Empresas de fertilizantes proyectan gran campaña de maíz y alientan que se puede cosechar 20% más

Es el cultivo con el margen bruto más favorables de esta campaña y podría ganar mucho con una mejor nutrición.

BUENOS AIRES (NAP). Fertilizar Asociación Civil afirmó que el maíz será “el gran protagonista de la campaña agrícola 2021/22” y que tendrá “un año fantástico respecto de la rentabilidad”, dado que existe “una excelente demanda.

Las afirmaciones las hizo el presidente de Fertilizar, Francisco Llambías, quien se apoyó en las ecuaciones de márgenes brutos del cereal, las más altas comparadas con la soja.

El margen bruto del maíz es de 586 dólares por hectárea, frente a la soja que tiene 467 dol/ha; y compradao también con el esquema trigo-soja que es de 331 dol/ha.

“Además ese margen es 70% mejor que en agosto del año pasado”, aún con los incrementos que hubo en costos e impuestos, remarcó Llambías.

La situación también es “muy favorable” para la inversión en fertilización, dado la relación insumo-producto. En fertilizantes fosfatados (MAP), la relación I-P viene mejorando para el productor desde 2015, cuando se alcanzó un promedio histórico favorable que, para esta temporada 2021/22, está solamente 6% por debajo.

Y en el caso de los fertilizantes nitrogenados (urea), la relación insumo producto es la mejor desde la temporada 2016. Fertilizar dio los númneros en una presentación virtual para la prensa.

La directora ejecutiva de Fertilizar, María Fernanda González Sanjuan, destacó la evolución que tuvo la producción maicera en Argentina e los últimos 20 años en los cuales “casi se triplicó”, por razones que tienen que ver con la mejora en la genética de semillas y la biotecnología, la siembra directa, los cambios en el manejo del cultivo.

“El maíz empezó a tener más caras de las que creíamos: ahora tenemos maíz temprano, tardío, de segunda o maíz para silo”, dijo, en lo que hace a los fertilizantes indicó que en este período se generalizó su uso, lográndose un “piso” de consumo de 2 millones de toneladas y se alcanzó en 2020 hasta el 86% del área fertilizadacon un incremento de las dosis.

“Igualmente en reposición de nutrientes todavía estamos en 57%; es decir que todavía tenemos una deuda pendiente con el sistema y es el valor que tenemos en brecha de rendimientos”, advirtió González Sanjuan.

Estrategias de fertilización en maíz

El director técnico de Fertilizar, Andrés Grasso, justificó la inversión en fertilización no solamente mirando los altos precios de los granos sino fundamentalmente en que el actual nivel de nutrientes de los suelos limita “la demanda que tiene el cultivo para generar rendimientos”.

Grasso dejó las recomendaciones a la hora de fertilizar:
-Diagnóstico con análisis de suelo que ayude a conocer integralmente el sistema (“hasta dónde puede ir con ese rendimiento potencial del ambiente”)
-Interpretación del análisis de suelo y realizar la recomendación sobre esa base?
-Estrategias: el planteo de uso del fertilizante. “A la hora de fertilizar tenemos que hacerlo con buenas prácticas de uso de nutrientes y sincronizar la oferta con la dosis correcta (cantidad individual de nutrientes)”.

Grasso resaltó que son generalizadas las aplicaciones de nitrógeno (N) y fósforo (P) pero advirtió que hay que incorporar otros nutrientes como azufre (Z) y zinc (Zn) “que también están en deficiencia”.

“Por los desajustes en los diagnósticos y en la aplicación de estos 4 nutrientes nos estamos perdiendo 20% de rendimiento en maíz, que son alrededor de 1700-1800 kilos de maíz por hectárea”, dijo.

Respecto a la estrategia de manejo recordó que este año los pronósticos climáticos hablan de una alta posibilidad de ocurrencia del fenómeno La Niña, que se caracteriza por lluvias escasas, por lo cual recomendó retrasar la fecha de siembra para que el maíz pueda sortear los días de mayores temperaturas (aunque implique una pérdida de rendimientos).

El técnico explicó que hay dos fertilizantes que determinan la variabilidad de rinde: el N y el P. Sobre la aplicación de cada uno, indicó que para nitrógeno que “por cada tonelada de maíz que va a demandar, según el ambiente y el híbrido, se van a tener que incorporar 22 kilos de N por hectárea” y, preferentemente, con una sola dosis al momento de la siembra (si se va a realizar un manejo tardío).

En el caso del fósforo, Grasso recordó que 70% de la superficie agrícola es deficiente e indicó aplicar a la siembra entre 120 y 130 kilos de MAP, DAP o superfosfato triple.

Para el azufre aconsejó 10 kg cuando se trata de suelos de baja materia seca, ya que pueden aportar hasta 700 kg extra en maíz. En zinc, aplicaciones de 1 ó 1,5 kg de Zn en suelo, o 500 a 750 gramos por vía foliar, para ganar entre 4% y 7% en rendimientos por ha.