Aquí están, estos son, los ataques de peludos a silos bolsa (y cómo minimizarlos)

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También de ratones y perros. Biólogos de 3 universidades relevaron los mordiscos en 228 bolsas. Qué animales atacan más según la región y la época del año.

Distritos incluidos en los 3 sitios de estudio en Región Pampeana.

BUENOS AIRES (NAP). Mantener un adecuado cierre y la hermeticidad del silo bolsa es clave para un almacenamiento eficiente de la cosecha de granos; sin embargo, la fauna silvestre suele causar roturas a los bolsones, generando un problema complicado y el consecuente perjuicio económico.

Ante esto, los usuarios de silos bolsa suelen tomar medidas para controlar las especies dañinas pero en general estas acciones no suelen dar resultado y, por otra parte, pueden estar generando un problema ambiental cuando atacan la cuestión con tóxicos.

Con estas premisas, los biólogos David Bilenca, Emmanuel Zufiaurre y Agustín Abba, de las universidades nacionales de Buenos Aires, La Plata y de San Antonio de Areco, respectivamente, relevaron la cuestión y propusieron finalmente una serie de manejos para minimizar el daño de manera eficaz y económica.

El estudio se desarrolló en 38 establecimientos en donde se controlaron 228 silos bolsa durante las cosechas de fina y de gruesa de la campaña 2018.

El trabajo fue financiado por la UBA y el Conicet y fue publicado en la revista científica Wildlife Research de Australia.

“Inspeccionamos la membrana plástica de cada silo bolsa y registramos si tenía roturas generadas por fauna silvestre. Según las características de las roturas pudimos identificar la especie o el grupo de especies que las causaron”, apuntaron.

Los ataques de animales a silos bolsa tuvieron su capítulo político el año pasado cuando, en medio de una andanada de hechos y denuncias de productores por vandalismo en sus reservas de granos, la vicepresidente Cristina Fernández ironizó que pudieron haberlos causado peludos ‘militantes’.

Factores que intervienen en el daño

Del total de bolsones inspeccionados, 51% mostró roturas y daños por fauna silvestre, especialmente por 3 grupos de mamíferos: peludos (Chaetophractus villosus), cánidos (dentro de esta categoría se incluyen zorros y perros) y roedores.

El seguimiento mostró que el sitio geográfico y la estación del año en que se cosecha y prepara el silo tienen relación estrecha con la fauna que concreta el ataque.

F2: Porcentaje de roturas de cada especie por sitio de muestreo.

-En el norte de la Región Pampeana (sur de la provincia de Córdoba), los roedores fueron el grupo que generó la mayor proporción de roturas a los silos bolsa.

-En el centro y en el sur de la región (provincia de Buenos Aires), la especie más dañina fue la de los peludos (ver figura 2).

-Por otra parte, la proporción de silos bolsa rotos por peludos en verano fue el doble que en el invierno (ver figura 3). “Una explicación es que la primavera/verano es el período reproductivo de esta especie y la época en que los peludos están más activos”, explicaron los biólogos.

F3: Incidencia de daño por estación y por especie. Vista de las roturas generadas por peludos (izq), cánidos (centro) y roedores (der).

-Los roedores en cambio generaron más daño en invierno (ver figura 3). La explicación: “los roedores silvestres alcanzan su mayor abundancia hacia fines del otoño/principios del invierno”.

Qué hiciste

Bilenca, Zufiaurre y Abba apuntaron que “hay factores de manejo a cargo del usuario que pueden modificar el daño a los silos bolsa”.

En este sentido citaron que “el tiempo de almacenamiento fue la variable que más afectó la incidencia del daño por fauna silvestre, indicando que los silos bolsa que permanecieron por más tiempo en el establecimiento tuvieron una incidencia de daño mayor (ver figura 4).

F4: Incidencia de daño por fauna silvestre en silos bolsa según el tiempo de almacenamiento.

Al mismo tiempo notaron que el daño que ocasionan los peludos varía de acuerdo a la ubicación del silo dentro del lote: cuanto más lejos esté un bolsón de los bordes, menor es el daño; los silos colocados a más de 50 metros del borde prácticamente no mostraron roturas.

“Cuando los peludos salen a explorar el terreno en búsqueda de alimento (principalmente desde los bordes hacia el interior del lote) pueden encontrarse fortuitamente con un silo bolsa. Dicho de otro modo, los peludos no estarían yendo a buscar al silo: su encuentro es fortuito”.

En tanto que la cantidad de roturas por peludos en los silos bolsa aislados fue mayor que en los bolsones que estuvieron agrupados.

F5: Incidencia de daño por peludos según la configuración de los bolsones.

La configuración del emplazamiento del bolsón es otro factor clave para explicar el daño: en casos que había 3 bolsones en fila la incidencia de daño se triplicó respecto de aquellos grupos de tres bolsones que estaban en paralelo (ver figura 5).

Finalmente, el armado del bolsón también tiene un rol clave en el potencial daño por fauna silvestre, ya que casi el 5% del total de roturas por peludos y casi un 25% de las roturas por roedores estuvieron asociadas a un pliegue de la membrana del silo bolsa.

-Las roturas en la membrana del silo bolsa generadas por cánidos fueron más difíciles de interpretar: no fue posible distinguir si la rotura fue causada por zorros o por perros.

Tampoco se pudo distinguir si los ataques fueron de perros cimarrones o las propias mascotas del campo. “En este sentido, y según lo expresado por los trabajadores rurales, la problemática de los perros y las actividades agropecuarias es aún más amplia que la que afecta a los silos bolsa en particular”, plantearon los especialistas.

Propuestas de manejo

De esta serie de resultados, Bilenca, Zufiaurre y Abba elaboraron las siguientes “propuestas de manejo para minimizar el daño a los silos bolsa por fauna silvestre de manera eficaz y económica, utilizando las siguientes estrategias de prevención”:

Diagnóstico de la situación y análisis costo-beneficio: La magnitud del daño a los silos bolsa causado por fauna silvestre varía según la región y la estación del año, así como por el tiempo en que los bolsones permanecen en el terreno, razón por cual cada productor debe reconocer cuál es la especie o grupo de especies responsables del daño a los silos en su establecimiento, la época del año en que arma y mantiene el silo bolsa en el campo, y evaluar mediante un análisis de costo-beneficio cuál el período de permanencia que considera más adecuado para el silo en el lote.

Adecuada elección del sitio donde se emplazarán los silos bolsa dentro de cada lote, preparación del terreno y disposición de los silos: Habitualmente, los manuales aconsejan disponer los silos bolsa en una zona elevada del terreno y con una leve pendiente para evitar anegamientos. Se debe preparar el terreno antes de emplazar la bolsa, el cual debe estar limpio, sin malezas ni rastrojos que puedan perforar la membrana en la base. Orientar el silo bolsa de norte a sur, para que de esta manera reciba radiación solar de manera pareja en ambos laterales a lo largo del día. A todo ello, en nuestro caso sumamos como recomendaciones 1) elegir cuidadosamente la ubicación del silo bolsa procurando alejarlo de los bordes (ya sean bordes de lotes o de caminos) y 2) en el caso de hacer más de un silo en el mismo lote, armarlos de manera agrupada (en lugar de aislada) y dispuestos en paralelo (en lugar de disponerlos en fila uno a continuación de otro).

– Llenado de la bolsa y cierre de los extremos: Se deben evitar la formación de pliegues y depresiones en la membrana, ya que en estas malformaciones de la bolsa se suelen concentrar las roturas. Sellar perfectamente los extremos del silo bolsa.

Monitoreo y reparación: Una vez emplazado el silo bolsa, es importante realizar un monitoreo frecuente del silo para detectar roturas en la membrana y, en caso de daño repararlo cubriendo la perforación con un parche o una cinta adhesiva antes que se afecte la calidad del grano almacenado.

Tenencia responsable de perros: Si hay roturas en el silo bolsa por perros, procurar detectar en lo posible si son debidas a los perros del establecimiento o a perros cimarrones. En el medio rural, es bien sabido y reconocido el papel y los servicios que los perros pueden ofrecer para las comunidades y pobladores en tareas de vigilancia doméstica y de cuidado y manejo del ganado, por solo mencionar algunas. No obstante, cuando los perros no son tenidos de manera responsable o cuando hay perros cimarrones sueltos, éstos pueden actuar como depredadores de animales domésticos, como reservorios o vectores de enfermedades, o también, como en este caso, ocasionando roturas en los silos bolsa.

Roedores en cosecha gruesa: Si en su establecimiento se van a utilizar silos bolsa para almacenar cosecha gruesa (otoño/invierno), se debe prestar especial atención al daño por roedores. Al respecto, se recomienda mantener limpio el terreno en los alrededores del silo. (Noticias AgroPecuarias)

Roturas generadas por peludos (izq), cánidos (centro) y roedores (der).

 

Ataque vandálico a un silo bolsa en el sur de Córdoba, en julio 2020.

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