Cómo alcanzar más kilos de carne en la Cuenca del Salado

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Los objetivos  de la Cabaña La Trinidad revelan los mecanismos más adecuados para alcanzar mayor valor agregado. La empresa familiar,incorporó hace algunos años genética bovina Wangyu.

MAGDALENA, Buenos Aires (NAP) Con la mirada puesta en alcanzar 350kg/ha, aunque ahora se producen 230 kg/ha, los propietarios del establecimiento La Trinidad, apuntan a explotar al máximo el capital ganadero que la empresa tiene.

El establecimiento, ubicado sobre la Ruta 36, Kilometro 80,3 en cercanías de la ciudad bonaerense de Magdalena, al  sudeste de la Capital Federal, inició su activdad a mediado de los años ‘80.

Este es el establecimiento que el IPCVA eligió para realizar la jornada a campo, bajo la consigna “Valor agregado en la ganadería, Cuenca del Salado, produciendo carne de calidad”, en la que participaron unas 500 personas entre productores, técnicos y estudiantes de las escuelas rurales  de las cercanías.

Agradecimientos

El titular del IPCVA, Juan José Girgera Naón agradeció la familia Pertino propietaria del campo, “por facilitar el establecimiento, por haber abierto las tranqueras y permitirnos mostrar la forma en que se trabaja y, lo que se puede hacer  de forma eficiente, en una zona con campos difíciles”, destacó

“Para mí, esta nueva jornada a campo es muy positiva, porque se suma a las que ya hicimos después de la pandemia. Debemos sumar también los encuentros para jóvenes que ya se realizaron”, precisó Juan José Grigera Naón, presidente del Instituto de Promoción  de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA)

Luego de recodar que las jornadas a campo se retomaron en abril con una visita a un establecimiento de Villa Mercedes, San Luis: “Para nosotros es muy importante volver al territorio, el intercambio con los productores y sobre todo este nuevo intercambio con la juventud, hechos a los que consideramos satisfactorios”, cerró el titulas del IPCVA.

La empresa

La empresa familiar está formada por un directorio que lo integran Ana, Guillermina, Cecilia y Miguel Pintos, los cuatro hermanos. La administración está a cargo de Miguel y el encargado es Martín Labaronnie, quien también maneja el campo La Florida, junto con Franco Lombardo.

El emprendimiento ganadero tiene dos campos, uno La Trinidad, con 300ha y la Florida con una superficie de 630 ha, también sobre la ruta 36.

El negocio ganadero de La Trinidad se concentra en la cría y recría de ganado Angus negro y colorado, además de una cabaña en la que se producen vientres y terminación de toros. En La Florida, también se producen vientres de cabaña, recría de hembras, de toritos. Además  se practica la recría y engorde de hembras y machos de rodeo general. El establecimiento, en la actualidad tiene 650 vientres y 1450 animales en total.

El rodeo vacuno esta formado por 650 vientres y 1450 bovinos Aberdeen Angus Negros y Colorados  Además desde hace algunos años se incorporó a la cabaña un rodeo con 20 vacas y vaquillonas Wagyu con el objetivo de alcanzar a las 50 hembras de la raza asiática.

Manejo

El manejo del campo comenzó con las promociones de ryegrass, “Luego se comenzó a hacer pasturas de calidad en los potreros con pasto ovillo, donde se hacía ciclo completo y se terminaban los novillo. Se hicieron muchos esfuerzos para controlar las enfermedades endémicas en la zona como la brucelosis, de la que somos libres hace más de 20 años”, describe el productor.

“Nuestro plan es ganadero y pusimos el foco en seleccionar la genética, porque comprábamos animales muy lindos, pero cuando los traíamos a producir nos encontrábamos con pelo de chancho (pasto), duranillo blanco y los resultados no eran los que nosotros queríamos. Teníamos una vaca que pesaba 600 kilos y a la hora de preñarla quedaba vacía”, describe Miguel Pertino

Por las características de los campos de la zona, para tener vacas, primero hay que tener pasto: “Nosotros somos productores de pasto, somos ganaderos y sí hacemos cría, recría, engorde y  lo que mejor anda es la festuca”, explica Miguel.

Cadena sólida

“Para lograr una cadena forrajera sustentable nosotros  hacemos 60% de pasturas balanceadas 20% de promociones de ryegrass y 20% de campo natural y los corrales de inicio y recría se complementan con reservas forrajeras “, detalla Miguel.

En el circuito forrajero las vacas se destetan entre febrero y marzo y se las mandan a los lotes de restricción, donde   “le damos de comer rollo o algún rastrojo y, a media que van pariendo pasan a comer mejor, porque las queremos preñar, se les hace inseminación a tiempo fijo (IATF) y se repasan con un toro”, detalla el productor.

Este año, por el impacto de la seca en la empresa se vieron obligados a hacer la recría en corrales y se les dio a las hembras y a los machos silaje de maíz de autoconsumo, con una suplementación proteica como expeler de soja.

“A los toros también se les dio de comer lo mejor  que tenemos en forraje y silaje de maíz, pero este año decidimos no darles más concentrados, porque creemos que la salud de los toros es muy importante porque deben criarse y producir en el mismo medido donde van a estar. Los descartes se termina a corral, pero siempre se recrían a pasto” explica.

En el servicio del período 2020/2021, con 190 vacas la preñez alcanzó al 90%. En la Trinidad, con  IATF se preñó el 51%, con el destete de 155 terneros, que presentó el 81,5%, con pérdidas del 9%. El servicio en las vaquillonas se hace a los 15 meses y paren a los dos años.

“Este año tuvimos 90% de preñez y es lo mínimo que esperamos, a veces con lo logramos con resultados holgados  y a veces, como ya ocurrió en el pasado, no”.

La producción de carne se ubica en los 230 kg/ha, la mitad es aportada por la cría con los destetes y la otra mitad la suman los toros. Los toros comen bien el pasto que le damos y también silo de maíz, porque necesitamos que ganen 1kg/día, desde que llegan al establecimiento en febrero, hasta que salen a la venta en agosto y nos aportan una muy buena producción de carne.

Núcleo genético

Los propietarios de La Trinidad, a partir de  2006 invertieron en genética: “Trajimos algunas vaquillonas de pedigree, algunas preñeces de embriones, además de comprar unas vacas. En ese momento decidimos cerrar el rodeo y comenzamos a realizar nuestras selección a través de semen, elegimos nuestros padres porque queremos verlos cuando nacen y en función de eso, armar con la selección genética el camino queríamos seguir”, consigna el productor.

El establecimiento tiene  en la actualidad vacas  puro pedigree, puras controladas y otras están en un proceso de absorción. El objetivo es llegar a vacas puro de pedigree en La Trinidad Y, en La Florida puras controladas(Noticias AgroPecuarias).

 

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