Con solo 35% de adopción, el agro aún tiene mucho por crecer con tecnología

En el Congreso Aapresid 2025, Roberto Bisang y Guido Di Mauro destacaron el rol estratégico de la innovación en el presente y futuro del campo argentino.
(NAP) En el Congreso Aapresid 2025, que se desarrolla en Buenos Aires, se debatió sobre la tecnología como “protagonista” del agro, como “base” para construir un nuevo modelo de desarrollo, más allá de ser una herramienta productiva.
El tema fue abordado en el espacio de Innovación & AgTech por el economista Roberto Bisang y por el ingeniero agrónomo Guido Di Mauro.
Bisang colocó a la Agrobioindustria como uno de los tres sectores más disruptivos de la economía argentina, junto con los servicios basados en conocimiento y los combustibles no convencionales. “Hoy representa dos tercios de la facturación entre esos sectores y se posiciona como motor de la Argentina futura”, aseguró.
El economista y consultor destacó que la tecnología ya no es un complemento, sino un pilar estructural del agro. “Con la siembra directa, la biotecnología y, más recientemente, la inteligencia artificial, la tecnología empezó a ser un bastión del agro, algo inédito en la historia: por primera vez, el cambio tecnológico se da en lo biológico”, explicó.
Y proyectar una in incidencia aún mayor con el surgimiento del Paradigma 4.0, que combina automatización, IA, blockchain, trazabilidad y energías renovables. “La tecnología opera sobre la naturaleza y al campo se le demandan alimentos, energía, materiales y sostenibilidad. Por eso, quienes mejor se adapten y gestionen esa complejidad serán los que logren aprovechar este nuevo escenario”, afirmó.
La brecha agronómica
“El 65% de la tecnología disponible aún no se utiliza en el agro argentino”, alertó Guido Di Mauro, docente e investigador en la Universidad Nacional de Rosario y del Conicet (foto de apertura). En ese orden remarcó que “el problema no es solo desarrollar tecnología, sino definir bien qué problema queremos resolver”.
En este escenario afirmó que, en concreto, “Argentina tiene margen para aumentar un 35% del rendimiento de los cultivos con el uso de tecnología tradicional y las Ag Tech”
“Muchas herramientas están disponibles, pero eso no quiere decir que se estén usando”,. Describió que solo 30% de las tecnologías digitales son adoptadas, pero en su mayoría son descriptivas, es decir, que solo resumen datos. En cambio, las prescriptivas –que analizan y toman decisiones automáticas– tienen una baja adopción.
Puesto en porcentaje, Di Mauro apuntó que el país tiene “un margen para aumentar la productividad 38% y una oportunidad de 65% para incorporar tecnología, con lo cual lo que debemos plantearnos es cómo hacer mejor las cosas”.
Di Mauro también subrayó el rol del ingeniero agrónomo como articulador clave en esta nueva etapa: “Debe guiar la generación y uso de información, conectando a los productores con investigadores, informáticos, ingenieros de sistemas y matemáticos”, concluyó. (Noticias AgroPecuarias)