con daños del 50 al 70% ”, comentan los técnicos. “

Los márgenes

En la región núcleo alrededor del 70% de la producción se hace en la modalidad de campo alquilado, por eso, se vuelve tan importante evaluar estos resultados.

Los primeros datos que arrojan las cosechadoras confirman la excelente campaña. Pero es importante destacar que se tratan de rindes excepcionales con un clima que difícilmente vuelva a repetirse, ya que fue prácticamente ideal para el cultivo.

Con un precio a cosecha (diciembre) de 18,3 u$s/qq, para campo alquilado el punto de equilibrio llega recién con rindes altos: con 40 qq/ha la pérdida es de 158 u$s/ha; con 50 qq/ha aún sigue en negativo (–29 u$s/ha); y recién con 60 qq/ha se pasa a terreno positivo (75 u$s/ha). El costo del alquiler —equivalente a 18 qq/ha de soja en este análisis y prorrateado por el tiempo de ocupación del cultivo— resulta determinante y deja al trigo expuesto a un riesgo económico considerable cuando los rindes están por debajo de niveles promedios para la zona (38 qq/ha).

En el caso de campo propio, pasar de 40 a 60 qq/ha lleva el margen neto de 59 a 252 u$s/ha, más de cuatro veces. Lo primero es que esta “foto” de márgenes refleja un contexto de costos muy similar al que se tenía al momento de la siembra.

La mayor parte de los insumos —semilla, fertilizantes y fitosanitarios— se compró hace unos seis meses, y los valores no difieren demasiado de los actuales: hoy el costo ronda los 300 u$s/ha, cuando al inicio de campaña se hablaba de unos 290 u$s/ha.

La comparación económica sigue siendo representativa del escenario que enfrentó el productor al comenzar el ciclo. Lo segundo es que, en cuanto a los costos totales (antes de impuestos), si bien aumentan a medida que crece el rinde, lo hacen a un ritmo mucho menor que el ingreso.

Mientras que el ingreso bruto mejora en 365 u$s/ha al pasar de 40 a 60 qq/ha, los costos solo aumentan 106 u$s/ha. Pero ojo, porque para esta comparación se mantuvo constante el planteo agronómico y se atribuyó al ambiente la variación en productividad .(Noticias AgroPecuarias)

 

 

 

 

 

 

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