La (baja) incidencia del aumento de los granos en la carne y el pan

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La BCBA midió el impacto del maíz y el trigo en los precios de los productos. En relación a la inflación, el incidencia es menor a 0,50%. 

BUENOS AIRES (NAP). El valor de los granos tiene una incidencia menor en el precio final de los alimentos, de acuerdo a un trabajo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires que analizó una serie de productos.

El estudio de la BCBA se hizo en el contexto de que el Gobierno suele alarmarse cuando hay incremento de precios de los granos por temor al posible efecto inflacionario y tomar medidas restrictivas para el comercio de los commodities.

Exceptuando el caso de la producción de pollos, sobre los cuáles el valor del maíz impacta en 21% en el precio final del producto ‘pollo entero’ dentro del programa oficial Precios Cuidados, en el resto de los casos no llegan a 15%.

En los productos analizados por la Bolsa de Buenos Aires, para otros productos vinculados al maíz, su valor incide en 13% ciento en los huevos, 12% del pollo trozado, 10% del pechito de cerdo, 8% de la leche y 7% del asado.

Precisamente, frenar el aumento de la carne vacuna fue una de las razones que esgrimió la Casa Rosada para prohibir las exportaciones de maíz, y es el producto en que menos incide este grano.

Suponiendo, por ejemplo, un kilo de asado a 700 pesos, el maíz representaría solo 49 pesos. O al revés: si le regalaran el maíz a los productores, el valor del kilo apenas bajaría 49 pesos.

En tanto, el trigo, que está en la mira luego de que subiera el precio del pan, representa sólo el 13% del precio de los panificados.

“Por lo tanto, en los productos estudiados, más del 80 por ciento del precio al consumidor no depende del precio doméstico de los granos, sino que responde a otros costos, tales como salarios, energía, alquileres, utilidades, impuestos, fletes y otros costos de distribución, que acompañan la evolución del nivel general de precios de la economía”.

La BCBA argumentó también que “esto significa que, por cada reducción del 1% en el precio doméstico del maíz se generaría una reducción potencial del 0,21% en el precio del pollo entero de precios cuidados, 0,13% de los huevos, 0,12% del pollo trozado, 0,10% del pechito de cerdo, 0,08% de la leche y 0,07% del asado. En el mismo sentido, una reducción del 1% en el precio doméstico del trigo, provocaría una reducción potencial del 0,13% en el precio del pan”.

En la inflación

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires también extendió el análisis al impacto que tiene una suba de los granos y su impacto en la inflación.

“Durante 2020, los precios del trigo y el maíz aumentaron 80% y 91%, respectivamente. Este aumento explicó solo 0,48% de la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Ciudad de Buenos Aires, que mostró un incremento del 30,5% interanual”, sintetizó el trabajo.

A esa estimación se llegó partiendo de la base de que los alimentos antes mencionados tienen una ponderación del 5% sobre el IPC. Esto significa que un incremento del 1% del precio de estos alimentos tendría una incidencia de sólo 0,05% en el índice de inflación.

En esta línea, si el precio del maíz y del trigo registrara un incremento de 30% y la participación de estos en los bienes de consumo básico estudiados es de 10,8%, la incidencia sobre el IPC sería de solo 0,162 puntos porcentuales. El cálculo análogo podría realizarse al multiplicar el incremento del precio de los granos (30%) por la incidencia del maíz y trigo sobre el IPC (0,54%).

De allí que la proyección de que solo 0,5% de la inflación es producto del fuerte aumento de trigo y maíz, surge de multiplicar la variación de los precios de los granos por su porcentaje de incidencia.

“De esta manera, a través de los productos analizados, la suba de los precios de los granos representó solo el 1,57% de la inflación del 2020. El restante 98,43 por ciento se debió a factores distintos al comportamiento del trigo y el maíz”, concluyó la Bolsa de Buenos Aires. (Noticias AgroPecuarias)

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