Una multinacional francesa estaría interesada en la compra de Lácteos Verónica

Savencia ya controla marcas como Milkaut, Santa Rosa, Ilolay, Adler y Bavaria y se posiciona en el 3er lugar del ranking nacional en procesamiento de leche.
(NAP) El diálogo entre la francesa Savencia y la familia Espiñeira, actual propietaria y controlante de Lácteos Verónica, habría comenzado de manera preliminar, buscando un acuerdo para la compra de las plantas y activos de la firma santafesina.
Para Savencia, se trata de un movimiento estratégico para consolidar posiciones en el complejo mercado lácteo nacional. No es la primera vez que la francesa apunta a Lácteos Verónica, informó Todolecheria.com.ar.
Según fuentes del sector, la empresa ya realizó 2 intentos anteriores para adquirir el complejo santafesino sin éxito. La última gran adquisición de Savencia en Argentina fue la compra de Ilolay en 2023, por algo cercano a los 37 millones de dólares, que fortaleció significativamente su presencia y capacidad productiva.
El posible traspaso abre muchas incógnitas: por un lado, la continuidad operacional de las plantas de las ciudades santafesinas de Lehmann, Totoras y Sauce, que durante décadas fueron un motor económico en distintas localidades santafesinas; por otro, la protección de las fuentes laborales y las condiciones de los trabajadores, quienes miran el futuro con incertidumbre y preocupación.
En caso de concretarse la adquisición, se esperan procesos de reestructuración y adaptación, pero también podría suponer una oportunidad para evitar un cierre definitivo y preservar parte de la actividad industrial en la región.
Sergio Polidoro, delegado y trabajador de la empresa, expresó el temor de los trabajadores: “Puede ser que quieran vender la empresa sin los empleados adentro. Es la idea, es como siempre decimos en las asambleas, pelearla todos juntos y salir todos juntos”, afirmó.
La situación de Verónica
Pese al rechazo del gremio y la falta de aval por parte del Ministerio de Trabajo, Lácteos Verónica ratificó su voluntad de avanzar con un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC). Según el acta de la última audiencia, la firma propuso un plan de reestructuración que incluye medidas drásticas, con impacto directo de 210 empleados -de 700 en el total de las 3 plantas- entre otras medidas que el sindicato Atilra rechazó de plano.
En lo financiero, Verónica arrastra una deuda millonaria. Según datos del Banco Central, en lo que va del año la empresa acumuló 2.241 cheques rechazados por más de $6.700 millones, de los cuales solo abonó el 12%, por lo que actualmente su pasivo asciende a más de $5.900 millones.
El deterioro productivo también es grave. La firma pasó de procesar más de 800.000 litros diarios de leche a menos de 200.000, abastecida únicamente con tambos propios tras perder proveedores.
Mientras tanto, crecen las denuncias de vaciamiento. Legisladores nacionales presentaron un proyecto de resolución en apoyo a los trabajadores y reclaman la intervención urgente del Ministerio de Trabajo. Además, informes gremiales y técnicos apuntan a una presunta triangulación entre Verónica y Las Becerras S.A., otra empresa vinculada a la familia Espiñeira, a través de transferencias de activos, maquinaria y personal, lo que refuerza las sospechas de una “crisis inducida”. (Noticias AgroPecuarias)