El Gobierno propone reducir la presión tributaria en Ganancias para las empresas

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Dentro de la reforma laboral se incorpora una modificación en el impuesto que apunta a reducir la carga fiscal de las sociedades de capital, incluidas las empresas agropecuarias.

(NAP, por Richard Amaro Gómez*) El proyecto de Ley de Modernización Laboral incorpora una modificación relevante en el impuesto a las Ganancias que apunta a reducir la carga fiscal de las sociedades de capital, incluidas las empresas agropecuarias. La iniciativa prevé bajar las alícuotas más altas de la escala del impuesto corporativo a partir de 2026, con el objetivo de aliviar la presión tributaria sobre el sector empresario.

La propuesta introduce cambios en la estructura de tasas aplicables a sociedades como S.A., S.R.L. y S.A.S., retomando la discusión sobre el esquema de imposición vigente desde la reforma tributaria de 2017.

Cómo evolucionó el impuesto a las sociedades

Tras la reforma de 2017, el impuesto a las Ganancias para las empresas atravesó distintas etapas. Antes de ese cambio, las sociedades tributaban una tasa fija del 35% sobre su renta.

Desde los ejercicios iniciados a partir del 1 de enero de 2018, se implementó un esquema transitorio que redujo la alícuota corporativa al 30%, acompañado por un impuesto del 7% sobre la distribución de dividendos.

A partir del cuarto ejercicio posterior a la reforma, el sistema pasó a una escala progresiva, con tasas del 25%, 30% y 35%, ajustadas anualmente por inflación según el IPC.

Las nuevas alícuotas que propone la reforma

El proyecto establece que, para los ejercicios fiscales que comiencen desde el 1 de enero de 2026, se mantendrá el primer tramo sin cambios, pero se reducirán los dos escalones superiores de la escala:

-Primer tramo: se mantiene en 25%

-Segundo tramo: baja del 30% al 27%

-Tercer tramo: se reduce del 35% al 31,5%

De esta manera, la iniciativa apunta a disminuir la carga impositiva efectiva sobre las empresas con mayores niveles de rentabilidad.

De aprobarse la reforma, las sociedades de capital enfrentarían una menor presión tributaria combinada, aun manteniéndose el impuesto del 7% sobre la distribución de utilidades.

La reducción de la tasa corporativa base aparece como un incentivo relevante en un contexto de alta presión fiscal a nivel nacional, provincial y municipal.

El cambio sería especialmente significativo para sectores intensivos en capital, como el agropecuario, donde la rentabilidad está fuertemente condicionada por los costos y la carga impositiva. (Noticias AgroPecuarias)

.* Contador Público y Licenciado en Administración de Empresas.

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