El costo de no hacer: reclamo por las obras inconclusas del Río Salado

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Carbap exigió la finalización del Plan Maestro del Río Salado, lanzado hace 25 años. La falta de avances en las obras agrava inundaciones y genera pérdidas de 40.000 mill/dol.

(NAP)  La falta de culminación del Plan Maestro del Río Salado, concebido en 1999 con financiamiento del Banco Mundial para mitigar las inundaciones y sequías en una cuenca que abarca 17 millones de hectáreas clave para la economía nacional, se traduce en pérdidas millonarias y oportunidades desperdiciadas:

Según la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, en los 25 años transcurridos desde su presentación solo se ha ejecutado la mitad de las obras previstas.

El resultado: pérdidas productivas por más de 5.000 millones de dólares y una cifra aún mayor en aportes fiscales no reinvertidos. Solo en derechos de exportación, la región ha generado más de 35.000 millones de dólares.

“El costo total de la inacción ya supera los 40.000 millones de dólares”, advirtió la entidad rural en un comunicado titulado El Salado y el alto costo de la inacción. Y señaló que, paradójicamente, la región ha financiado reiteradamente las obras que aún se le niegan.

La cuenca del Salado representa el 75% del stock vacuno de la provincia de Buenos Aires, produce más del 70% de los granos bonaerenses y genera más del 20% de la leche del país. No obstante, sigue siendo una de las zonas más vulnerables del territorio nacional en términos hídricos.

El año 2025 volvió a mostrar los efectos de esa fragilidad: tres eventos climáticos extremos anegaron más de 2 millones de hectáreas, reforzando el valor de las obras ya realizadas y evidenciando la necesidad de concluir aquellas que siguen pendientes.

Desde Carbap hicieron un llamado urgente a toda la dirigencia política, sin distinción partidaria ni jurisdiccional, para que se asuma con seriedad la dimensión del problema. “No hay argumentos técnicos, económicos ni éticos que justifiquen seguir postergando una solución que fue planificada, parcialmente financiada y reclamada desde hace décadas”, sostuvieron.

La entidad insistió en que finalizar el Plan Maestro del Río Salado no es solo una demanda del sector agropecuario, sino una inversión estratégica para el país: evitar pérdidas productivas, proteger infraestructura rural, mejorar la competitividad logística y cuidar un recurso natural fundamental. “El país no puede seguir perdiendo por no hacer”, concluyeron. (Noticias AgroPecuarias)

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