Siguen disminuyendo los registros de chicharritas
La Red Nacional de Monitoreo reportó una importante disminución en las capturas. Los especialistas recomiendan igualmente intensificar los monitoreos.
(NAP) El último relevamiento de la Red Nacional de Monitoreo reveló una notable disminución en las capturas de Dalbulus maidis en 443 localidades de Argentina y 18 en Uruguay entre el 18 de septiembre y el 4 de octubre de 2024.
Esta caída es especialmente significativa en la región del NOA, donde se ha observado un descenso marcado en los registros del insecto, principal vector del Spiroplasma, causante del achaparramiento del maíz.
La chicharrita se ha consolidado como la principal adversidad agronómica de la campaña de maíz del verano anterior, lo que llevó a muchos productores a optar por aumentar la siembra de soja en detrimento del cereal.
La Red, conformada por entidades clave del agro argentino, utiliza trampas cromáticas adhesivas para monitorear la actividad del insecto. Este esfuerzo colaborativo incluye instituciones como la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos, Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, que trabajan para proporcionar información crucial para la toma de decisiones agronómicas.
A pesar de la caída en las capturas, los especialistas advierten que se deben intensificar los monitoreos en áreas donde se ha sembrado maíz. Las inspecciones directas, además del uso de trampas, son fundamentales, ya que los adultos sobrevivientes de D. maidis buscarán el maíz como fuente de alimento y reproducción.
Además, las recientes precipitaciones pueden favorecer la aparición de “maíces voluntarios”, lo que incrementa el riesgo de infestaciones futuras si no se controla adecuadamente. Esto subraya la importancia de un monitoreo continuo y de medidas de control efectivas.
Finalmente, el aumento de temperaturas ha traído consigo una diversidad de chicharritas, complicando la estimación de D. maidis. Los especialistas enfatizan la necesidad de realizar identificaciones taxonómicas precisas para evitar sobreestimaciones en los monitoreos, asegurando así un manejo más efectivo de la plaga.