El Gobierno nacional reactivó el dragado del Río Salado

Tras meses de parálisis, volvieron a operar las dragas en el tramo entre la ruta 205 y Ernestina, en 25 de Mayo. Productores advierten que el puente de la ruta 205 sigue siendo un tapón.
(NAP) El Poder Ejecutivo Nacional reactivó esta semana las obras de dragado del Río Salado en un tramo clave del Plan Maestro, entre la ruta nacional 205 y Ernestina, en el partido bonaerense de 25 de Mayo, son trabajos que habían quedado paralizados en febrero y su continuidad era un reclamo histórico del sector agropecuario.
Productores de la zona confirmaron que una de las dragas ya comenzó a trabajar, aunque alertaron que el verdadero cuello de botella está en el puente de la ruta 205 (foto), cuya estructura actual no permite el paso del enorme volumen de agua acumulada.
“Hoy hay una masa de agua de entre 40 y 50 kilómetros de largo por dos mil metros de ancho. Es imposible que todo ese caudal pueda escurrir por el puente actual, que tiene apenas 120 metros de luz y 1,20 metros de profundidad. Es como si entrara por un caño enorme y saliera por una manguera”, graficó Ignacio Iturriaga, productor de la zona con el 90% de su campo bajo agua.
Fernando Agustinelli, otro productor afectado, comentó a lanacion.com.ar que la situación ya no depende solo de las lluvias locales: “Desde hace un año y medio el río tiene vida propia. Mi campo llegó a tener 60% de superficie bajo agua. Ahora bajó algo, pero sigue entre 30 y 40% anegado”.
La propuesta de los productores es construir un canal aliviador o bypass lateral para descomprimir el tapón que genera la ruta 205. Según técnicos consultados, con dos pasadas de entre 50 y 60 metros más profundas se duplicaría el caudal de agua que atraviesa el puente, y la obra podría ejecutarse en apenas dos días.
Desde el Gobierno confirmaron que el pedido ya fue tomado en cuenta y que los equipos técnicos están evaluando la factibilidad de avanzar con esa alternativa.
Mientras tanto, en los campos ribereños del Salado la expectativa es alta, pero también lo es la preocupación: “Por más que reanuden todas las dragas, si no actúan sobre el puente, el agua va a quedar exactamente igual”, resumió Iturriaga.